Pregunta: “�Cu�l es la relaci�n entre Dios y el tiempo?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Cu�l es la relaci�n entre Dios y el tiempo?” Respuesta: Vivimos en un mundo f�sico con sus cuatro dimensiones espacio-tiempo llamadas longitud, anchura, altura (o profundidad) y tiempo. Sin embargo, Dios habita en un reino diferente — la esfera del esp�ritu — m�s all� de la percepci�n de nuestros sentidos f�sicos. No es…

2018 logo BW
topreadz.com/Espanol



Pregunta: “�Cu�l es la relaci�n entre Dios y el tiempo?”

Respuesta:
Vivimos en un mundo f�sico con sus cuatro dimensiones espacio-tiempo llamadas longitud, anchura, altura (o profundidad) y tiempo. Sin embargo, Dios habita en un reino diferente — la esfera del esp�ritu — m�s all� de la percepci�n de nuestros sentidos f�sicos. No es que Dios no sea real; es una cuesti�n de que �l no est� limitado por las leyes y dimensiones f�sicas que gobiernan nuestro mundo (Isa�as 57:15). Sabiendo que “Dios es esp�ritu” (Juan 4:24), �cu�l es Su relaci�n con el tiempo?

En el Salmo 90:4, Mois�s us� una analog�a simple pero profunda para describir la eternidad de Dios: “Porque mil a�os delante de tus ojos son como el d�a de ayer, que pas�, y como una de las vigilias de la noche”. La eternidad de Dios se contrasta con la temporalidad del hombre. Nuestras vidas son cortas y fr�giles, pero Dios no se debilita o falla con el paso del tiempo.

En cierto sentido, la marca del tiempo es irrelevante para Dios porque �l la trasciende. Pedro, en 2 Pedro 3:8, advirti� a sus lectores que no dejaran pasar por alto este hecho tan importante: que la perspectiva de Dios sobre el tiempo es muy diferente a la de la humanidad (v�ase tambi�n el Salmo 102:12, 24-27). El Se�or no est� sujeto al tiempo como nosotros. �l est� por encima y m�s all� de la esfera del tiempo. Dios ve todo el pasado y el futuro de la eternidad. El tiempo que pasa en la tierra es un parpadeo desde la perspectiva eterna de Dios. Un segundo no es diferente de un e�n; mil millones de a�os pasan como segundos para el Dios eterno.

Aunque no podemos comprender esta idea de la eternidad o la intemporalidad de Dios, en nuestras mentes finitas tratamos de limitar un Dios infinito a nuestro tiempo. Aquellos que neciamente exigen que Dios opere de acuerdo a su tiempo, ignoran el hecho de que �l es el “Alto y Sublime… que vive para siempre” (Isa�as 57:15). Esta descripci�n de Dios est� muy lejos de la condici�n del hombre: “Los d�as de nuestra edad son setenta a�os; y si en los m�s robustos son ochenta a�os, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos” (Salmo 90:10).

Una vez m�s, debido a nuestras mentes finitas, s�lo podemos comprender en parte el concepto de la existencia eterna de Dios. Y al hacerlo, lo describimos como un Dios sin principio ni fin, eterno, infinito, sempiterno, etc. El Salmo 90:2 declara, “Desde el siglo y hasta el siglo, t� eres Dios” (ver tambi�n el Salmo 93:2). Siempre lo ha sido y siempre lo ser�.

Entonces, �qu� es el tiempo? En pocas palabras, el tiempo es la duraci�n. Nuestros relojes marcan el cambio o, m�s precisamente, nuestros relojes son puntos de referencia de cambio que indican el paso del tiempo. Podr�amos decir, entonces, que el tiempo es una condici�n previa necesaria para el cambio y el cambio es una condici�n suficiente para establecer el paso del tiempo. En otras palabras, cada vez que hay alg�n tipo de cambio, sabemos que el tiempo ha pasado. Vemos esto a medida que avanzamos en la vida, a medida que envejecemos. Y no podemos recuperar los minutos que han pasado.

Adem�s, la ciencia de la f�sica nos dice que el tiempo es una propiedad que resulta de la existencia de la materia. Como tal, el tiempo existe cuando existe la materia. Pero Dios no es materia; Dios, de hecho, cre� la materia. El punto es este: el tiempo comenz� cuando Dios cre� el universo. Antes de eso, Dios simplemente exist�a. Como no hab�a materia, y como Dios no cambia, el tiempo no exist�a y por lo tanto carec�a de significado, no ten�a relaci�n con �l.

Y esto nos lleva al significado de la palabra eternidad. Eternidad es un t�rmino utilizado para expresar el concepto de algo que no tiene fin y/o principio. Dios no tiene ni principio ni fin. �l est� fuera de la esfera del tiempo. La eternidad no es algo que se pueda relacionar absolutamente con Dios. Dios est� incluso m�s all� de la eternidad.

Las Escrituras revelan que Dios vive fuera de los l�mites del tiempo tal como lo conocemos. Nuestro destino fue planeado “antes del principio de los tiempos” (2 Timoteo 1:9; Tito 1:2) y “antes de la creaci�n del mundo” (Efesios 1:4; 1 Pedro 1:20). “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se ve�a” (Hebreos 11:3). En otras palabras, el universo f�sico que vemos, o�mos, sentimos y experimentamos, no fue creado a partir de la materia existente, sino de una fuente independiente de las dimensiones f�sicas que podemos percibir.

“Dios es esp�ritu” (Juan 4:24), y, por consiguiente, Dios es eterno y no est� eternamente en el tiempo ni est� m�s all� del tiempo. El tiempo fue simplemente creado por Dios como una parte limitada de Su creaci�n para acomodar el funcionamiento de Su prop�sito en Su universo desechable (ver 2 Pedro 3:10-12).

Una vez que complet� Su actividad de creaci�n, incluyendo la creaci�n del tiempo, �qu� concluy� Dios? “Dios vio todo lo que hab�a hecho, y era muy bueno” (G�nesis 1:31). De hecho, Dios es esp�ritu en la esfera de la eternidad.

Como creyentes, tenemos un profundo sentido de tranquilidad al saber que Dios, aunque intemporal y eterno, est� en el tiempo con nosotros ahora mismo; no es de una trascendencia inalcanzable, sino que est� aqu� mismo en este momento con nosotros. Y porque est� en este momento, puede responder a nuestras necesidades y oraciones.

©

Similar Posts

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.