Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre la autolesi�n / automutilaci�n / corte?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre la autolesi�n / automutilaci�n / corte?” Respuesta: Lo que hoy consideramos como autolesi�n – comportamientos como cortarse o quemarse – no suele ser el mismo tipo de automutilaci�n que leemos en la Biblia. Gran parte de la automutilaci�n en la Biblia estaba relacionada con la adoraci�n de �dolos…

2018 logo BW
topreadz.com/Espanol



Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre la autolesi�n / automutilaci�n / corte?”

Respuesta:
Lo que hoy consideramos como autolesi�n – comportamientos como cortarse o quemarse – no suele ser el mismo tipo de automutilaci�n que leemos en la Biblia. Gran parte de la automutilaci�n en la Biblia estaba relacionada con la adoraci�n de �dolos paganos. Pero s� vemos casos b�blicos de automatizaci�n relacionados con la opresi�n demon�aca, que sin duda puede seguir siendo el caso en algunas situaciones hoy en d�a. Cualquiera que sea la causa de los comportamientos auto lesivos hoy en d�a, la verdad b�blica es �til y relevante. Los que se autolesionan y los que tienen un amigo o un ser querido que lucha con comportamientos auto lesivos, pueden encontrar la verdad, la esperanza y el est�mulo en la Palabra de Dios.

En el Antiguo Testamento, la automutilaci�n era una pr�ctica com�n entre las falsas religiones. En Primera de Reyes 18:24-29 se describe un ritual en el que los que adoraban al falso dios Baal se acuchillaban con espadas y lanzas, como era su costumbre. A causa de las tradiciones de los paganos, Dios dict� una ley contra este tipo de pr�cticas. Lev�tico 19:28 dice: “Y no har�is rasgu�os en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimir�is en vosotros se�al alguna. Yo el Se�or”. En el Nuevo Testamento, cortarse se asociaba a alguien que estaba pose�do por demonios (Marcos 5:2-5). Era caracter�stico del comportamiento causado por esp�ritus malignos.

La autolesi�n, tal y como la conocemos hoy en d�a, es un da�o deliberado al propio cuerpo como una forma de lidiar con el dolor emocional, la ira o la frustraci�n. Algunos describen una sensaci�n de adormecimiento y se da�an a s� mismos para al menos sentir algo. Para algunos, el dolor f�sico inducido por la autolesi�n funciona como una breve liberaci�n del dolor emocional u otra energ�a emocional. Para otros, el dolor f�sico es una distracci�n del dolor emocional que sienten. Algunos utilizan las autolesiones como medio para castigarse por alg�n error que hayan cometido; para otros, el da�o est� relacionado con la sensaci�n de control sobre el propio cuerpo, las emociones o las circunstancias de la vida. Algunas personas se autolesionan s�lo unas pocas veces y dejan de hacerlo; para otras, se convierte en un patr�n de comportamiento. Aunque las autolesiones no suelen realizarse con intenci�n suicida, la intensidad de la conducta da�ina puede aumentar. Aunque el acto de autolesi�n puede resolver temporalmente la angustia emocional, el alivio suele durar poco. La culpa y la verg�enza normalmente le siguen. (www.mayoclinic.org/diseases-conditions/self-injury/symptoms-causes/syc-20350950, consultado el 28/1/2021; y www.covingtonbh.com/disorders/self-harm/signs-symptoms/, consultado el 28/1/2021.)

Puedes reconocer las conductas auto lesivas en alguien al notar rasgu�os, moretones, marcas de quemaduras o cortes en su cuerpo. Podr�as ver cicatrices como evidencia de un comportamiento da�ino en el pasado. Tambi�n puede notar que lleva mangas o pantalones largos incluso cuando hace calor. Adem�s, es probable que notes signos emocionales como dificultades en las relaciones o que hable de sentirse desesperado o desamparado. Las autolesiones suelen estar m�s asociadas a los adolescentes y a los adultos j�venes, pero se dan en todos los grupos de edad y en todas las personas. Las autolesiones suelen estar asociadas a trastornos como la ansiedad, la depresi�n, el trastorno bipolar, el estr�s postraum�tico, la personalidad l�mite, la esquizofrenia, el trastorno obsesivo-compulsivo y los trastornos alimentarios. Si crees que alguien que conoces se est� autolesionando, act�a responsablemente. Habla gentilmente con ellos sobre tu preocupaci�n y sugi�reles que busquen ayuda (como la de un consejero cristiano profesional, un consejero escolar o un m�dico). Si tu hijo se autolesiona, tambi�n puedes hablar con su consejero escolar, pediatra u otro profesional de la salud. (ibid.)

Est� claro que la autolesi�n no es un mecanismo saludable de supervivencia y no es lo que Dios desea para las personas. La autolesi�n no resuelve ni resolver� los problemas de fondo que incitan el comportamiento. Entonces, �qu� podr� ayudar?

En primer lugar, este no es un camino para recorrer solo. Es importante que las personas que se autolesionan busquen ayuda (por ejemplo, de un consejero cristiano). Aunque puede ser aterrador, tambi�n puede ser �til que la persona que sufre conf�e en un amigo o mentor de confianza que pueda animar y ayudar a la sanidad. Si tu hijo est� luchando con las autolesiones, es posible que t�, como padre, tambi�n necesites algo de apoyo durante el proceso. Trata de no tomarte la lucha de tu hijo como algo personal. Ofrece compasi�n y misericordia antes que ira y decepci�n. No dudes en acudir a amigos de confianza, o incluso a un consejero, que pueda animarte mientras apoyas a tu hijo.

Luego, ser� importante reconocer lo que est� provocando el comportamiento para que la verdad de la Palabra de Dios se pueda aplicar a la situaci�n. Por lo general, la autolesi�n es un s�ntoma de no poder manejar adecuadamente las emociones o el resultado de un abuso o trauma del pasado. Tambi�n puede ser un s�ntoma de opresi�n espiritual. Dios es m�s que suficiente para nuestras emociones. �l ve y comprende nuestro dolor. Sintonizar nuestras mentes con la verdad de qui�n es Dios y la forma en que nos ve, nos ayuda a vivir en un mundo ca�do. Dios tambi�n es lo suficientemente grande como para liberarnos de cualquier opresi�n espiritual. De hecho, s�lo �l puede hacerlo, por lo tanto, acudir a �l es primordial.

El paso m�s grande de la sanidad es poner tu confianza en Jesucristo como tu Salvador si a�n no lo has hecho. Por nuestra cuenta, estamos separados de Dios y sin esperanza. Pero Dios nos proporcion� un camino para estar en relaci�n con �l: Jesucristo (Juan 3:16-18). Jes�s es totalmente Dios y totalmente humano. Vivi� una vida perfecta. Muri� en la cruz para pagar el precio de nuestros pecados. Luego resucit�, demostrando que es quien dice ser y que Su sacrificio fue suficiente para pagar por nosotros (1 Corintios 15.:3-7; Filipenses 2:5-11). Cuando ponemos nuestra fe en �l, nos convertimos en hijos de Dios (Juan 1:12-13). Todas las cosas que hemos hecho en contra de Dios son perdonadas (Efesios 1:3-10). No s�lo eso, sino que se nos da el Esp�ritu Santo para que viva dentro de nosotros (Efesios 1:13-14). Dios nos invita a relacionarnos con �l. En �l nuestras vidas tienen sentido y prop�sito. Seguimos soportando las dificultades de este mundo, pero sabemos que un d�a Dios har� un mundo nuevo (Juan 16:33; Santiago 1:2-4; 1 Pedro 1:6-9; Apocalipsis 21-22). Tenemos la esperanza de que estaremos con �l durante toda la eternidad. Tambi�n sabemos que �l est� con nosotros todos los d�as de nuestra vida (Juan 14:15-21, 26-27; 16:12-15; Mateo 28:20). No estamos solos.

Incluso las personas que conocen a Jes�s como Salvador luchan con emociones dif�ciles y formas negativas para afrontarlas, entre ellas la autolesi�n. Sin embargo, no debemos avergonzarnos. Dios ve el dolor y puede ayudarnos a superarlo. Necesitamos recordar qui�n es Dios y qui�nes somos nosotros en �l. En la lectura de Su Palabra descubrimos qui�n es Dios y lo que dice de nosotros. Por ejemplo, ver G�nesis 1:1, G�nesis 16:13, �xodo 3:14, Salmo 103, Salmo 136, Salmo 139, Hebreos 13:5-6, 8, Isa�as 40, Santiago 1:16-17, 1 Juan 4:8-10 y Apocalipsis 4. La Biblia tambi�n nos muestra c�mo podemos derramar nuestras emociones a Dios. En oraci�n podemos llevarle nuestro dolor. Por ejemplo, el Salmo 42, el Salmo 46, el Salmo 62, el libro de Job, el libro de las Lamentaciones, 1 Reyes 19, Habacuc 3, Lucas 11:9-13, Hebreos 4:14-16 y 1 Pedro 5:7. Dios tambi�n nos da la familia de creyentes para que nos animen y est�n a nuestro lado (G�latas 6:2, 9-10; Hebreos 10:19-25; Romanos 12:15; Santiago 5:13-16; Juan 13:34-35). Busca, pues, el apoyo de otros creyentes.

Tambi�n es importante encontrar formas pr�cticas de dejar de participar en el comportamiento perjudicial. Actividades como orar, escribir en un diario, hacer obras de arte, salir a caminar, llamar a un amigo, tomar una ducha o simplemente poder llorar pueden ser actividades �tiles a la hora de reemplazar el impulso de hacerse da�o. Un consejero puede ayudarte a elaborar un buen plan para ayudar a frenar los comportamientos perjudiciales y, al mismo tiempo, ayudarte a aprender mejores mecanismos para afrontar el estr�s emocional.

La autolesi�n es un problema grave, pero no es imposible de superar. La sanidad y la restauraci�n son posibles con Dios y con el apoyo de los seres queridos, los profesionales m�dicos y los consejeros espirituales de confianza.

©

Similar Posts

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.