Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el sacrificio de ni�os?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el sacrificio de ni�os?” Respuesta: Desde hace miles de a�os, se ha realizado en todo el mundo la horrible pr�ctica del sacrificio de ni�os. Por lo general, el sacrificio de un ni�o estaba relacionado con el culto a una deidad pagana, normalmente a un dios de la fertilidad….

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Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el sacrificio de ni�os?”

Respuesta:

Desde hace miles de a�os, se ha realizado en todo el mundo la horrible pr�ctica del sacrificio de ni�os. Por lo general, el sacrificio de un ni�o estaba relacionado con el culto a una deidad pagana, normalmente a un dios de la fertilidad. Los adoradores buscaban obtener una bendici�n de su(s) dios(es) o para confirmar o completar un voto hecho en el nombre del dios.

Los antiguos aztecas, incas y algunos otros pueblos de Sudam�rica y Centroam�rica practicaban el sacrificio de ni�os. Lo mismo ocurr�a con los druidas de Europa. La ciudad de Cartago, en el norte de �frica, contiene pruebas de sacrificios de ni�os relacionados con el culto a Ba’al Hammon, un dios originario de Fenicia. Muchos escritores romanos se refieren a este acto de barbarie en Cartago.

La Biblia contiene la desgarradora historia del sacrificio de ni�os practicado en nombre de Moloc (tambi�n escrito Moloch o Molek), un dios de los amonitas. Los amonitas y los cananeos practicaban el culto a Moloc por considerarlo una figura paterna protectora. Las im�genes de Moloc se hac�an de bronce y sus brazos extendidos se calentaban al rojo vivo. Los ni�os vivos se colocaban en las manos del �dolo y mor�an all� o se hac�an rodar en un pozo de fuego inferior. Algunas fuentes indican que el ni�o tambi�n se pod�a hacer “pasar por el fuego” antes del sacrificio propiamente dicho para purificarlo o bautizarlo. El culto a Moloc se realizaba en el valle de Hinnom, cerca de Jerusal�n. Por este motivo, el valle se asoci� a la idea de Tofet, o infierno (Isa�as 30:33; Jerem�as 19:12; Marcos 9:45).

Dios le prohibi� a Israel el sacrificio de ni�os en general y en particular la adoraci�n de Moloc. En Lev�tico 20:2-5 se dice: “Dir�s asimismo a los hijos de Israel: Cualquier var�n de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morir�; el pueblo de la tierra lo apedrear�. Y yo pondr� mi rostro contra el tal var�n, y lo cortar� de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre. Si el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel var�n que hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle, entonces yo pondr� mi rostro contra aquel var�n y contra su familia, y le cortar� de entre su pueblo, con todos los que fornicaron en pos de �l prostituy�ndose con Moloc”. Muchos otros pasajes del Antiguo Testamento ratifican que Dios no tolera el sacrificio de ni�os.

Lamentablemente, el rey Salom�n se vio involucrado en esta horrenda pr�ctica, tal y como se registra en 1 Reyes 11:4-11, “Y cuando Salom�n era ya viejo, sus mujeres inclinaron su coraz�n tras dioses ajenos, y su coraz�n no era perfecto con el Se�or su Dios, como el coraz�n de su padre David. Porque Salom�n sigui� a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, �dolo abominable de los amonitas. E hizo Salom�n lo malo ante los ojos del Se�or…Entonces edific� Salom�n un lugar alto a Quemos, �dolo abominable de Moab, en el monte que est� enfrente de Jerusal�n, y a Moloc, �dolo abominable de los hijos de Am�n…Y se enoj� el Se�or contra Salom�n, por cuanto su coraz�n se hab�a apartado del Se�or Dios de Israel, que se le hab�a aparecido dos veces, y le hab�a mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas �l no guard� lo que le mand� el Se�or”.

Tiempo despu�s, el malvado rey Manas� ofreci� a su propio hijo como sacrificio (2 Reyes 21:6), al igual que el rey Acaz (2 Cr�nicas 28:1-4). El pueblo de Jud� particip� en este crimen contra sus propios hijos, un pecado tan “detestable” del que Dios dijo que nunca hab�a pasado por Su mente (Jerem�as 32:35). El sacrificio de ni�os fue una de las razones del cautiverio babil�nico (vers�culo 36).

Algunos cr�ticos de la Biblia se�alan la historia de Abraham, que puso a su hijo Isaac sobre un altar y se prepar� para sacrificarlo seg�n las indicaciones de Dios (G�nesis 22:1-14). Sin embargo, en este caso, Dios estaba probando la obediencia y la fe de Abraham. Dios le impidi� seguir adelante y le provey� un carnero para que lo sustituyera en el sacrificio.

Hoy en d�a, el sacrificio de ni�os se practica en todo el mundo. Ha habido un resurgimiento del sacrificio de ni�os en Uganda. Los m�dicos brujos han estado involucrados en la mutilaci�n y muerte de ni�os que fueron asesinados en un intento para atraer la buena suerte y la riqueza a aquellos dispuestos a pagar por ello. Tambi�n existe una relaci�n entre el sacrificio de ni�os y el aborto moderno. Hay una cantidad sin precedentes de ni�os que han sido “sacrificados” a manos de quienes practican el aborto por conveniencia, inmoralidad u orgullo. Cientos de miles de beb�s han sido asesinados para que sus padres puedan mantener un determinado estilo de vida. Dios odia “las manos derramadoras de sangre inocente” (Proverbios 6:17), y podemos estar seguros de que Dios juzgar� este horrendo pecado.

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