Inquirir a un musulmán acerca del estado de su corazón y de su fe

Pregunta ¿Es permisible preguntarles a nuestros hermanos musulmanes, cuando uno se encuentra con ellos, acerca del estado de su fe y su corazón? Uno de ellos me dijo que esto es un asunto que pertenece a lo oculto, y sobre lo que no es apropiado preguntar. Alabado sea Dios. Lo que está prescripto para el…

Pregunta

¿Es permisible preguntarles a nuestros hermanos musulmanes, cuando uno se encuentra con ellos, acerca del estado de su fe y su corazón? Uno de ellos me dijo que esto es un asunto que pertenece a lo oculto, y sobre lo que no es apropiado preguntar.

Alabado sea Dios.

Lo que está prescripto para el musulmán es recomendar a
quienes se encuentra que se aferren a la verdad tanto en palabras como en
actos, y que sean pacientes al hacerlo convocando a la gente, como Dios,
glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):

“1.

Juro por el transcurso del tiempo

2. Que ciertamente los hombres están perdidos,

3. Salvo aquellos que creen, obran rectamente, se aconsejan
mutuamente cumplir cabalmente [con los preceptos divinos] y ser pacientes y
perseverantes”

(al-‘Asr
103:1-3).

Se narró que Abu Madinah ad-Dárimi, un compañero del Profeta
(que Dios esté complacido con él), dijo: “Cuando dos entre los compañeros
del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se
encontraban, no se separaban hasta que uno le había dicho al otro:

“Juro
por el transcurso del tiempo. Que ciertamente los hombres están perdidos”,
y luego se daban el salam el uno al otro”. Barrado por at-Tabarani en
al-Awsat, 5124; al-Baihaqi en Shu’ab al-Imán, 8693. Al-Haizami dijo en
Al-Mayma’, 10/233: “Sus transmisores son confiables”.

Bilal ibn Sa’d (que Allah tenga misericordia de él) dijo:

“Un hermano que te recuerda a Dios cada vez que te encuentra,
es mejor para ti que uno que pone un dinar en tu mano”. Fin de la cita de
Hiliat al-Awliyah’, 5/225.

Con respecto a preguntarle acerca de su corazón y el estado
de su fe, existe el temor de que esto pueda conducir al orgullo, o pueda
hacer que quien está preguntando presuma frente a la gente, como si tuviera
un corazón creyente y temeroso de Dios todo el tiempo. O puede implicar
insinuarle a que quien pregunta que está incumpliendo con sus deberes hacia
Dios, glorificado y exaltado sea, o puede hacer que el preguntado intente
decir cosas buenas acerca de sí mismo para evitar sentirse comprometido, y
otras consecuencias negativas. Quizás por eso es que no encontramos tales
preguntas mencionadas en los reportes que relatan los modos y costumbres de
las primeras generaciones de musulmanes; no tenemos noticia de que ellos
inquirieran acerca de tales asuntos.

Con respecto al conocido reporte de Al-Háriz ibn Málik
al-Ansari, que dice que él pasó cerca del Mensajero de Dios (que la paz y
las bendiciones de Allah sean con él) y él le dijo: “¿Cómo estás esta
mañana, Oh Háriz?”, y él le respondió: “Soy un verdadero creyente esta
mañana”. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con
él) le respondió: “Ten cuidado con lo que dices, porque cada cosa tiene su
realidad, ¿y cuál es la realidad de tu fe?”. Él respondió: “He perdido el
interés en este mundo, y por eso paso la noche rezando y paso el día
sediento (es decir, ayunando), y es como si pudiera ver el trono de Dios, y
como si pudiera ver a la gente del Paraíso visitándose los unos a los otros,
y como si pudiera ver a la gente del Infierno gritando en él”. El Profeta
Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) respondió: “Oh,
Háriz, haz comprendido, entonces permanece firme…”, y lo repitió tres veces;
este reporte fue narrado por At-Tabaráni en Al-Mu’yám al-Kabir, 3/266. Su
cadena de transmisión es débil, no auténtica. Al-‘Aqili (que Allah tenga
misericordia de él) dijo: “Este reporte no tiene una cadena de transmisión
que pueda ser demostrada como auténtica”. Fin de la cita de Ad-Du’afá’
al-Kabir, 4/455.

Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Tiene una cadena de transmisión, pero es débil y no puede ser probada”. Fin
de la cita de Al-Istiqámah, 1/194.

Basándonos en esto, deberías abstenerte de hacer tales
preguntas, que pueden conducir a algunas consecuencias negativas, como hemos
dicho; el musulmán sólo debe preguntarle a su hermano cómo se encuentra en
términos generales. Entonces, puede decirle “¿Cómo estás?” o “¿Cómo te
encuentras hoy?”, o algo así.

Algo similar ha sido narrado del Profeta Muhámmad (que la paz
y las bendiciones de Allah sean con él). Se narró que ‘Aa’ishah (que Allah
esté complacido con ella) dijo: “Una mujer anciana llegó al Profeta Muhámmad
(que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) cuando estaba en mi casa
y el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)
le dijo: “¿Quién eres?”, y ella le respondió: “Soy Yazzámah al-Muzaníyah”.
Él le dijo: “Más bien eres Hassánah al-Muzaníyah; ¿cómo has estado desde la
última vez que nos vimos?”. Ella respondió: “Estamos bien, mi padre y mi
madre sean sacrificados por ti, Mensajero de Dios”. Cuando ella se fue, yo
le dije: “Oh, Mensajero de Dios, ¿toda esta bienvenida para esta anciana?”.
Y él respondió: “Ella solía visitarnos en el tiempo en que Jadiyah estaba
viva, y la lealtad es parte de la fe”. Narrado por al-Hákim en al-Mustádrak,
1/62; clasificado como bueno por al-Albani en As-Sílsilah as-Sahihah, no.
216.

Y Allah sabe más.

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