Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el sexismo?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el sexismo?” Respuesta: El sexismo es la discriminaci�n contra las personas, normalmente mujeres, que se basa �nicamente en el g�nero. El sexismo puede influir en los procesos de contrataci�n, en las oportunidades educativas, en la posici�n social y en el bienestar mental de las personas. En la antig�edad,…

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Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre el sexismo?”

Respuesta:
El sexismo es la discriminaci�n contra las personas, normalmente mujeres, que se basa �nicamente en el g�nero. El sexismo puede influir en los procesos de contrataci�n, en las oportunidades educativas, en la posici�n social y en el bienestar mental de las personas. En la antig�edad, el sexismo era la norma social aceptada en la mayor�a de las civilizaciones. Se consideraba a las mujeres ciudadanos de segunda clase y en algunas culturas sus maridos las trataban como esclavas. Puesto que la Biblia registra hechos hist�ricos y no siempre desaf�a las normas sociales predominantes, algunos se preguntan si la Biblia apoya las actitudes sexistas. �Cu�l es la postura de la Biblia ante el sexismo?

En primer lugar, hay que diferenciar entre el sexismo y el respeto a las diferencias naturales de g�nero. Reconocer que Dios cre� al hombre y a la mujer de forma complementaria no es sexismo; tampoco lo es reconocer las diferencias f�sicas, emocionales y psicol�gicas entre los sexos. Por otra parte, aceptar los roles de g�nero que Dios ha designado en el matrimonio y en la iglesia no es sexismo. Por lo tanto, para los efectos de este art�culo, definiremos el sexismo como “el tratamiento injusto e injustificado de una persona que se basa �nicamente en el g�nero biol�gico de esa persona”.

La base de cualquier debate sobre el sexismo y la Biblia deber�a ser G�nesis 1:27: “Y cre� Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo cre�; var�n y hembra los cre�”. Desde el principio, se nos dice que Dios cre� tanto a los hombres como a las mujeres a Su propia imagen. Es decir, que en virtud de Su creaci�n, el hombre y la mujer tienen el mismo valor, el mismo aprecio y la misma dignidad. En G�nesis 3, Ad�n y Eva cayeron en el pecado, y eso arruin� todo.

Muchas personas luchan con ciertos pasajes de la Biblia que parecen validar el trato negativo de las mujeres. La propuesta de Lot para sus hijas en G�nesis 19:8, y el trato del levita a su concubina en Jueces 19:25 son dos ejemplos horribles de sexismo en las culturas antiguas. Ni Lot ni el levita son condenados en las Escrituras por sus acciones. �Por qu� el silencio sobre el tema del sexismo? Hay que recordar que el registro b�blico de la historia es s�lo eso: un registro hist�rico. La Biblia es totalmente honesta y relata los hechos tal y como sucedieron, a menudo con todo lujo de detalles. Dios nos cuenta toda la verdad sobre los personajes b�blicos, incluidos sus pecados y sus fracasos, y debemos aprender de sus ejemplos. Adem�s, en el caso de Lot, los mensajeros angelicales que le acompa�aban le impidieron seguir con sus planes (G�nesis 19:10-11). No era la voluntad de Dios que Lot tratara a sus hijas de esa manera.

Cuando juzgamos el estilo de vida y el comportamiento de la gente en el a�o 2000 a.C. seg�n los est�ndares modernos, es f�cil crear un sentimiento de indignaci�n moral. No obstante, la gente de esas culturas no compartir�a nuestra indignaci�n. El maltrato a las mujeres se consideraba perfectamente normal en aquellas sociedades. Teniendo en cuenta la violencia y la barbarie de la civilizaci�n antigua, la Ley que Dios dio a Mois�s en el Antiguo Testamento constituy� un gran paso en favor de la decencia. La Ley de Dios brindaba m�s protecci�n y consideraci�n a las mujeres que las leyes de las naciones paganas que rodeaban a Israel.

Con la Ley de Mois�s, Dios form� un nuevo pueblo y comenz� a ense�arle sobre �l mismo. El prop�sito de los mandamientos era separarlos de las naciones paganas que los rodeaban y promover una mejor manera de vivir (ver Jerem�as 32:38-39). Lejos de ser sexista, la Ley de Dios elev� el estatus de las mujeres a un nuevo nivel. Dios obr� dentro de la estructura social existente para asegurarse de que las mujeres estuvieran protegidas, recibieran un trato justo y fueran cuidadas. Algunas leyes espec�ficas proteg�an a las viudas y a las mujeres solteras que no contaban con un hombre que les proveyera (�xodo 22:22; Deuteronomio 27:19; Josu� 17:3-4).

En G�nesis 3, Dios le prometi� a la mujer un gran honor: aunque una mujer hab�a sido la primera en caer en el pecado, Dios utilizar�a a una mujer para traer al Salvador al mundo (G�nesis 3:15). Cuando lleg� el momento de la aparici�n de ese Salvador, Dios habl� con la mujer que hab�a elegido (Lucas 1:26-38). No utiliz� a Mar�a a pesar de su g�nero; la eligi� por su g�nero. S�lo los atributos f�sicos femeninos �nicos que Dios hab�a creado pod�an ayudar a Su plan de salvar a la humanidad.

Durante Su ministerio, Jes�s combati� el sexismo de Su �poca y elev� la condici�n de la mujer. Muchos de los seguidores de Jes�s y de quienes le apoyaban econ�micamente eran mujeres (Lucas 8:3; Mateo 27:55). �l prest� la misma atenci�n a las mujeres que le buscaban para que las sanara y las perdonara, lo que a menudo escandalizaba a los hombres religiosos de aquella sociedad (Lucas 8:43-48; 13:10-14; Juan 8:3-11; Mateo 26:6-13). Fue una mujer la que tuvo el honor de ver por primera vez a Cristo resucitado (Juan 20:11-18) y las mujeres fueron las primeras en llevar la noticia de la resurrecci�n al mundo (Mateo 28:1-9).

En las Ep�stolas, Pablo deja claro el mismo valor que Dios otorga a hombres y mujeres: “Ya no hay jud�o ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay var�n ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jes�s” (G�latas 3:28; cf. Colosenses 3:11). Pedro repite la misma verdad cuando recuerda a los maridos que sus esposas son “coherederas de la gracia de la vida” (1 Pedro 3:7). Juan 3:16 dice: “Todo el que cree”, una declaraci�n que incluye a todos. Nadie queda excluido por razones de g�nero. La cruz de Cristo es el gran equiparador.

Por supuesto, la igualdad no significa que sea lo mismo. La creatividad de Dios se muestra en la forma diferente, pero complementaria, en que hizo los sexos. Y junto con esos dise�os �nicos y complementarios vienen roles �nicos y complementarios. En el caso de los maridos, Dios dispuso que llevaran la responsabilidad de la familia. Efesios 5:21-33 explica el ideal de Dios para un hogar piadoso, en el que cada miembro se siente seguro y valorado. Asimismo, dentro de la iglesia Dios design� a los hombres como l�deres espirituales (Tito 1:6-9; 1 Timoteo 3:1-13). Esto no significa que Dios sea sexista. Significa que el Dios que nos cre� sabe c�mo funcionamos mejor. Cuando los hombres y las mujeres buscan honrarlo dentro de los roles que fueron creados para ellos, la vida en el hogar funciona, las iglesias funcionan, y la sociedad funciona.

No hay lugar para el sexismo dentro de la familia de Dios porque Dios no valora un g�nero sobre otro. Sabemos que Dios, que dise�� los sexos, tambi�n dise�� sus fortalezas y debilidades. Nos ha dado instrucciones sobre la mejor manera de llevar a cabo esos roles de g�nero. Somos sabios si consultamos esas instrucciones para cada decisi�n, incluyendo la forma como respondemos cuando se da el sexismo.

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