Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el hecho de sentirse abrumado?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el hecho de sentirse abrumado?” Respuesta: Con frecuencia, todas las personas se sienten abrumadas. A veces es el resultado de asumir demasiado trabajo o responsabilidad; otras veces la causa es algo que no podemos controlar, como una enfermedad f�sica o un trauma emocional. Otras veces podemos sentirnos abrumados…

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Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el hecho de sentirse abrumado?”

Respuesta:
Con frecuencia, todas las personas se sienten abrumadas. A veces es el resultado de asumir demasiado trabajo o responsabilidad; otras veces la causa es algo que no podemos controlar, como una enfermedad f�sica o un trauma emocional. Otras veces podemos sentirnos abrumados cuando todo es normal y no vemos ninguna raz�n para sentirnos as�. Incluso las cosas que nos gustan nos pueden hacer sentir abrumados si hay muchas cosas que hacer. Nos enfrentamos a las presiones diarias del trabajo o la escuela, de los amigos y la familia, y de la tentaci�n a pecar. Todo esto puede acumularse y parecer completamente inmanejable. Afortunadamente, la Biblia nos ense�a lo que significa sentirse abrumado.

En los evangelios, Jes�s nos muestra una manera de evitar el estr�s y ese sentimiento de estar abrumado. �l era el Hijo de Dios sin pecado, y con frecuencia se alejaba de las grandes multitudes, incluso de las que necesitaban Su ayuda y sanidad (Marcos 1:35). A veces se retiraba incluso de Sus disc�pulos. Y en otras ocasiones, se apartaba con Sus disc�pulos: “�l les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y ven�an, de manera que ni aun ten�an tiempo para comer” (Marcos 6:31). Jes�s no fue ego�sta al alejarse de la gente y entrar en comuni�n con Dios. Fue sabio de su parte buscar tiempo para que Sus disc�pulos tambi�n descansaran. Tambi�n podemos suponer, con toda raz�n, que est� bien que pasemos un tiempo a solas, si nos sentimos abrumados por las personas y las responsabilidades. Es importante se�alar que Jes�s tambi�n gozaba de una enorme paz interior debido a Su confianza en Dios. Incluso en medio de una tormenta, pudo dormir (Mateo 8:23-24).

Hubo una ocasi�n en la que Jes�s se describi� a S� mismo como si se sintiera abrumado. Fue en Getseman�, justo antes de Su arresto, juicio y crucifixi�n. “Y comenz� a entristecerse y a angustiarse. Y les dijo: Mi alma est� muy triste, hasta la muerte; quedaos aqu� y velad. Y�ndose un poco adelante, se postr� en tierra, y or�” (Marcos 14:33-35). Al considerar el hecho de que nosotros tambi�n podemos sentirnos abrumados por las situaciones a las que nos enfrentamos, hay tres cosas que hay que se�alar aqu�: primero, Jes�s fue completamente honesto sobre c�mo se sent�a. Segundo, pidi� la ayuda de los amigos. Tercero, or�. Jes�s llev� Su carga al Padre. Qu� buen modelo para nosotros.

Dios es el Dios de la paz (Romanos 15:33; 1 Corintios 14:33). La paz es un fruto del Esp�ritu Santo y algo que podemos pedir a Dios en cualquier momento, confiando plenamente en que responder� a nuestra oraci�n. Est� claro que la voluntad de Dios es darnos cosas buenas (Mateo 7:11), y sabemos que Su Esp�ritu y los dones que otorga son buenos (Lucas 11:13). Se nos ha dicho que pongamos nuestra mente en el Esp�ritu, porque poner la mente en el Esp�ritu es vida y paz (Romanos 8:6).

David tambi�n abord� el sentimiento de estar abrumado. En dos de sus salmos, sugiere un procedimiento espec�fico: la oraci�n acompa�ada por el recuerdo de la bondad que Dios ha hecho en el pasado. “Y mi esp�ritu se angusti� dentro de m�; est� desolado mi coraz�n. Me acord� de los d�as antiguos; meditaba en todas tus obras; reflexionaba en las obras de tus manos. Extend� mis manos a ti, mi alma a ti como la tierra sedienta” (Salmo 143:4-6). Y, “Desde el cabo de la tierra clamar� a ti, cuando mi coraz�n desmayare. Ll�vame a la roca que es m�s alta que yo, porque t� has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo” (Salmo 61:2-3). Gloria a Dios porque nos escucha y permanece fiel. Hay una roca m�s alta que nosotros.

Cuando nos sentimos abrumados, puede ser �til apartarnos de la situaci�n, en la medida de lo posible. Tal vez necesitemos disminuir nuestra carga de trabajo, sabiendo que no es pecado dejar de lado algunas responsabilidades por un tiempo. Sea como fuere, seguimos confiando en la fortaleza de Dios y orando por la paz, sabiendo que �l ha prometido ayudarnos. “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al coraz�n del mar” (Salmo 46:1-2).

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