Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre la generosidad?”

Respuesta:

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Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre la generosidad?”

Respuesta:
La generosidad es la cualidad de ser bondadoso y desinteresado, en especial cuando se trata de compartir con los dem�s dinero y otros bienes. La Biblia tiene mucho que decir acerca de la generosidad como una caracter�stica deseable. Proverbios 22:9 dice: “El ojo misericordioso ser� bendito, porque dio de su pan al indigente”. Dios es generoso, y quiere que sigamos Su ejemplo.

La generosidad de Dios puede verse a nuestro alrededor. Dios cre� este planeta que est� especialmente dise�ado para sustentarnos y proveer nuestras necesidades y nuestros placeres. Nos da color, luz, sonido, aire y la posibilidad de probar y disfrutar, o�r y apreciar, tocar y sentirnos satisfechos. Y, sobre todo, Dios demostr� Su generosidad al ofrecer a Su Hijo como sacrificio para expiar nuestros pecados. Ante semejante generosidad, s�lo podemos decir: “�Gracias a Dios por su don inefable!” (2 Corintios 9:15). No hay duda de que el gran acto de generosidad fue el don de Jes�s a la humanidad pecadora.

As� como hemos sido perdonados, debemos perdonar (Efesios 4:32). Y como observamos que Dios es generoso, debemos ser generosos. La generosidad se puede manifestar de muchas maneras. Podemos dar nuestro tiempo, nuestros recursos, nuestra hospitalidad y nuestra amistad. La Biblia ense�a el siguiente principio b�sico: “Da con generosidad y ser�s m�s rico; s� taca�o y lo perder�s todo. El generoso prosperar�, y el que reanima a otros ser� reanimado. La gente maldice a los que acaparan el grano, pero bendice al que lo vende en tiempo de necesidad” (Proverbios 11:24-26). La Palabra de Dios es muy clara al decir que los generosos son reconocidos y recompensados, ya sea en esta vida o en la otra.

Dios nos desaf�a a ser generosos porque quiere que recibamos la bendici�n que proviene de ello. Jes�s dijo: “Dad, y se os dar�; medida buena, apretada, remecida y rebosando dar�n en vuestro regazo; porque con la misma medida con que med�s, os volver�n a medir” (Lucas 6:38). Esta promesa es un reflejo de lo que dice 2 Cr�nicas 16:9: “Porque los ojos de Jehov� contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen coraz�n perfecto para con �l”.

Debemos ser generosos con todo el mundo, siempre que tengamos la oportunidad: “Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo reh�ses” (Mateo 5:42). El que antes era ladr�n que “trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qu� compartir con el que padece necesidad” (Efesios 4:28). Y que los ricos “sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos” (1 Timoteo 6:18).

Al ser generosos, no debemos esperar una recompensa a cambio. Nuestra recompensa vendr� del Se�or, a Su manera y en Su tiempo. Debemos ser generosos incluso con nuestros enemigos: “Al que te quite la capa, ni aun la t�nica le niegues. . . . Y si prest�is a aquellos de quienes esper�is recibir, �qu� m�rito ten�is? . . . Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y ser� vuestro galard�n grande, y ser�is hijos del Alt�simo; porque �l es benigno para con los ingratos y malos” (Lucas 6:29, 34-35).

Dios busca personas que reflejen Su car�cter y sirvan de ejemplo de Su generosidad. Se complace en bendecirlos y en mostrarse fuerte a su favor. En 2 Corintios 9:6-15, Pablo exhorta a la iglesia a ser generosa en sus donaciones para la obra del Se�or. Y alaba a los filipenses por ser tan generosos con �l, diciendo que no se alegra por s� mismo, sino por ellos, que ser�n bendecidos por su donaci�n (Filipenses 4:17). Nosotros podemos aplicar estos mensajes de �nimo a nuestra propia vida y esforzarnos por ser generosos y sabios con todo lo que Dios nos ha dado.

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