Confusión sobre el hadiz de un hombre ciego que mató a su esclava que injurió al Profeta (la paz y las bendiciones desciendan sobre él)

Pregunta ¿Pueden por favor explicarme el contexto y la justificación del hadiz del libro Abu Dawud 38, número 4348, en el que una esclava que insulta al Profeta es asesinada por su amo y él no es castigado? ¿Es porque la compensación por sangre no puede pagarse a no musulmanes que podrían usarlo para dañar…

Pregunta

¿Pueden por favor explicarme el contexto y la justificación del hadiz del libro Abu Dawud 38, número 4348, en el que una esclava que insulta al Profeta es asesinada por su amo y él no es castigado? ¿Es porque la compensación por sangre no puede pagarse a no musulmanes que podrían usarlo para dañar a los musulmanes?

Alabado sea Dios.

La historia a la que
se hace referencia en la pregunta fue narrada por Ibn ‘Abbaas (que Allah
esté complacido con él) quien dijo:

Un hombre ciego tenía una esclava que
dio a luz hijos suyos (Umm walad) y esta solía insultar al Profeta (la paz y
las bendiciones de Allah desciendan sobre él) y decía cosas malas sobre él.
Él le dijo que no lo hiciera, pero ella no se detenía, y él la regañaba
pero ella no le prestaba atención.

Una noche, cuando ella comenzó a decir
cosas malas sobre él (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él)
y a insultarlo, él tomo una daga, la puso en el estómago de ella y la
presionó matándola. Entre sus piernas cayó un niño que se llenó con la
sangre que se encontraba allí.

La mañana siguiente se le mencionó
ésto al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan
sobre él). Él llamó a la gente y dijo: “Le pido por Allah a ese hombre que
se levante”.

El hombre ciego se levantó y caminó
entre la gente, temblando, y se sentó ante el Profeta (la paz y las
bendiciones de Allah desciendan sobre él). Él dijo: “Oh, Mensajero de Allah,
yo soy quien lo hizo; ella solía insultarte y decía cosas malas sobre ti. Yo
se lo prohibí, pero ella no se detuvo, la reprendí, pero ella no prestaba
atención. Tengo dos hijos de ella que son como perlas, y era buena conmigo.
Anoche ella comenzó a insultarte y a decir cosas malas sobre ti. Entonces,
tomé la daga, la coloqué en su estómago, la presioné y la maté”.

El Profeta (la paz y las bendiciones
de Allah desciendan sobre él) dijo: “Sean testigos, no hay dinero que deba
pagarse por su sangre”.

Narrado por Abu Dawud
(4361) y otros. En la respuesta a la pregunta número
103739 hemos explicado que la
base de la historia es sahih y que ha sido narrada en muchas versiones que,
al ser tomadas en conjunto, indican que el incidente tuvo lugar, a pesar de
las variaciones en algunos informes.

Esta mujer no fue
asesinada porque era una dhimmi, más bien fue porque ella injuriaba al
Mensajero de Allah
(la
paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él), entonces ella merecía
ser ejecutada por esta razón, y si ella era musulmana, ella se convirtió en
kafir mediante esta acción, y merecía ser ejecutada también por esta razón.

Al-San’aani (que Allah
tenga piedad de él) dijo:

Este informe
indica que el que injuria al Profeta
(la paz y las
bendiciones de Allah desciendan sobre él) tiene que ser ejecutado y no debe
pagarse nada por su sangre; si él es musulmán, sus injurias al
Profeta

(la paz y las bendiciones de Allah desciendan
sobre él) comete apostasía por lo que merece ser ejecutado.
Ibn Battaal dijo:
Sin que se le pida arrepentimiento.

Subul al-Salaam
(3/501).

Previamente hemos
citado la opinión el Sheik al-Islam Ibn Taymiyah con respecto a la confusión
sobre esta historia en la que el hombre ciego que mató a esta mujer – que
merecía ésto- sin el permiso del gobernante. Por favor, vea la respuesta a
la pregunta número 103739.

Esta historia
indica la justicia con la que los musulmanes tratan a la gente del Libro,
que han sido ordenadas en la shari’ah del Profeta

(la paz y las bendiciones de Allah desciendan
sobre él), que era piedad para los mundos. Los derechos de los judíos y
cristianos que se encuentran bajo reglas musulmanas están garantizados y
protegidos, y no está permitido transgredirlos causando daño o molestias.
Por lo tanto, cuando la gente encontró a una mujer judía que había sido
asesinada se alarmó y refirió el asunto al
Profeta
(la paz y las
bendiciones de Allah desciendan sobre él), que había hecho el pacto con
ellos y les había garantizado seguridad, y no les exigió la
yiziah. Él se enojó y ordenó a los
musulmanes por Allah que encontraran al hombre que lo había hecho, para
determinar su castigo y juzgar su caso. Pero cuando se enteró de que ella
había roto el pacto una y otra vez, insultando al Mensajero de Allah (la paz
y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) y lo había injuriado, todos
los derechos de la mujer fueron negados, y ella merecía el castigo de la
ejecución que la shari’ah le impone a todos los que injurian al Profeta (la
paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él), ya sea musulmán, dhimmi
o mu’ahid, porque transgredir el estatus de los Profetas es no creer en la
Omnipotencia de Allah, e invalida toda santidad, derecho y pacto; es una
traición mayor que merece el más severo de los castigos.

Vea: Ahkaam Ahl
al-Dhimmah (3/1398); y en nuestro sitio vea la respuesta a la pregunta
número

22809.

Ésta es la correcta
interpretación de la historia. No es como han dicho muchos que odian e
injurian las reglas shari’ah y difaman el carácter del Profeta (la paz y las
bendiciones de Allah desciendan sobre él). El Profeta (la paz y las
bendiciones de Allah desciendan sobre él) no eligió matarla de esta forma,
pero ya que ella merecía la ejecución como un castigo hadd por romper el
pacto y por injuriar al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah
desciendan sobre él), él no demandó qisaas de su asesino. Ella le había
dicho a él muchas cosas injuriando al Profeta (la paz y las bendiciones de
Allah desciendan sobre él), una y otra vez, y él le dijo que se detuviera
pero ella no lo hizo, y él la reprendía, pero ella seguía sin prestar
atención, hasta que él ya no pudo soportarlo y silenció la voz que insultaba
a su religión y a su Profeta.

En cuanto a la muerte
ilegal de un dhimmi, ésto es un pecado grave, y la advertencia con respecto
a ésto es muy serio, como fue comprobado en Sahih al-Bujari (3166) de
‘Abd-Allaah ibn ‘Amr (que Allah esté complacido con él) quien narró del
Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo: “Quien
mate a un mu’aahid no olfateará la fragancia del Paraíso, aunque esta
fragancia pueda ser detectada desde una distancia de un viaje de cuarenta
años”. El imán al-Bujari incluyó este informe en un capítulo de su Sahih
titulado: “Capítulo: el pecado del que mata a un mu’aahid de manera
ilegal”.

Al-Haafid Ibn Hayar
(que Allah tenga piedad de él) dijo: Así es como él lo definió en el título.
Esta idea se basa en los principios de la shari’ah y también se expresa en
el informe de Abu Mu’aawiyah que lo menciona con las palabras “ilegal”, y en
el hadiz narrado por al-Nasaa’i y Abu Dawud de Abu Bakrah con las palabras:
“A quien mate a un alma mu’aahid que no está permitido matar, Allah lo
privará del Paraíso”.

Fin de cita.

Y Allah sabe mejor.

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