Pregunta: “�Cu�l es el significado de �no ten�is porque no ped�s� en Santiago 4:2?”

Respuesta:

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Pregunta: “�Cu�l es el significado de �no ten�is porque no ped�s� en Santiago 4:2?”

Respuesta:
El libro de Santiago contiene muchas instrucciones pr�cticas sobre c�mo deben vivir los cristianos. Santiago escribi� a creyentes que parec�an tener bastantes problemas con su comportamiento. Uno de ellos, el que aborda al principio del cap�tulo 4, tiene que ver con su deseo de conseguir cosas.

Santiago 4:1-3: “�De d�nde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? �No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codici�is, y no ten�is; mat�is y ard�is de envidia, y no pod�is alcanzar; combat�s y luch�is, pero no ten�is lo que dese�is, porque no ped�s. Ped�s, y no recib�s, porque ped�s mal, para gastar en vuestros deleites”.

El pasaje revela los siguientes actos y actitudes inapropiados:

1. La gente deseaba mucho, y esto les hac�a pelear y re�ir entre ellos. Probablemente, se sent�an frustrados los unos con los otros al no poder conseguir lo que quer�an.

2. La imposibilidad de conseguir lo que quer�an hab�a llevado a algunos de ellos a “matar”. Tal vez se estaban matando literalmente unos a otros; lo m�s probable es que estuvieran pensando y haciendo cosas desagradables que, seg�n Jes�s, equivaldr�an a un asesinato (Mateo 5:22; cf. 1 Juan 3:15).

3. Codiciaban, pero no pod�an conseguir lo que quer�an, as� que segu�an discutiendo y peleando.

4. Se negaban a orar o, si lo hac�an, lo hac�an por motivos ego�stas.

Desafortunadamente, el grupo de personas a las que Santiago escribe se parece a muchas personas hoy en d�a. Hay cristianos que se dedican a promover su propia agenda para conseguir lo que quieren de cualquier manera. Cuando se ven frustrados en sus objetivos, arremeten contra los dem�s.

Santiago dice que hay una mejor manera. En vez de codiciar, re�ir, pelear e incluso matar, los cristianos necesitan simplemente pedir a Dios lo que quieren. Una de las razones por las que no tienen lo que quieren es que no han pedido.

Hay un debate en los c�rculos teol�gicos sobre si Dios realmente “cambia de opini�n” como respuesta a nuestras oraciones. Algunos dicen que Dios nunca cambia de opini�n, que siempre har� lo que hab�a planificado en un principio. Otros se van al extremo opuesto y dicen que Dios no puede o no har� nada a menos que se lo pidamos. Santiago 4 realmente no aborda estos temas tan importantes. Simplemente dice que, si hay algo que queremos, tenemos que ped�rselo a Dios, y no recurrir a medios imp�os. Es l�gico que haya cosas que no obtendremos a menos que las pidamos, pero, si las pedimos, las recibiremos. Por lo tanto, si hay algo que queremos, tenemos que pedir. Los cristianos deben orar.

Por supuesto, la afirmaci�n de Santiago de que “no ten�is porque no ped�s” no garantiza que vayamos a obtener todo lo que pedimos. Un padre puede decirle a su hijo que no robe nada del dep�sito de herramientas, sino que simplemente pida si quiere algo. Pero, si el ni�o de 10 a�os pide la motosierra, el padre, por razones de seguridad, no se la puede dar. De la misma manera, cuando pedimos algo a Dios, �l tiene el derecho de hacer lo mejor para nosotros.

Santiago 4:3 plantea otra situaci�n en la que Dios puede no conceder nuestras peticiones: “Ped�s, y no recib�s, porque ped�s mal, para gastar en vuestros deleites”. As� pues, aunque es mejor pedirle cosas a Dios en vez de maquinar y luchar y tratar de conseguirlas a costa de otras personas, hay algunas peticiones que a�n son ego�stas en el fondo, y �stas Dios nos las negar�. La conclusi�n es que, cuando quieres algo, tienes que ped�rselo a Dios y dejar que �l decida lo que es mejor para ti.

Hay algunas veces en las que Dios puede decir “no” porque pedimos con motivos equivocados, y puede haber algunas veces en las que �l dice “s�” porque quiere que tengamos lo que pedimos. Nuestra oraci�n es nuestra se�al de que estamos aplazando la decisi�n de Dios sobre lo que obtenemos y c�mo lo obtenemos. Sabiendo que lo que Dios quiere darnos es infinitamente m�s valioso y bueno para nosotros que lo que podemos so�ar por nosotros mismos, oramos con confianza y fe.

Si hay algo que quieres, tienes que ped�rselo a Dios. Muchas veces, “no tienes porque no pides”. No hay garant�a de que lo consigas, pero es la mejor oportunidad que tienes, y la oraci�n te mantendr� dentro de la voluntad de Dios. Cuando hayas sometido tu voluntad a la de �l, estar�s contento con lo que te d�, independientemente de si obtienes o no lo que pediste en un principio.

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