Pregunta: “�Qu� quiere decir la Biblia cuando califica algo como una perversi�n?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� quiere decir la Biblia cuando califica algo como una perversi�n?” Respuesta: Una perversi�n es algo que se desv�a de su verdadera intenci�n o prop�sito, es un cambio hacia lo peor, un uso err�neo o una aplicaci�n para un fin equivocado. Cualquier cosa se puede pervertir. El uso de las sustancias psicoactivas con…

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Pregunta: “�Qu� quiere decir la Biblia cuando califica algo como una perversi�n?”

Respuesta:
Una perversi�n es algo que se desv�a de su verdadera intenci�n o prop�sito, es un cambio hacia lo peor, un uso err�neo o una aplicaci�n para un fin equivocado. Cualquier cosa se puede pervertir. El uso de las sustancias psicoactivas con fines no medicinales, por ejemplo, es una perversi�n de la planta de la amapola. En la Biblia, la palabra traducida como “perversi�n” se utiliza para definir una desviaci�n de la rectitud en el comportamiento sexual (Lev�tico 18:23; Romanos 1:27; Efesios 4:19; Colosenses 3:5), en el habla (Proverbios 10:31) o en la justicia (Eclesiast�s 5:8). En cada caso, hay advertencias para que no se use con fines de maldad algo que Dios cre� como bueno.

Satan�s tergiversa las cosas. Cada cosa buena que Dios cre�, Satan�s trabaja para pervertirla. Dios cre� la sexualidad y la llam� buena (G�nesis 1:27-28, 31). La uni�n sexual tiene un doble prop�sito: la creaci�n (G�nesis 1:28; 9:1) y la uni�n de los c�nyuges como “una sola carne” (G�nesis 2:24; Marcos 10:8; 1 Corintios 6:16). Desde los primeros tiempos, los seres humanos han descubierto usos retorcidos para el sexo que no cumplen ninguno de los prop�sitos de Dios. Las perversiones se hab�an extendido tanto en la �poca en que Dios dio la ley a Mois�s, que fue necesario incluir en detalle advertencias contra perversiones espec�ficas (Lev�tico 18:23; 20:12-13; Deuteronomio 27:20). De acuerdo con las Escrituras, cualquier actividad sexual fuera de la uni�n matrimonial de una mujer y un hombre es una perversi�n y es condenada por Dios (1 Corintios 6:18; Hebreos 13:4; 1 Tesalonicenses 4:3). El Nuevo Testamento enumera algunas perversiones sexuales espec�ficas, tales como la homosexualidad, el adulterio y la fornicaci�n, afirmando que quienes practican tales comportamientos aberrantes “no heredar�n el reino de Dios” (1 Corintios 6:9-10; G�latas 5:19-21).

El libro de los Proverbios tiene mucho que decir sobre las palabras perversas. Nuestras bocas fueron creadas para alabar a Dios, animarnos unos a otros y hablar la verdad (Salmo 19:14; 120:2; 141:3; Proverbios 12:22). La palabra perversa ocurre cuando usamos el don de la palabra para prop�sitos malvados, tales como maldecir, chismear, usar lenguaje soez, bromas groseras y mentir (Proverbios 10:18; 12:22; 16:27; Efesios 5:4). Efesios 4:29 dice: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificaci�n, a fin de dar gracia a los oyentes”. Colosenses 4:6 dice: “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sep�is c�mo deb�is responder a cada uno”. En Mateo 15:11, Jes�s dice que la perversi�n es un asunto del coraz�n: “No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre”.

Dios tambi�n aborrece la perversi�n de la justicia, especialmente cuando perjudica a las viudas y a los hu�rfanos (�xodo 22:22; Deuteronomio 27:19; Isa�as 1:23). Dios es perfectamente justo y exige a los seres humanos que modelen esa justicia. Proverbios 11:1 dice: “El peso falso es abominaci�n al Se�or; mas la pesa cabal le agrada”. Cuando decidimos buscar nuestros propios intereses a expensas de los derechos de los dem�s, hemos pervertido la justicia. Algunos ejemplos de una justicia pervertida son el aceptar y ofrecer sobornos (Proverbios 17:23), oprimir a los pobres (Am�s 5:12), matar a los inocentes (�xodo 23:7) y dar falso testimonio (�xodo 23:1; Proverbios 19:5). Dios ama la justicia, y las personas piadosas tambi�n la aman. Dios desea que Sus hijos defiendan el derecho de los oprimidos (Isa�as 1:17; Miqueas 6:8).

Satan�s no puede crear; ese poder pertenece s�lo a Dios. As� que pervierte lo que Dios ha creado. Si logra atraer a las creaciones m�s preciadas de Dios para que lo sigan en sus ideas retorcidas, logra pervertir la imagen de Dios para la que fuimos dise�ados (1 Corintios 11:7). Es Satan�s quien introdujo la idea de que la perversi�n es igual a la libertad. Sin embargo, �l sabe muy bien que la perversi�n es un camino resbaladizo que conduce a la esclavitud y luego a la muerte (Romanos 2:5-8; 2 Pedro 2:19). Al pervertir la sexualidad, la palabra o la justicia, estropeamos la semejanza de Dios en nuestras propias vidas. Ahora bien, si utilizamos los dones de Dios de la forma en que �l quiere que se utilicen, encontraremos la verdadera libertad y podremos disfrutar de una relaci�n sana con Dios (Salmo 24:3-4; Mateo 5:8; G�latas 5:1).

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