Pregunta: “�Puede o debe un cristiano que es virgen casarse con alguien que no es virgen?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Puede o debe un cristiano que es virgen casarse con alguien que no es virgen?” Respuesta: La situaci�n ideal para el matrimonio cristiano es, por supuesto, cuando ambos individuos son v�rgenes, habiendo comprendido que el matrimonio es el �nico lugar en la voluntad de Dios para las relaciones sexuales. Pero no vivimos en…

2018 logo BW
topreadz.com/Espanol


Pregunta: “�Puede o debe un cristiano que es virgen casarse con alguien que no es virgen?”

Respuesta:
La situaci�n ideal para el matrimonio cristiano es, por supuesto, cuando ambos individuos son v�rgenes, habiendo comprendido que el matrimonio es el �nico lugar en la voluntad de Dios para las relaciones sexuales. Pero no vivimos en un mundo ideal. Muchas veces, una persona criada en un hogar cristiano y salvo desde la ni�ez, desea casarse con alguien que se salv� como adulto y trae al matrimonio cristiano un pasado vivido seg�n normas mundanas. Mientras que Dios separa nuestros pecados tan lejos de nosotros como el este del oeste cuando venimos a �l en arrepentimiento y fe en Cristo (Salmo 103:12), la gente tiene buena memoria y olvidar el pasado de alguien puede no ser f�cil. La incapacidad de perdonar y olvidar los errores del pasado de uno de los c�nyuges en el matrimonio sin duda influir� en el matrimonio negativamente.

Antes de entrar en un matrimonio con alguien con un pasado sexual, es fundamental entender que la salvaci�n y el perd�n de los pecados nos son dados por gracia. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto, no de vosotros, pues es don de Dios; No por obras, para que nadie se glor�e” (Efesios 2:8-9). Cuando comenzamos a entender lo que significa realmente ser perdonado, comenzamos a ver a trav�s de los ojos de Dios y cu�nto �l debe amarnos, y esto nos ayuda a perdonar a los dem�s. Perdonar es soltar y dejar atr�s el pasado de la otra persona y verla como una nueva creaci�n (2 Corintios 5:17). Cristo muri� por su pecado, y el c�nyuge potencial ahora tiene que decidir si �l puede vivir con el recuerdo de ese pecado. Esto es donde se mueve la doctrina de lo te�rico a lo pr�ctico.

En materia de perd�n, siempre ayuda a ver nuestro propio pasado desde la perspectiva de Dios. El pecado sexual es ciertamente doloroso para Dios, pero tambi�n la mentira, el enga�o, los malos pensamientos, bebiendo o fumando demasiado, la impaciencia, el orgullo y la falta de perd�n. �Qui�n entre nosotros es sin pecado y puede “tirar la primera piedra”? Antes de venir a Cristo, cada uno de nosotros est� “muerto en nuestros delitos y pecados” y recibe vida s�lo por la gracia de Dios (Efesios 2:1-5). La pregunta es, �podemos perdonar a otros como Cristo nos perdon�? Ser capaz de hacerlo es una marca de un verdadero cristiano. Jes�s dijo que, si no perdonamos, tampoco Dios nos perdonar� (Mateo 6:14-15). �l no quer�a decir que perdonar a otros es una forma de obtener el perd�n de Dios, que sabemos es s�lo por gracia, sino que un coraz�n perdonador es un signo de la presencia del Esp�ritu Santo en el coraz�n de un verdadero creyente. La falta de perd�n continua es una se�al de un coraz�n duro, no regenerado.

Antes de entrar en un matrimonio con una persona no virgen, se necesita pensarlo mucho, adem�s de oraci�n y reflexi�n. Santiago 1:5 nos dice que, si buscamos sabidur�a, Dios la conceder� gratuitamente a todos los que piden. Hablando con un pastor piadoso y estando involucrado en una iglesia de ense�anza b�blica ayudar�n en el proceso de la toma de decisiones. Algunas iglesias tienen excelentes clases de consejer�a prematrimonial. Adem�s, hablando libre y abiertamente con la pareja potencial de estas cosas puede revelar cosas que necesitan ser abordadas y perdonadas.

El matrimonio es un desaf�o en las mejores circunstancias y requiere mucho trabajo para que sea exitoso. Ambos c�nyuges necesitan, y merecen, ser amados incondicionalmente. Efesios 5 describe los papeles del marido y la mujer en el matrimonio, pero el pasaje comienza con un principio primordial para ambos: “Someteos unos a otros en el temor de Dios.” (Efesios 5:21). El sacrificio voluntario y la fuerza para elegir ser un siervo para el mejoramiento del matrimonio son las marcas de hombres y mujeres maduros y espirituales que honren a Dios. Elegir sabiamente un c�nyuge basado en cualidades b�blicas es importante, pero de igual importancia son nuestro propio crecimiento espiritual y nuestra entrega a la voluntad de Dios en nuestras vidas. Un hombre que aspira a ser el hombre que Dios quiere que sea ser� capaz de ayudar a su esposa a ser la mujer que Dios desea que sea ella y, a pesar de sus pasados, ser�n capaces de construir su matrimonio en una uni�n que honra a Dios y que los deleita a ambos.

©

Similar Posts

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.