Pregunta: “�C�mo puedo descubrir mi llamado espiritual?”

Respuesta:

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Pregunta: “�C�mo puedo descubrir mi llamado espiritual?”

Respuesta:
Las personas quieren saber c�mo pueden encontrar sus llamados espirituales, es decir, lo que Dios les llama a hacer con sus vidas. Quieren conocer el �nico y grandioso prop�sito que Dios tiene para ellos, el principal don espiritual que llegar� a cientos, miles o millones de personas. Sin embargo, la verdad es que Dios no llama a muchas personas a consagrar sus vidas a un �rea espec�fica. Y si lo hace, lo hace en Su propio tiempo.

En la cultura cristiana popular, normalmente son las personas que encuentran su lugar y se quedan all� durante a�os quienes reciben la atenci�n. Los principales l�deres de las iglesias, m�sicos y evangelistas generalmente pasan d�cadas trabajando y perfeccionando el �rea en la que Dios los ha llamado a servir. Sin embargo, la gran mayor�a de los creyentes no son llamados a un solo y novedoso ministerio. Por el contrario, somos llamados a varios, dependiendo de nuestra etapa de vida, nuestro nivel de madurez espiritual y las necesidades de los que nos rodean. Dios nos llama a servir donde estamos. Alguien con el don de la ense�anza puede dirigir una clase de escuela dominical durante un tiempo, ense�ar en una escuela cristiana y luego escribir un plan de estudios. O puede trabajar en un banco y encontrar oportunidades para ense�ar a otros sobre Dios en situaciones m�s informales. En �ltima instancia, estamos llamados a suplir las necesidades del cuerpo (1 Corintios 12:7), pero eso no significa que tengamos un �nico ministerio de por vida en el que concentrarnos, aunque a veces es as�.

A veces, Dios s� le da a una persona un ministerio espec�fico, pero siempre lo hace en Su tiempo. Al igual que el entrenamiento antes de una competici�n, se necesita tiempo para desarrollar la sabidur�a y las habilidades que necesitamos (1 Corintios 3:2). Si Dios nos diera la misi�n antes del entrenamiento, tratar�amos de hacer demasiadas cosas antes de tiempo. Por el contrario, Dios nos frena, tom�ndose el tiempo necesario para desarrollar nuestras habilidades pr�cticas (Lucas 2:52), el conocimiento espiritual (2 Pedro 3:18) y la fe (Santiago 2:22). Santiago habl� de esto en Santiago 1:2-4: “Hermanos m�os, tened por sumo gozo cuando os hall�is en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que se�is perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”.

Muchas personas est�n ansiosas por descubrir su llamado de parte de Dios, sin embargo, cuando el t�rmino “llamado” se utiliza en el Nuevo Testamento, casi siempre se refiere a nuestro llamado como creyentes (Romanos 11:29; 1 Corintios 1:2; Efesios 1:18, 4:1, 4; 2 Tesalonicenses 1:11; 2 Timoteo 1:9; Hebreos 3:1; 2 Pedro 1:10), no a nuestro llamado a un ministerio espec�fico. En �ltima instancia, nuestro “llamado” es amar a Dios, amar a los dem�s, obedecer a Dios y cuidar de los dem�s. Si nos concentramos en cumplir con las responsabilidades que �l nos ha dado ahora, Dios se encargar� de nuestro impacto en el mundo.

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