Pregunta: “�Qu� dice la biblia acerca del amor propio y de amarse a s� mismo?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� dice la biblia acerca del amor propio y de amarse a s� mismo?” Respuesta: El amor como se describe en la biblia, es muy diferente del amor promovido por el mundo. El amor b�blico es desinteresado e incondicional, mientras que el amor del mundo se caracteriza por el ego�smo. En los siguientes…

2018 logo BW
topreadz.com/Espanol


Pregunta: “�Qu� dice la biblia acerca del amor propio y de amarse a s� mismo?”

Respuesta:
El amor como se describe en la biblia, es muy diferente del amor promovido por el mundo. El amor b�blico es desinteresado e incondicional, mientras que el amor del mundo se caracteriza por el ego�smo. En los siguientes pasajes, vemos que el amor no existe aparte de Dios y que el verdadero amor s�lo se puede experimentar por alguien que ha experimentado personalmente el amor de Dios:

Romanos 13:9-10, “Porque: No adulterar�s, no matar�s, no hurtar�s, no dir�s falso testimonio, no codiciar�s, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amar�s a tu pr�jimo como a ti mismo. El amor no hace mal al pr�jimo; as� que el cumplimiento de la ley es el amor”.

Juan 13:34-35, “Un mandamiento nuevo os doy: Que os am�is unos a otros; como yo os he amado, que tambi�n os am�is unos a otros. En esto conocer�n todos que sois mis disc�pulos, si tuviereis amor los unos con los otros”.

1 Juan 4:16-19, “Y nosotros hemos conocido y cre�do el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en �l. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el d�a del juicio; pues como �l es, as� somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en s� castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a �l, porque �l nos am� primero”.

La declaraci�n “amar�s a tu pr�jimo como a ti mismo” no es un comando para amarse a s� mismo. Es natural y normal quererse a s� mismo, es nuestra posici�n predeterminada. No hay falta de amor propio en nuestro mundo. El mandamiento “amar�s a tu pr�jimo como a ti mismo”, esencialmente nos est� diciendo que tratemos a otras personas, as� como nos tratamos a nosotros mismos. La escritura nunca nos manda a amarnos a nosotros mismos; se da por sentado que ya lo hacemos. De hecho, las personas en su estado no regenerado se aman demasiado a s� mismos; ese es nuestro problema.

En la par�bola de Jes�s del buen samaritano, s�lo hubo uno que demostr� ser un verdadero pr�jimo para el hombre en necesidad: El samaritano (Lucas 10:30-37). Hubo otros dos, un sacerdote y un levita, que se negaron a ayudar al hombre necesitado. Su fracaso para demostrar amor al hombre herido, no fue porque ellos a s� mismos se amaban muy poco; fue el resultado de amarse a s� mismos demasiado y, por tanto, poner sus intereses en primer lugar. El samaritano demostr� un verdadero amor, dio de su tiempo, recursos y dinero sin pensar en s� mismo. Su enfoque era externo, no interno. Jes�s present� esta historia como una ilustraci�n de lo que significa amar al pr�jimo como a uno mismo (Lucas 10:25-29).

Tenemos que quitar nuestros ojos de nosotros mismos y cuidar de otros. La madurez cristiana lo exige. “Nada hag�is por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los dem�s como superiores a �l mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual tambi�n por lo de los otros” (Filipenses 2:3-4). Seg�n este pasaje, amar a los dem�s requiere de humildad, adem�s de valorar a las personas, y hacer un esfuerzo consciente para poner en primer lugar los intereses de los dem�s. Cualquier cosa menos que esto es ego�sta y vano, y cae por debajo de la norma de Cristo.

Esto no debe interpretarse como que debemos vernos como “in�tiles”. La biblia ense�a que somos creados a imagen de Dios, y ese solo hecho nos da gran valor (ver Lucas 12:7). La perspectiva b�blica y equilibrada, es que somos una creaci�n �nica de Dios, amados por Dios, a pesar de nuestro pecado, y redimidos por Cristo. En Su amor, podemos amar a los dem�s.

Amamos a los dem�s basados en el amor eterno de Dios por nosotros en Cristo. Como respuesta a este amor, lo compartimos con todos aquellos con quien tenemos contacto, es decir, nuestro “pr�jimo”. Alguien que est� preocupado de que no se ama a s� mismo lo suficiente, tiene el enfoque equivocado. Su preocupaci�n, b�blicamente, deber�a ser su amor a Dios y su amor por el pr�jimo. “El ego” es algo que queremos quitar de en medio para que podamos amar exteriormente como es debido.

©

Similar Posts

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.