Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el estar atareado o demasiado ocupado?”

Respuesta:

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Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el estar atareado o demasiado ocupado?”

Respuesta:
En nuestra sociedad, famosa por su ajetreo y su cada vez mayor capacidad de entrega instant�nea, con frecuencia nos vemos apurados. Parece que nunca tenemos tiempo suficiente para realizar todo lo que queremos o necesitamos hacer, y el reloj sigue corriendo. Resulta demasiado f�cil estar tan ocupados con las cosas cotidianas de la vida que perdemos el contacto con lo que es realmente importante. Llegamos a ser como robots que pasan r�pidamente de una tarea a otra. Muchas personas se sienten sobrecargadas de trabajo, estresadas y espiritualmente debilitadas. Muchas culturas promueven el concepto de “m�s grande y mejor” y nos desaf�an sutilmente a mantener el ritmo. �Qui�n cre� estas reglas? A Satan�s le encanta mantenernos corriendo en c�rculos tratando de vencer al reloj. Si puede distraernos, puede reducir al m�nimo nuestra utilidad para el Reino de Dios.

Como cristianos, no podemos dejarnos arrastrar por la corriente soterrada del cron�metro cultural. Romanos 12:2 dice: “No os conform�is a este siglo, sino transformaos por medio de la renovaci�n de vuestro entendimiento, para que comprob�is cu�l sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

La Biblia valora mucho el descanso y la vida tranquila. Durante el ministerio terrenal de Jes�s, �l mismo se escapaba de vez en cuando del bullicio de las multitudes para renovar Sus fuerzas. Marcos 6:31 dice: “�l les dijo [a Sus disc�pulos]: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y ven�an, de manera que ni aun ten�an tiempo para comer”. Es dif�cil, por no decir imposible, que oigamos la voz tranquila y silenciosa de Dios en medio del estruendo de las multitudes del siglo XXI, as� que, como Jes�s, debemos sacar tiempo para descansar y escuchar a nuestro Se�or.

En Lucas 10:38-42 encontramos un gran ejemplo de las consecuencias del ajetreo: “Aconteci� que yendo de camino, entr� en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibi� en su casa. Esta ten�a una hermana que se llamaba Mar�a, la cual, sent�ndose a los pies de Jes�s, o�a su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acerc�ndose, dijo: Se�or, �no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jes�s, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada est�s con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y Mar�a ha escogido la buena parte, la cual no le ser� quitada”.

Si somos sinceros, muchas veces nos parecemos m�s a Marta que a Mar�a. Nos apresuramos a hacer “lo que hay que hacer”, mientras nos perdemos los destellos de Jes�s a nuestro alrededor. Por muy dif�cil que sea, y por muy contraria a nuestra cultura que sea, debemos hacer el esfuerzo intencionado de ir m�s despacio y modelar a Mar�a porque, como dijo el propio Jes�s, “Mar�a ha escogido la buena parte, la cual no le ser� quitada”.

Filipenses 4:6-7 dice: “Por nada est�is afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oraci�n y ruego, con acci�n de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardar� vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jes�s”. Debemos ser intencionales en cuanto a hacer tiempo para descansar en Jes�s. Dejemos que el tel�fono suene, los quehaceres pueden esperar, y las redes sociales necesitan un descanso. Esas cosas no son eternas. Jes�s es eterno. Hagamos el esfuerzo de sentarnos a Sus pies y disfrutar de �l en lugar de perderlo como hizo Marta por estar preocupada por los platos. Isa�as 55:6 dice: “Buscad al Se�or mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que est� cercano”.

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