¿Cuál es el significado del reporte: “No maldigan el tiempo, porque Dios es el tiempo”?

Pregunta Quisiera saber si el reporte del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que dice: “No maldigan el tiempo (waqt), porque Dios es el tiempo” es auténtico. Si es así, ¿cómo debe interpretarse? Estoy confundido con este asunto. Alabado sea Dios. La palabra usada en el reporte no…

Pregunta

Quisiera saber si el reporte del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que dice: “No maldigan el tiempo (waqt), porque Dios es el tiempo” es auténtico. Si es así, ¿cómo debe interpretarse? Estoy confundido con este asunto.

Alabado sea Dios.

La palabra usada en el reporte no es ‘waqt’ (tiempo), sino
‘dáhr’ (vicisitudes del tiempo). Esta confusión puede surgir de traducciones
incorrectas. Este reporte fue compilado por Muslim (5827), de Abu Hurairah.
Otras versiones del reporte dicen: “No arremetan contra el tiempo (ad-dáhr),
porque Dios es el tiempo”, o también “Que nadie diga ‘maldito sea el
tiempo’, porque Dios es tiempo”, o también “Dios dijo: “Los hijos de Adán me
ofenden y dicen “maldito sea el tiempo”, pero no deberían decir esto. Yo soy
el tiempo, y Yo alterno los días y las noches, y si hubiera querido, los
habría juntado”.

Con respecto al significado del reporte, el imam An-Nawawi
dijo:

“Se ha dicho que esto es una metáfora, porque los árabes
solían quejarse del tiempo cuando les sucedían desastres, como la muerte, la
llegada de la vejez, la pérdida de dinero, etc. Ellos decían ‘maldito sea el
tiempo’, y otras frases cuestionando o quejándose por el transcurso de los
acontecimientos. Entonces el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones
de Allah sean con él) al decir esto les prohibió maldecir el tiempo, porque
implica maldecir a Aquel que hace suceder las cosas y los acontecimientos
del destino. El tiempo (ad-dáhr o az-zamán) es algo que no tiene voluntad o
entidad propia, sino más bien es una de las cosas creadas por Dios. La frase
‘porque Dios es el tiempo’ significa que Dios es Aquel que causa el curso de
los eventos, los accidentes y los cambios, porque Él es el creador de todas
las cosas. Y Allah sabe más”. Fin de la cita de Sharh Muslim, 15/3.

Debe señalarse que el tiempo (ad-dáhr) no es uno de los
nombres de Dios, sino que más bien el tiempo le es atribuido a Dios en el
sentido de que Él lo creó y que Él lo controla. Algunas frases en este mismo
reporte también lo indican así, como cuando Él dijo “… está en Mi mano, Yo
alterno el día y la noche”. Quien alterna eventos en un proceso no puede ser
el proceso mismo, sino que más bien Dios es el actor que actúa sobre el
tiempo, y el tiempo está bajo Sus designios.

Ver Fatáwa al-‘Aqídah, por el Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín,
1/163.

Al-Háfiz Ibn Kazír dijo en su Tafsir (exégesis coránica)
sobre el verso “Y dicen [quienes no creen en la Resurrección]: No existe
otra vida más que la mundanal, viviremos y moriremos una sola vez, y sólo el
transcurso del tiempo es lo que nos hace perecer” (Al-Jazíyah, 45:24):

“El imam Ash-Sháfi’, Abu ‘Ubaidah, y otros, han dicho en sus
comentarios sobre el reporte del Profeta Muhámmad (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) “No maldigan el tiempo porque Dios es
tiempo”, que durante la época de ignorancia preislámica, si a los árabes les
ocurrían alguna prueba, dificultad o desastre, solían decir ‘Maldito sea el
tiempo’, atribuyéndole estos eventos al tiempo como entidad y quejándose de
él. Pero Aquel que hace que los eventos sucedan es Dios, por lo tanto ellos
estarían maldiciendo a Dios, que es el Único que hace que las cosas sucedan,
glorificado y exaltado sea. Por lo tanto, se nos ha prohibido quejarnos
sobre el tiempo de esta forma, porque Dios es Quien controla el tiempo, aun
cuando los árabes atribuían estos eventos al tiempo como si fuera una
entidad independiente”. Este es el mejor de los comentarios hechos en su
Tafsir sobre este reporte. Y Allah sabe más. Tafsir Ibn Kazír, 4/152.

El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Dios lo preserve) fue
consultado sobre las normas acerca de quejarse de los eventos del tiempo.

Él respondió:

“Quejarse contra el tiempo puede ser dividido en tres
categorías:

1 – Cuando la intención es dar información determinada sin
culpar o condenar. Esto es permisible, tal como cuando la gente comenta:
“Estamos sufriendo por el calor del día (o el frío)”, y otras expresiones
similares, porque los actos son juzgados de acuerdo a sus intenciones, y en
este caso la gente simplemente está describiendo lo que sucede, sin exagerar
en su descontento.

2 – Cuando una persona maldice el tiempo sin atribuirlo a un
actor determinado, como cuando la gente maldice la suerte, el destino, o el
hecho de que haya sucedido alguna calamidad. Esto implica claramente
creencias paganas, porque se está atribuyendo la causa de los eventos a otro
que a Dios, a entidades abstractas, procesos o fenómenos naturales, o se
está afirmando que detrás de los eventos del destino no hay actor alguno,
cuando en realidad es Dios quien ha creado todo.

3 – Cuando la gente maldice el tiempo o el destino, aun
sabiendo que Dios es Quien hace que todas las cosas sucedan. Esto está
prohibido, porque implica quejarse de la voluntad de Dios o maldecirla y es
contrario a lo que Dios nos ha ordenado, que es la paciencia y la
perseverancia. Pero a diferencia del caso anterior en el punto 2, no implica
creencias paganas ni un acto de incredulidad, porque la persona no está
maldiciendo directamente a Dios. Si la persona maldijera directamente a
Dios, esto constituiría un gravísimo pecado que probablemente lo convierta
en un incrédulo”. Fin de la cita de Fatáwa al-‘Aqídah, 1/197.

Otra expresión reprobable que algunas personas suelen usar es
cuando la gente maldice la hora y el día en que ocurrió un suceso
determinado. Este es un pecado y un discurso inapropiado para un creyente,
porque implica maldecir un hecho, o en el peor de los casos, a Quien ha
decretado que así sea. Además, si fuéramos a maldecir una hora y un día
determinado porque sucedió tal cosa, también podríamos bendecirla porque en
otra parte sucedieron otras cosas buenas. Una hora y un día no son entidades
vivientes o inteligentes como para que uno pueda atribuirles responsabilidad
alguna. Por lo tanto, si una persona maldice el tiempo, lo único que
razonablemente podría entenderse con ello es que está maldiciendo al Creador
del tiempo.

El musulmán creyente debe estar por encima de semejantes
necedades. Y Dios es el Único del que buscamos ayuda.

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