Pregunta: “�Qu� dice la biblia acerca del lavamiento de los pies?”
Respuesta:
topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� dice la biblia acerca del lavamiento de los pies?” Respuesta: En tiempos b�blicos, las condiciones de polvo y suciedad de la regi�n y el uso de sandalias, hac�a necesario el lavamiento de los pies. Aunque es muy probable que los disc�pulos hubieran estado felices de lavar los pies de Jes�s, no pod�an…
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Pregunta: “�Qu� dice la biblia acerca del lavamiento de los pies?”
Respuesta:
En tiempos b�blicos, las condiciones de polvo y suciedad de la regi�n y el uso de sandalias, hac�a necesario el lavamiento de los pies. Aunque es muy probable que los disc�pulos hubieran estado felices de lavar los pies de Jes�s, no pod�an concebir el hecho de lavarse los pies unos a otros. Esto se debi� a que, en la sociedad de la �poca, el lavamiento de pies era reservado para el m�s bajo de los siervos m�s insignificantes. Los que se consideraban iguales, no se lavaban los pies unos a otros, excepto en muy raras ocasiones, y como una se�al de un gran amor. Lucas se�ala que los disc�pulos discut�an sobre qui�n era el m�s grande entre ellos (Lucas 22:24), una actitud que exclu�a la disposici�n de rebajarse a lavar los pies. Cuando Jes�s se dispuso a lavar sus pies, se quedaron sorprendidos (ver tambi�n Juan 13:1-16). Las acciones de Jes�s sirven tambi�n como un s�mbolo de limpieza espiritual (Juan 13: 6-9) y un modelo de humildad cristiana (Juan 13: 12-17). Al lavar los pies de Sus disc�pulos, Jes�s nos ense�� la lecci�n del servicio desinteresado que estaba absolutamente demostrado por Su muerte en la cruz.
El lavamiento de pies era un ejemplo, un modelo. Muchos grupos a lo largo de la historia de la iglesia, han practicado literalmente el lavamiento de los pies como una ordenanza de la iglesia. Sin embargo, la cultura actual en muchas tierras, no exige el lavar el polvo de los pies de los hu�spedes. Aunque se practic� la cena del Se�or, la iglesia primitiva aparentemente no practic� el lavamiento de los pies como una ordenanza en las reuniones de la iglesia.
Cuando Jes�s estaba lavando los pies de Sus disc�pulos, destac� la humildad interior, no un rito f�sico. La pr�ctica de una viuda cristiana de “lavar los pies de los santos” (1 Timoteo 5:10), no habla de su participaci�n en una ordenanza de la iglesia, sino de su servicio humilde y de servidumbre para con los dem�s creyentes. Si alguien se niega a seguir el ejemplo de Jes�s, se exalta a s� mismo por encima de �l y vive en el orgullo. “El siervo no es mayor que su se�or” (Juan 13:16).
