Pregunta: “�Es malo tomar analg�sicos?”

Respuesta:

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Pregunta: “�Es malo tomar analg�sicos?”

Respuesta:
Algunas personas se preguntan si es apropiado o no que un cristiano tome medicamentos para el dolor, ya que pueden afectar su percepci�n, alterar la conciencia, influir en el conocimiento o causar adicci�n f�sica. Debemos recordar que la Biblia no proh�be expresamente los medicamentos. Los medicamentos no son en s� mismos malos. De hecho, la Biblia habla de la necesidad de Timoteo de “usar un poco de vino” para su enfermedad (1 Timoteo 5:23). Y Lucas era m�dico (Colosenses 4:14). As� que no hay nada malo en el uso de la medicina; es el abuso lo que est� mal y lo que la Biblia condenar�a.

Hay una gran diferencia entre alguien que, por exceso o por defecto, abusa de la medicaci�n recetada y alguien que tiene una enfermedad grave y toma la medicaci�n que le receta un m�dico para aliviar los s�ntomas. En el primer caso, hay una codicia o deseo id�latra por una sustancia f�sica que le lleva a infringir la ley y a causar potencialmente un da�o a s� mismo y a los dem�s; en el segundo, la persona est� haciendo uso de los avances de la ciencia y, bajo la direcci�n de un m�dico, alivia legalmente los s�ntomas desagradables mediante el uso apropiado de la medicaci�n.

Cuando se escribi� la Biblia, era habitual que la gente utilizara el alcohol para aliviar el dolor y los s�ntomas desagradables (Proverbios 31:6). Por supuesto, es f�cil abusar del alcohol. Pero el consumo de alcohol no es malo en s� mismo, especialmente si se utiliza con fines medicinales. Es el abuso del alcohol y de los analg�sicos lo que hay que evitar (Proverbios 23:20; Romanos 13:13; G�latas 5:19-21; Efesios 5:18-21; 1 Tesalonicenses 5:6-8).

La Biblia habla reiteradamente sobre nuestra responsabilidad de cuidar nuestro cuerpo. Primera de Corintios 6:19 dice: “�O ignor�is que vuestro cuerpo es templo del Esp�ritu Santo, el cual est� en vosotros, el cual ten�is de Dios, y que no sois vuestros?”. Como cristianos regenerados, nuestros cuerpos f�sicos, as� como nuestros corazones, mentes y almas, pertenecen a Dios. Por ello, nunca debemos hacer algo que nos afecte, deshonre o da�e. El abuso de sustancias provoca da�os corporales, p�rdida de control y p�rdida de inhibici�n. El cristiano est� llamado a vivir con sensatez y alerta para poder representar fielmente el evangelio en todo momento (1 Pedro 3:15), y para ello se requiere que est� mentalmente sobrio y en control de sus facultades.

As� que no debemos renunciar al control de nuestros cuerpos ni darles el dominio sobre nosotros mediante el abuso de sustancias. Pero tampoco debemos esclavizar nuestros cuerpos neg�ndoles lo que realmente necesitan, y esto incluye la medicina. Un ayuno temporal de comida puede ser apropiado, pero hacer que nuestros cuerpos sufran cuando existen remedios razonables y accesibles no tiene sentido y es un error. Una de las maneras en que Dios nos provee es permitiendo providencialmente que el campo de la medicina avance hasta un punto en que los expertos pueden (m�s que nunca) diagnosticar, atender y tratar a los enfermos. La medicina es, en el mejor de los casos, una herramienta que el hombre debe aprovechar para contrarrestar algunos de los efectos negativos de la Ca�da, que trajo al mundo el dolor, la enfermedad y la muerte. Sin embargo, la medicina, incluidos los analg�sicos, s�lo nos beneficia si hacemos un uso responsable de ella.

En definitiva, no hay nada malo en tomar analg�sicos. La Biblia nunca condena que se siga un r�gimen medicinal adecuado prescrito por un m�dico; de hecho, la medicina debe considerarse una bendici�n de Dios, que se da como terapia eficaz para el dolor y la enfermedad. Lo que se condena es abusar o excederse en el consumo de estas sustancias, o infringir las leyes que regulan su administraci�n.

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