Pregunta: “�Es el cristianismo una religi�n de blancos?”

Respuesta:

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Pregunta: “�Es el cristianismo una religi�n de blancos?”

Respuesta:
A veces se acusa al cristianismo de ser una “religi�n de blancos”, debido a las conexiones hist�ricas que el cristianismo tuvo con el surgimiento de las naciones europeas y la fundaci�n de Estados Unidos. Esto se acent�a por el hecho de que, durante la �poca de la trata de esclavos africanos, muchos propietarios de esclavos blancos afirmaban ser cristianos y trataban de utilizar la Biblia para justificar sus acciones. Aceptar la idea de que el cristianismo es una religi�n de blancos hace que algunas personas de color abracen religiones no cristianas como el islam, el animismo y el rastafarismo.

Independientemente de la historia del mundo desde el reinado de Carlomagno, el cristianismo jam�s estuvo destinado �nicamente a los blancos. La Biblia ense�a que todas las personas han sido creadas a imagen de Dios (G�nesis 1:27). Los primeros cristianos eran todos de etnia semita y probablemente ten�an la piel entre clara y morena. El hecho de que el cristianismo haya sido una religi�n predominantemente blanca en los �ltimos siglos no tiene nada que ver con el mensaje del cristianismo. M�s bien, se debe al fracaso de los cristianos en llevar el evangelio de Jesucristo hasta los confines del mundo (Mateo 28:19-20; Hechos 1:8). Jesucristo es la propiciaci�n por los pecados de todo el mundo, de todas las razas y nacionalidades (ver 1 Juan 2:2). Espiritualmente, los hombres de todas las razas necesitan al Salvador a causa de su misma condici�n pecaminosa (Romanos 5:12).

La idea de que el cristianismo es una religi�n de hombres blancos se contrarresta en el libro de los Hechos. Cuando la iglesia comenz�, hab�a africanos que respondieron al evangelio (Hechos 2:10). El evangelista Felipe fue llamado espec�ficamente para compartir el mensaje de Cristo con un funcionario et�ope en Hechos 8:26-38. Este et�ope fue salvado y bautizado, y lo �ltimo que leemos de �l es que “sigui� gozoso su camino” (vers�culo 39). La iglesia copta et�ope tiene su origen en la labor evangelizadora del funcionario et�ope de Hechos 8.

La difusi�n del evangelio en la Antioqu�a siria -una ciudad metropolitana situada en Asia- pone de manifiesto las variadas ra�ces de la iglesia. De hecho, Antioqu�a fue el primer centro dominante del cristianismo cuando �ste se extendi� m�s all� de Jerusal�n. Otra prueba de la fuerza de la iglesia asi�tica es el n�mero de cartas de Pablo (G�latas, Efesios y Colosenses) que fueron escritas a iglesias asi�ticas, y las cartas a las iglesias de Apocalipsis 2-4, tambi�n escritas a residentes de Asia.

L�deres eclesi�sticos como Agust�n, Atanasio y Tertuliano -todos del norte de �frica- demuestran la vitalidad del cristianismo en �frica. Ireneo, Ignacio y otros demuestran la vitalidad del cristianismo en Asia en los tres primeros siglos. Etiop�a, la actual Libia, Egipto y el oeste de Asia siguieron siendo territorio firmemente cristiano hasta que las invasiones musulmanas en Oriente Medio y �frica lo convirtieron en control isl�mico. Antes de la llegada del Islam, muchas regiones africanas y asi�ticas eran centros del cristianismo tanto como lo fue Europa.

El perd�n de los pecados mediante el sacrificio de Cristo, la esencia del cristianismo, se ofrece a todas las razas, colores, credos y g�neros, a todos “los que reciben la abundante provisi�n de gracia y del don de la justicia” de Dios por medio de �l (Romanos 5:18). Al dar Su vida como sustituto del pecado, Jesucristo compr� para Dios con Su sangre a “hombres de todo linaje, lengua, pueblo y naci�n” (Apocalipsis 5:9).

No, el cristianismo no es una religi�n de blancos. El cristianismo tampoco es una religi�n de negros, marrones, rojos o amarillos. La verdad de la fe cristiana es universalmente aplicable a todas las personas. “Dios no hace acepci�n de personas, sino que en toda naci�n se agrada del que le teme y hace justicia” (Hechos 10:34-35).

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