La súplica: “Oh, Dios, si mi provisión está en el Cielo, hazla descender”

Pregunta Quiero preguntar sobre la validez de esta súplica: “Dios mío, si mi provisión está en el Cielo, hazla descender; si está en la Tierra, hazla salir; si está lejos, tráela cerca; si está cerca, hazla fácil; si es pequeña, increméntala; si es grande, bendícela para mí”. Si esta súplica es auténtica, ¿debe decirse en…

Pregunta

Quiero preguntar sobre la validez de esta súplica: “Dios mío, si mi provisión está en el Cielo, hazla descender; si está en la Tierra, hazla salir; si está lejos, tráela cerca; si está cerca, hazla fácil; si es pequeña, increméntala; si es grande, bendícela para mí”. Si esta súplica es auténtica, ¿debe decirse en alguna situación o en algún momento en particular?

Alabado sea Dios.

Esta súplica no proviene de ninguno de los
libros de la Tradición Profética ni de reportes del Mensajero de Dios (que
la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y no fue narrada de ninguno
de los compañeros del Profeta ni de sus sucesores. Más aún, es una súplica
de una mujer beduina desconocida que uno de los eruditos le oyó decir en
‘Arafah.

Ad-Dainuri narró en Al-Mujalisah wa Yawahir
al-‘Ilm con su cadena de transmisión (pág. 727) que al-Asma’i dijo: “Oí a
una mujer beduina en ‘Arafah diciendo “Dios mío, si mi provisión está en el
Cielo, hazla descender; si está en la Tierra, hazla salir; si está lejos,
tráela cerca; si está cerca, hazla fácil”. Fin de la cita. Esto fue narrado
por al-Yáhiz en Al-Baián wa at-Tabyín (517), por az-Zamajshari en Rabi’
al-Abrar (178), y otros.

Lo que significa esta súplica, en términos
generales, es pedir la provisión y que sea fácil de alcanzar. No hay nada de
malo con esto, aunque pensamos que esta súplica sobrepasa un poco los
límites de lo más correcto y es demasiada ampulosa, y no está acorde a la
buena guía, que es la guía del Profeta Muhámmad (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) y sus compañeros (que Dios esté complacido
con ellos). Se narró que ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella)
dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con
él) prefería palabras concisas en sus súplicas y no usaba ningún otro tipo
de palabras”. Narrado por Áhmad (27649) y Abu Dawud (1482); clasificado como
auténtico por al-Albani en Sahih al-Yami’.

El significado de “súplicas concisas” es lo
que incluye las bondades de este mundo y del Más Allá, súplicas en que las
palabras son pocas pero los significados muchos, como en el verso en que
Dios dijo (traducción del significado):

“¡Señor nuestro! Danos bienestar en esta
vida y en la otra, y presérvanos del tormento del fuego”;
y como en la súplica que pide bienestar en este mundo y en el Más Allá”.
(Al-Báqarah, 2:201).

‘Ali al-Qari dijo: “La súplica concisa es la
que abarca todas las cosas buenas e incluye alabanzas a Dios”. Fin de la
cita de ‘Awn al-Ma’bud Sharh Sunan Abi Dawud, 4/249.

Se narró de un hijo de Sa’d Ibn Abi Waqqás
(que Dios esté complacido con él) que dijo: “Mi padre me oyó cuando yo
estaba diciendo: “Dios nuestro, yo Te pido por el Paraíso, sus deleites y
sus alegrías, y busco refugio en Ti del Infierno, sus cadenas y grilletes,
etc”. Él dijo: “Oh, hijo mío, escuché al Mensajero de Dios (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) decir: “Habrá personas que sobrepasen los
límites en las súplicas, cuídense de no ser uno de ellos. Si se les concede
el Paraíso, tendrán todas las cosas buenas que hay en él, y si se les
concede refugio del Infierno, tendrán refugio de todas las cosas malas que
hay en él”. Narrado por Áhmad (1486) y Abu Dawud (1480); clasificado como
auténtico por al-Albani.

Una de las súplicas del Profeta Muhámmad (que
la paz y las bendiciones de Allah sean con él) era: “Dios nuestro, Tú eres
el Primero y no hay nada antes de Ti; Tú eres el Último y no hay nada luego
de Ti; Tú eres el Manifiesto y no hay nada sobre Ti; Tú eres el Oculto y no
hay nada más allá de Ti. Ayúdanos a pagar nuestras deudas y sálvanos de la
pobreza”. Narrado por Muslim, 2713.

Se narró de ‘Ali (que Dios esté complacido
con él) que un esclavo que había firmado un contrato para comprar su
libertad con trabajo vino a él y le dijo: “Soy incapaz de pagar mi libertad,
ayúdame”. Le respondió: “¿Quieres que te enseñe algunas palabras que el
Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) me
enseñó? Si tienes una deuda grande como la montaña de Sír, Dios la pagará
por ti”. Y dijo: “Di: “Allahúmma akfini bi halalika
‘an haramika wa aghnini bi fadlika ‘ámman siwaka” (Dios nuestro,
satisfáceme con lo que Tú has permitido para que no tenga necesidad de lo
que has prohibido, y hazme independiente de medios para que no tenga ninguna
necesidad de nadie excepto de Ti)”. Narrado por at-Tirmidi (3563);
clasificado como bueno por al-Albani en Sahih at-Tirmidi. Ver: Tashih
ad-Du’a, por el shéij Bakr Abu Zaid, pág. 61-63.

¿Qué comparación puede haber entre esto y la
larga súplica de la beduina?

Lo que preferimos para ti y para cualquier
persona sabia es la súplica del Profeta Muhámmad (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él). Si te enfrentas con cualquier necesidad
en este mundo o en el Más Allá, ofrece cualquier súplica que gustes por la
necesidad que tengas y las cosas se harán fáciles para ti. Para esto no es
esencial hacer las súplicas exactamente tal y como fueron narradas en los
reportes; pero si hay una súplica entre aquéllas narradas por el Profeta
Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que viene bien
a tu necesidad, esto es lo mejor. Por otra parte, ofrece la súplica que
quieras pidiendo por todo lo bueno de este mundo y del Más Allá.

Si insistes en decir esta súplica, entonces
que sea ocasional y no la hagas parte de una rutina que siempre recites en
forma regular, y no lo atribuyas al Profeta Muhámmad (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) ni pienses que tiene alguna virtud en
particular, ni escojas arbitrariamente un momento en particular, lugar o
acto de culto para recitarla.

Algunos de los juristas sháfi’is posteriores
cometieron este error, y dijeron que cierta súplica era parte de la
Tradición Profética para el momento de las súplicas de la oración. Ellos
dijeron: “Está en la Tradición Profética decir esta súplica en particular
durante la súplica de la oración: “Oh, Dios nuestro, la mañana es Tu mañana,
la gloria es Tu gloria, la belleza es Tu belleza, la fuerza es Tu fuerza, el
poder es Tu poder, la protección es Tu protección. Oh, Dios nuestro, si mi
provisión está en el Cielo, envíala abajo; si está en la Tierra, hazla
salir; si es difícil, hazla fácil; si está prohibida, purifícala; si está
lejos, tráela cerca, por virtud de Tu mañana, gloria, belleza, fuerza y
poder; dame lo que Tú les das a Tus servidores creyentes”. Fin de la cita.

Citado por ad-Dimiati en Hashiyat I’anah
at-Talibín (1/295); Hashiyat at-Tablawi ‘ala Tuhfat al-Muhtach, 2/231;
Hashiyat al-Yamal, 1/485.

Ellos designaron estas frases para un acto
específico de culto sin ninguna evidencia del Corán o la Tradición
Profética, y agregaron a las frases de la súplica palabras que incluyen
alguna transgresión y sobrepasan los límites, como “en virtud de Tu mañana”.
No se conoce en las fuentes islámicas que la mañana tenga ninguna virtud
especial por la cual uno pueda pedirle cosas a Dios.

De hecho, alegar que esta súplica es
recomendable dentro de la oración abre la puerta a la innovación e introduce
innovaciones en la religión. No es parte de las enseñanzas de los juristas
prominentes más tempranos, y no fueron actos de nuestros rectos
predecesores, entonces esto debe evitarse y de hecho debemos denunciar todo
lo que se le atribuye falsamente a la Tradición Profética.

Y Allah sabe más.

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