Pregunta: “�Confiere la Biblia autoridad espiritual a una persona sobre otra?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Confiere la Biblia autoridad espiritual a una persona sobre otra?” Respuesta: “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegr�a, y no quej�ndose, porque esto no os es provechoso” (Hebreos 13:17). S�, la Biblia afirma claramente…

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Pregunta: “�Confiere la Biblia autoridad espiritual a una persona sobre otra?”

Respuesta:

“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegr�a, y no quej�ndose, porque esto no os es provechoso” (Hebreos 13:17). S�, la Biblia afirma claramente que Dios da a algunos individuos autoridad espiritual sobre otros. Hay varios niveles de autoridad en la vida de cualquier persona, y cada uno de estos niveles puede involucrar a diferentes personas en diferentes posiciones de autoridad. Por supuesto, debemos comenzar con la m�xima autoridad, que es Dios. G�nesis 1:1 dice: “En el principio cre� Dios los cielos y la tierra”. Todo lo que existe fue creado por Dios, y por esa raz�n, Dios tiene la m�xima autoridad, o soberan�a, sobre todas las cosas. Cuando Mois�s entreg� la ley a los israelitas, la autoridad soberana de Dios era la base sobre la que deb�an someterse a ella (Deuteronomio 4:39-40).

Cuando Job luchaba con el problema del dolor y el sufrimiento en su vida, reconoci� que Dios hizo todas las cosas, y nadie puede cuestionar Su autoridad (Job 9:1-12). En el Antiguo Testamento, uno de los t�tulos que reflejan esta autoridad es “Dios alt�simo” (G�nesis 14:22), y en el Nuevo Testamento, se le llama “Se�or del cielo y de la tierra” (Hechos 17:24). Jesucristo, que es Dios en la carne, tiene toda la autoridad (Mateo 28:18) y a su vez ha asignado parte de esa autoridad a varias personas en la tierra. A causa de nuestra naturaleza pecaminosa, y de los abusos o fracasos de la autoridad que hemos experimentado, la mayor�a de las personas en ocasiones luchan por someterse a las autoridades.

Un nivel de autoridad que Dios ha concedido a los hombres es el civil o gubernamental. Romanos 13:1-6 afirma que “los poderes son ordenados por Dios”. Independientemente de que los gobernantes sean creyentes o no, y de que lo reconozcan o no, su autoridad civil es en realidad un tipo de autoridad espiritual, ya que “son ministros de Dios”, que ejercen el poder en nombre de Dios. Cuando nos resistimos a su autoridad, en realidad estamos resistiendo a Dios. La Biblia nos recuerda en Colosenses 3:22-24 que nuestra sumisi�n y servicio a las autoridades humanas debe hacerse “de coraz�n, como para el Se�or y no para los hombres”.

Otro nivel de autoridad establecido por Dios es dentro del hogar. Efesios 5:22-24 ordena a las esposas que se sometan a sus maridos como se someter�an a Dios, porque el marido es la cabeza de la esposa, as� como Cristo es la cabeza de la iglesia. Esta jerarqu�a de autoridad se repite en 1 Corintios 11:3, mostrando que la mujer se somete al hombre, quien se somete a Cristo, que a su vez se somete al Padre. A los hijos se les ordena que se sometan a sus padres en Efesios 6:1, y Colosenses 3:20 dice que esto es agradable a Dios.

As� como Dios estableci� la autoridad dentro del gobierno civil y el hogar, tambi�n estableci� una autoridad espec�fica dentro de la iglesia. Como cristianos, todos somos coherederos con Cristo (Romanos 8:17) y tenemos total acceso a Dios por el Esp�ritu Santo (Efesios 2:18). Aunque Dios no hace acepci�n de personas (Romanos 2:11), ha decidido colocar a algunos en puestos de autoridad para mantener el orden y el crecimiento (Efesios 4:11-13). La iglesia primitiva reconoc�a la autoridad de los ap�stoles y se somet�a a su ense�anza y direcci�n (Hechos 6:2; 15:2). Adem�s de los ap�stoles, los ancianos o pastores de las iglesias ten�an la misma autoridad. Cuando Pablo y Bernab� establecieron iglesias en sus viajes misioneros (Hechos 14:23), ordenaron ancianos en cada iglesia. Estos ancianos (presb�teros) eran responsables de ense�ar (pastorear), supervisar (ser un obispo) y ser ejemplos para la iglesia (1 Pedro 5:1-3). Como l�deres espirituales, estos ancianos tienen una mayor responsabilidad ante Dios (Santiago 3:1) y deben cumplir con los requisitos que Dios ha establecido (Tito 1:5-9; 1 Timoteo 3:1-7). A los creyentes se les dice que reconozcan y respeten a los que est�n por encima de ellos en asuntos espirituales (1 Tesalonicenses 5:12-13) e incluso que los apoyen econ�micamente (1 Timoteo 5:17-18).

En temas de autoridad, la gu�a principal es la sumisi�n. Primera de Pedro 5:5-6 dice: “Igualmente, j�venes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revest�os de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que �l os exalte cuando fuere tiempo”. En la inigualable sabidur�a de Dios, �l ha elegido a algunos para tener autoridad y a otros para estar bajo esa autoridad. Tal vez lo m�s sorprendente es que �l tambi�n ha ense�ado que una de las m�s altas calificaciones para aquellos en posiciones de autoridad es la humildad. “Si alguno quiere ser el primero, ser� el postrero de todos, y el servidor de todos” (Marcos 9:35). Este es el ejemplo que dio Jes�s, la m�xima autoridad espiritual, cuando se hizo el m�s humilde de todos y se someti� a morir en nuestro lugar (Filipenses 2:7-11).

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