Pregunta: “�Qu� dice la biblia respecto al pago de impuestos?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� dice la biblia respecto al pago de impuestos?” Respuesta: En Mateo 22:17-21, los fariseos le hicieron una pregunta a Jes�s: “Dinos, pues, qu� te parece: �Es l�cito dar tributo a C�sar, o no? Pero Jes�s, conociendo la malicia de ellos, les dijo: �Por qu� me tent�is, hip�critas? Mostradme la moneda del tributo….

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Pregunta: “�Qu� dice la biblia respecto al pago de impuestos?”

Respuesta:
En Mateo 22:17-21, los fariseos le hicieron una pregunta a Jes�s: “Dinos, pues, qu� te parece: �Es l�cito dar tributo a C�sar, o no? Pero Jes�s, conociendo la malicia de ellos, les dijo: �Por qu� me tent�is, hip�critas? Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. Entonces les dijo: �De qui�n es esta imagen, y la inscripci�n? Le dijeron: De C�sar. Y les dijo: Dad, pues, a C�sar lo que es de C�sar, y a Dios lo que es de Dios”. En pleno acuerdo, el ap�stol Pablo ense��, “Pues por esto pag�is tambi�n los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo. Pagad a todos lo que deb�is: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra” (Romanos 13:6-7).

Parece que hay una cantidad interminable de clases de impuestos a las que los ciudadanos y participantes en la econom�a mundial y local est�n sometidos. Los impuestos son impopulares y, a veces, los organismos p�blicos encargados de recaudar esos impuestos, son vistos con indignaci�n, ya sea que sean corruptos o no. Esto no es nada nuevo. Los recaudadores de impuestos tampoco fueron tenidos en alta estima en tiempos b�blicos (Mateo 11:19; 21:31-32; Lucas 3:12-13).

Por mucho que odiemos los impuestos, por m�s que el sistema fiscal sea corrupto e injusto, y aunque creamos que hay cosas mucho mejor hacia donde podr�a ir nuestro dinero, la biblia ordena, s�, nos ordena que paguemos nuestros impuestos. Romanos 13:1-7 deja claro que debemos someternos al gobierno. El �nico caso en el que estamos autorizados a desobedecer al gobierno, es cuando nos dice que hagamos algo que proh�be la biblia. La biblia no proh�be el pago de impuestos. De hecho, la biblia nos anima a pagar impuestos. Por lo tanto, debemos sujetarnos a Dios y Su Palabra y pagar nuestros impuestos.

En general, los impuestos tienen por objeto permitir el funcionamiento para el beneficio de la sociedad. Dependiendo de las prioridades de una persona, los ingresos fiscales no siempre se utilizan de la mejor manera. La objeci�n m�s frecuente para el pago de impuestos, es decir que el dinero est� siendo utilizado indebidamente por el gobierno, o incluso que se est� usado para malos prop�sitos por el gobierno. Sin embargo, ese no es nuestro problema. Cuando Jes�s dijo, “dad al C�sar…”, el gobierno romano no era de ninguna manera un gobierno justo. Cuando Pablo nos orden� pagar impuestos, Nero, uno de los emperadores romanos m�s malvados en la historia, era el jefe del gobierno. Debemos pagar nuestros impuestos, incluso cuando el gobierno no honra a Dios.

Somos libres para tomar toda deducci�n fiscal legal disponible. No tenemos que pagar la cantidad m�xima posible de impuestos. Si el gobierno permite una exenci�n tributaria, usted es libre de aceptarla. Si hay una forma legal para quedar exonerado de que su dinero sea gravado, usted es libre de proteger su dinero. Los m�todos ilegales y/o deshonestos para evadir impuestos, se deben rechazar. Romanos 13:2 nos recuerda, “De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenaci�n para s� mismos”.

Los cristianos sabemos que todo lo que tenemos, en �ltima instancia, le pertenece a Dios. Somos administradores y estamos llamados a invertir nuestro dinero y otros recursos en las cosas que tienen valor eterno. Estamos llamados a proveer para nuestras familias (1 Timoteo 5:8) y dar generosamente (2 Corintios 9:6-8). Tambi�n es aconsejable ahorrar (Proverbios 6:6-8) y es perfectamente aceptable gastar dinero en nosotros mismos y dar gracias a Dios por sus buenos d�divas (Santiago 1:17; Colosenses 3:17). El pago de los impuestos es el deber del ciudadano, y los cristianos est�n llamados a ser buenos ciudadanos. Sin embargo, los cristianos son, en �ltima instancia, ciudadanos del cielo (Filipenses 3:20). La reducci�n de la carga fiscal en esta vida, debe tener como objetivo invertir en el reino de Dios para la eternidad.

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