Pregunta: “�Conocer a Jes�s vs. conocer sobre Jes�s… �cu�l es la diferencia?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Conocer a Jes�s vs. conocer sobre Jes�s… �cu�l es la diferencia?” Respuesta: Las p�ginas web de fans y las revistas nos ayudan a responder a esta pregunta. Los fan�ticos de las estrellas de cine, televisi�n, m�sica o deportes gastan dinero y tiempo para obtener informaci�n, fotos y chismes sobre sus estrellas favoritas. Despu�s…

2018 logo BW
topreadz.com/Espanol


Pregunta: “�Conocer a Jes�s vs. conocer sobre Jes�s… �cu�l es la diferencia?”

Respuesta:
Las p�ginas web de fans y las revistas nos ayudan a responder a esta pregunta. Los fan�ticos de las estrellas de cine, televisi�n, m�sica o deportes gastan dinero y tiempo para obtener informaci�n, fotos y chismes sobre sus estrellas favoritas. Despu�s de leer detenidamente este material, los fans sienten como si realmente conocieran a sus h�roes. Pero, �lo saben? Pueden conocer ciertos hechos sobre su h�roe preferido. Pueden mencionar la fecha de nacimiento, el color favorito y las mascotas que tuvieron en su infancia, pero si conocieran a esa persona cara a cara, �qu� dir�a el h�roe? �Conoce el admirador realmente al h�roe?

Jes�s respondi� a la pregunta en Mateo 7:21-23: “No todo el que me dice: Se�or, Se�or, entrar� en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que est� en los cielos. Muchos me dir�n en aquel d�a: Se�or, Se�or, �no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declarar�: Nunca os conoc�; apartaos de m�, hacedores de maldad”. Hab�a gente en los d�as de Jes�s que pensaba que eran amigos suyos porque conoc�an la Ley, hac�an reglas estrictas para ellos mismos (y para los dem�s) y escuchaban Sus ense�anzas. Le segu�an, aplaud�an los milagros, y les gustaba algo de lo que dec�a. Pero Jes�s los llama “hacedores de maldad” y afirma, “Nunca os conoc�”.

Hoy en d�a hay miles de personas que conocen algo de Jes�s, es decir, saben algunos hechos de �l, pueden memorizar algunos vers�culos de la Biblia, y tal vez incluso asisten a la iglesia. Pero nunca han permitido que los hechos se conviertan en su realidad personal. Tienen el conocimiento en sus cabezas sin permitir que la verdad penetre en sus corazones. Jes�s explic� el problema: “Este pueblo de labios me honra; mas su coraz�n est� lejos de m�. Pues en vano me honran, ense�ando como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mateo 15:8-9; Marcos 7:6).

Puede ser f�cil reemplazar la religi�n por una verdadera relaci�n con Jes�s. A menudo pensamos que, si estamos haciendo “cosas cristianas”, eso es todo lo que cuenta. Podemos valorar los hechos de la muerte y la resurrecci�n de Jes�s, pero hasta que no le hayamos hecho nuestro Se�or, los hechos no nos sirven de nada (Juan 3:16-18; Hechos 10:43; Romanos 10:9). Hay una diferencia entre el entendimiento intelectual y la fe salvadora. Conocer a Jes�s significa que hemos aceptado Su sacrificio a favor nuestro (2 Corintios 5:21). Le pedimos que sea el Se�or de nuestras vidas (Juan 1:12; Hechos 2:21). Nos identificamos con �l en Su muerte y consideramos que nuestro viejo hombre yo ha muerto con �l (Colosenses 3:3; Romanos 6:2, 5; G�latas 6:14; 2:20). Aceptamos Su perd�n, que limpia nuestro pecado y buscamos conocerle en �ntima comuni�n a trav�s de Su Esp�ritu Santo (Juan 17:3; Filipenses 3:10; 1 Juan 2:27).

Cuando nos arrepentimos de nuestro pecado y rendimos nuestras vidas a �l, Jes�s nos da el Esp�ritu Santo (Hechos 2:38; Juan 14:26; 16:13). El Esp�ritu Santo viene a vivir dentro de nosotros, transform�ndonos por siempre (1 Corintios 6:19; 1 Juan 3:9). Los hechos que conocemos de Jes�s cobran vida a medida que lo conocemos personalmente. Digamos que has le�do que tu estrella de cine favorita tiene ojos verdes y un hoyuelo en su ment�n. Esos rasgos son s�lo hechos en el papel hasta que la conoces cara a cara. Luego, inesperadamente, esos ojos verdes te miran, y el hoyuelo aparece en su barbilla cuando sonr�e. Te cuenta sobre su d�a, sus miedos y sus sentimientos. Puede que recuerdes que ya hab�as o�do esos hechos antes, pero ahora los est�s experimentando. Sab�as de ella antes, pero ahora la conoces. Lo abstracto se ha convertido en concreto. Las cosas que cre�as saber empiezan a tener sentido cuando entras en una relaci�n.

Jes�s es una persona. Conocerlo a �l es entrar en una relaci�n. El m�s grande mandamiento es “Amar�s al Se�or tu Dios con todo tu coraz�n, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” (Mateo 22:37; Marcos 12:30; Lucas 10:27). Es dif�cil amar a alguien que no conoces. Amarle empieza con una rendici�n a Su plan para tu vida. Eso es lo que significa hacerle Se�or (Mateo 6:33; Romanos 10:9-10; Salmo 16:8). La naturaleza de Dios es tan amplia y compleja que ning�n ser humano puede saber completamente todo lo que hay que saber sobre �l. Sin embargo, la vida consiste en buscarlo continuamente, aprender m�s sobre �l y disfrutar de Su comuni�n (Jerem�as 29:13; Filipenses 3:8).

©

Similar Posts

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.