Pregunta: “�C�mo puedo ser m�s semejante a Cristo?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�C�mo puedo ser m�s semejante a Cristo?” Respuesta: El deseo de Dios para todos los que lo conocen es que lleguemos a ser m�s como Cristo. Esto se logra cuando primero crecemos en nuestro conocimiento de Cristo. Es l�gico que no podamos crecer para parecernos a alguien que no conocemos. Cuanto m�s profundo…

2018 logo BW
topreadz.com/Espanol


Pregunta: “�C�mo puedo ser m�s semejante a Cristo?”

Respuesta:
El deseo de Dios para todos los que lo conocen es que lleguemos a ser m�s como Cristo. Esto se logra cuando primero crecemos en nuestro conocimiento de Cristo. Es l�gico que no podamos crecer para parecernos a alguien que no conocemos. Cuanto m�s profundo sea nuestro conocimiento de Cristo, m�s profunda ser� nuestro conocimiento de �l, y m�s nos pareceremos a �l. Entre otros motivos, debemos conocer y comprender a Cristo para estar seguros en la fe.
El ap�stol Pablo reitera esta verdad en Efesios 4:14-16: “para que ya no seamos ni�os fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para enga�ar emplean con astucia las artima�as del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre s� por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, seg�n la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edific�ndose en amor”. Este hecho se repite una vez m�s en 2 Pedro 3:17-18: “As� que vosotros, oh amados, sabi�ndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caig�is de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Se�or y Salvador Jesucristo. A �l sea gloria ahora y hasta el d�a de la eternidad. Am�n”. Estos pasajes nos muestran que crecer en el conocimiento de Cristo nos preservar� del error que destruye la fe.
Por supuesto, el conocimiento por s� solo no producir� un car�cter semejante al de Cristo. El conocimiento que obtenemos de la Palabra de Dios debe impactar nuestros corazones y convencernos de la necesidad de obedecer lo que hemos aprendido. Romanos 12:1-2 nos dice categ�ricamente que el proceso de llenar nuestras mentes con el conocimiento de Dios no s�lo nos acerca a la semejanza de Cristo, sino que la obediencia a ese conocimiento nos alinea con la perfecta voluntad de Dios: “As� que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que present�is vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conform�is a este siglo, sino transformaos por medio de la renovaci�n de vuestro entendimiento, para que comprob�is cu�l sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
La consecuencia natural de conocer y obedecer a Dios es que �l se hace cada vez mayor, mientras que nosotros cada vez menos, a medida que le cedemos el control de nuestras vidas. As� como Juan el Bautista sab�a que “[Jes�s] deb�a crecer, y yo menguar” (Juan 3:30), as� el cristiano crece para reflejar m�s de Cristo y menos de su propia naturaleza. Lucas lo resume mejor cuando describe lo que Jes�s dijo a Sus disc�pulos: “Si alguno quiere venir en pos de m�, ni�guese a s� mismo, tome su cruz cada d�a, y s�game. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perder�; y todo el que pierda su vida por causa de m�, este la salvar�” (Lucas 9:23-24). La cruz era un instrumento de muerte, y Jes�s nos anima a tomar nuestra cruz para dar muerte en ella a nuestra vieja naturaleza pecaminosa. Dios quiere que nos olvidemos de este mundo y de todos sus placeres temporales y que seamos obedientes a Su Palabra. Jes�s es la Palabra viva (Juan 1:1), y la Biblia es la Palabra escrita de Dios. Por lo tanto, conformarse a la Palabra de Dios es conformarse a Cristo.
Es importante comprender que para llegar a ser m�s como Cristo hay que recibirlo como Salvador de nuestros pecados. Luego crecemos en nuestro conocimiento de Dios leyendo la Biblia diariamente, estudi�ndola y siendo obedientes a lo que dice. Este proceso nos hace crecer y ocurre durante toda una vida en Cristo. Este proceso culmina cuando entramos al Cielo para la eternidad con Dios.

©

Similar Posts

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.