Pregunta: “�Cu�les son algunos de los fascinantes descubrimientos de la arqueolog�a b�blica?”

Respuesta:

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Pregunta: “�Cu�les son algunos de los fascinantes descubrimientos de la arqueolog�a b�blica?”

Respuesta:
La arqueolog�a b�blica es la ciencia que investiga y recupera restos de culturas pasadas que pueden confirmar, o al menos aclarar la narraci�n b�blica. La arqueolog�a b�blica comprende el estudio de la arquitectura, el idioma, la literatura, el arte, las herramientas, la cer�mica y muchos otros elementos que han sobrevivido a los embates del tiempo. Desde hace casi doscientos a�os, los estudiosos de la arqueolog�a b�blica trabajan en Oriente Medio en su intento por recuperar el pasado. Ha habido miles de hallazgos arqueol�gicos que han hecho que el estudio avance considerablemente, aunque algunos son m�s significativos que otros. Algunos de estos hallazgos han sido los Rollos del Mar Muerto, la Inscripci�n de Tel Dan, el Osario de Caif�s, el Hombre Crucificado, los Amuletos de Ketef Hinnom, el Ostrac�n de la Casa de Dios y la Inscripci�n de Pilatos. Analicemos brevemente cada uno de ellos para ver por qu� son importantes.

Los Rollos del Mar Muerto: Uno de los hallazgos m�s importantes en el campo de la arqueolog�a b�blica es el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto en 1947 en la zona de Qumr�n, en la orilla noroeste del Mar Muerto. El hallazgo consta de unos 900 documentos y fragmentos. Los rollos datan del a�o 100 d.C. e incluyen una copia completa del libro de Isa�as. La importancia del hallazgo radica en la antig�edad de los documentos y en la sorprendente ausencia de variantes respecto a los documentos m�s fiables, como el Texto Masor�tico, el Codex Vaticanus y el Codex Sinaiticus. La gran mayor�a de las variantes (alrededor del 99%) son errores de puntuaci�n u ortogr�ficos. Aunque parezca incre�ble, ninguna de las variantes ha cambiado el significado del texto, ni contiene diferencias teol�gicas significativas. Esto nos da la seguridad de que el texto que tenemos hoy en nuestra Biblia es el mismo que ten�a la iglesia primitiva hace dos mil a�os. Ning�n otro manuscrito secular puede hacer la misma afirmaci�n.

Inscripci�n de Tel Dan: Esta piedra contiene una inscripci�n que es la primera referencia a la dinast�a dav�dica fuera de la Biblia. Fue erigida por Hazael, rey de Aram, la actual Siria. La inscripci�n hace referencia a una victoria militar y corresponde al relato b�blico de 2 Cr�nicas 22. Esta inscripci�n data del siglo IX a.C., lo que nos permite datar con exactitud la dinast�a dav�dica y verificar su existencia. Es la �nica referencia extra b�blica a la Casa de David que se ha descubierto hasta la fecha.

Osario de Caif�s: Un osario es una caja de piedra o cer�mica en la que se entierran los restos de un difunto (un antiguo ata�d). El osario de Caif�s lleva la inscripci�n “Yeosef bar Qafa” y est� fechado en el periodo del segundo templo. Yeosef (Jos�) era el hijo de Caif�s. Esto verifica que hab�a un sumo sacerdote en la �poca de Jes�s y su nombre era Caif�s. Caif�s fue el sacerdote que presidi� el juicio falso en contra de Jes�s (Mateo 26:57-67).

Hombre Crucificado: Se trata de los restos de un esqueleto completo de un hombre crucificado en el siglo I. El hueso del pie contiene un clavo de crucifixi�n doblado. Ha habido quienes han argumentado que la crucifixi�n de Cristo fue un enga�o porque esa no era una forma de pena capital en la �poca de Cristo. Estos restos verifican que la crucifixi�n fue realizada y que la crucifixi�n de Jes�s se hizo exactamente como se describe en la narraci�n b�blica.

Amuletos de Ketef Hinnom: En 1979, se encontraron dos pergaminos de plata que se usaban como amuletos en una tumba de Ketef Hinnom, situada en el valle de Hinnom, donde se hab�an colocado alrededor del siglo VII a.C. El delicado proceso de desenrollar los pergaminos y desarrollar un m�todo que impidiera su desintegraci�n llev� tres a�os. Por breves que sean, los amuletos son los textos m�s antiguos de la Biblia hebrea que se conservan. Al desenrollar los amuletos, los arque�logos b�blicos encontraron dos inscripciones importantes. Una es una bendici�n del sacerdote del templo del libro de los N�meros: “El Se�or te bendiga, y te guarde; el Se�or haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; el Se�or alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz” (N�meros 6:24-26). El otro es el tetragr�maton YHWH, el nombre del Se�or, del que obtenemos el espa�ol Jehov� o Yav�. Los amuletos son 500 a�os anteriores a los Rollos del Mar Muerto y son el ejemplo m�s antiguo que se conoce del nombre del Se�or por escrito.

Ostrac�n de la Casa de Dios: Los ostraca -escrituras en cer�mica- son hallazgos comunes en las excavaciones arqueol�gicas. El ostrac�n de la Casa de Dios se encontr� en Arad, una ciudad cananea del Neguev. Se encontraron m�s de 100 piezas de ostraca y se calcul� que eran de principios del siglo VI a.C. Son importantes las referencias al templo de Jerusal�n y a nombres de personas que aparecen en las Escrituras. Esto no s�lo ayuda a fijar la fecha del templo, sino que verifica la existencia de las personas que aparecen en el texto b�blico.

Inscripci�n de Pilatos: Esta piedra se encontr� en Ces�rea, en la costa mediterr�nea. La piedra se encontr� en el teatro de Ces�rea y lleva una inscripci�n que menciona el nombre de Poncio Pilato, procurador de Judea, y el Tiberio, que era un edificio que Pilato construy� en honor del emperador Tiberio. Se ha escrito mucho para desacreditar la narraci�n b�blica en cuanto a la existencia de Pilato; esta tablilla dice claramente que era de “Poncio Pilato, prefecto de Judea” y verifica que fue una persona que vivi� en la �poca de Jes�s, exactamente como est� escrito en la narraci�n b�blica.

Estos hallazgos son interesantes desde el punto de vista educativo y validan la exactitud hist�rica de la Biblia. Pero para el creyente, hallazgos como estos no deber�an a�adir nada a nuestra comprensi�n de la importancia o credibilidad de la Biblia. La Biblia es la palabra escrita de Dios, inerrante e infalible, y ha sido inspirada por Dios a los escritores humanos y es �til para edificar y ense�ar a los creyentes los caminos de Dios: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y �til para ense�ar, para redarg�ir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17). La Biblia no necesita pruebas que corroboren su verdad, aunque es interesante observar que ning�n hallazgo cient�fico o arqueol�gico jam�s ha refutado una sola palabra de las Escrituras, y muchos, muchos hallazgos han confirmado su exactitud hist�rica y cient�fica.

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