Pidiéndole a Dios uno de los milagros de los awlia’ (santos)

Pregunta Es bien sabido que los awlia’ (“amigos cercanos”, a veces traducidos como “santos”) de Dios son aquellos creyentes piadosos que verdaderamente temen a Dios. Es bien sabido que hay algunos de ellos que no poseen milagros tangibles (karámah) y otros a quienes Dios concedió milagros. Pero yo quisiera saber si hay algo de mano…

Pregunta

Es bien sabido que los awlia’ (“amigos cercanos”, a veces traducidos como “santos”) de Dios son aquellos creyentes piadosos que verdaderamente temen a Dios. Es bien sabido que hay algunos de ellos que no poseen milagros tangibles (karámah) y otros a quienes Dios concedió milagros. Pero yo quisiera saber si hay algo de mano en pedirle a Dios un milagro directamente de Él, aún cuando yo sé que la firmeza en la religión es mejor y más querida para Dios. Pero la esperanza de un milagro tiene el objetivo de incrementar la fe y hacer el bien por medio de ese milagro y difundir el Islam, como también las obras rectas, obviamente, mientras uno pone atención al ocultamiento de ese milagro. Reitero y afirmo que yo sé que la firmeza es mejor.

¿Es esta súplica considerada como una de las súplicas prohibidas o imposibles? Es decir, ¿se considera que es sobrepasarse y transgredir los límites de la súplica? ¿Cuáles son las normas sobre quien busca los momentos en que las súplicas son más fácilmente respondidas y se esfuerza duro para que Dios responda su oración? En resumen, ¿es permisible ofrecer esa súplica?

Alabado sea Dios.

Nosotros no vemos nada de
malo en que un musulmán le pida a Dios que lo honre con aquello con que ha
honrado a Sus amigos cercanos (awlia’), con cosas extraordinarias o
milagros. Esto es así por varias razones:

1 – No hay reporte de
ninguna prohibición de hacer eso.

2 – No es imposible que
los milagros sucedan a un creyente; más bien, hay muchos casos en los cuales
Dios, glorificado y exaltado sea, honró a Sus servidores con ellos, y Él
puede garantizarle milagros a quien Él quiere. Si una persona le pide eso a
su Señor, no le estará pidiendo algo prohibido ni imposible, porque no es
difícil para Dios.

3 – El reporte acerca de
los tres hombres que quedaron atrapados en una cueva por una roca, y cada
uno de ellos rezó por virtud de sus obras rectas para que Dios moviera la
roca por ellos, y Él la movió para ellos. Este es un ejemplo de pedirle a
Dios un verdadero milagro, porque mover una inmensa roca sin ningún esfuerzo
de parte de la gente sólo puede suceder a través de un milagro.
El reporte fue
narrado por al-Bujari (2272) y Muslim (2743).

4 – Un reporte similar es
el de un hombre que colocó una cantidad de dinero en una caja de madera y la
arrojó al mar, pidiéndole a Dios que hiciera que le llegara al legítimo
dueño, quien se lo había prestado. El reporte fue narrado por al-Bujari como
Mu’állaq Mayzum
(2291).

5 – al-Laalká’i se
refirió en Karamát al-Awliya’ (Los Milagros de los cercanos a Dios) a
diversos milagros que sucedieron a los sucesores rectos luego de haberles
pedido a Dios, glorificado y exaltado sea, tales como la súplica de al-‘Ala
ibn al-Hadrami, quien dijo: “Oh, Pacientísimo, Oh, Omnisapiente, Oh,
Altísimo, Oh, Todopoderoso, danos lluvia” (p. 150), y en otra ocasión
ofreció una súplica similar para que su ejército pueda cruzar un río. Y hay
muchas historias similares.

Todo esto es evidencia
que indica que en principio, es permisible pedirle a Dios por un evento
extraordinario, como un milagro.

Pero debemos señalar que
quien quiera ofrecer tal súplica no debe ignorar algunas cosas importantes:

1 – En primer lugar,
quien quiere rezar pidiendo un milagro debe pedirle a Dios que lo convierta
en uno de Sus amigos cercanos y debe buscar Su cercanía, de tal manera que
Dios no lo prive de lo que está buscando y lo honre con eso.

2 – Su intención debe ser
sinceramente por la causa de Dios, y no debe intentar con ello presumir ante
los demás ni competir con otros. Más bien, debe buscar el estatus más
cercano a Dios y el más querido ante Él, por lo tanto debe pedir lo que es
permisible para él, que es un milagro (karámah).
Sobre mu’yizah, esto
es sólo permisible para los profetas.

3 – Debe haber una
necesidad válida para pedir esto, tal como quien le pide a Dios un hijo aún
cuando está avanzado en años, o Le pide por lluvia y por el término de una
sequía. Sobre pedirle a Dios para divertirse o pedirle cosas extraordinarias
que no beneficiarán a nadie en términos mundanos ni religiosos, no es
permisible pedir eso.

El Imam al-Quráfi dijo:
“Una de las acciones prohibidas que no constituyen un acto de incredulidad
es pedirle a dios por cosas que son ordinariamente imposibles, a menos que
uno sea un profeta, porque la norma para los profetas (la paz sea con ellos)
es lo extraordinario, por lo tanto es permisible para ellos pedir eso, como
por ejemplo cuando pidieron la mesa servida que descendió del cielo y el
camello que salió de una roca sólida. Porque para quien es wali (amigo
cercano de Dios, singular de awliya’) tiene usualmente estos milagros
(karaamát), entonces es permisible que siga adelante con eso, en el caso de
estas dos categorías de gente, esto no se considera como un comportamiento
pobre.

Una tercera categoría es
la persona que no es un wali pero pide un milagro, y el significado detrás
de su pedido es para que Dios lo convierta en un wali o alguien cercano a
Él, para que pueda merecer estos milagros.

Para estos tres tipos de
personas, no está prohibido.

Sobre lo que está
prohibido, esto incluye por ejemplo, pedirle a Dios que uno no necesite
respirar aire para que esté seguro que no se pueda sofocar. Las normas
indican que esto es imposible. Otros ejemplos incluyen pedirle a Dios un
hijo sin haber tenido sexo o los frutos de una cosecha sin tener árboles ni
plantas. Las normas indican que esto es imposible, por lo tanto quien pide
estas cosas está mostrando un comportamiento pobre hacia Dios, glorificado y
exaltado sea”. Fin de la cita.

El autor (que Allah tenga
misericordia de él) discutió en gran detalle algunos puntos y reservas
alrededor de este punto. Pero hemos citado aquí lo necesario acerca de este
punto.

Anwár al-Burúq fi Amwá’
al-Furuq, 4/268.

Y Allah sabe más.

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