Pregunta: “�Qu� significa caminar con Dios?”

Respuesta:

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Pregunta: “�Qu� significa caminar con Dios?”

Respuesta:
En la Biblia se describen a varias personas diciendo que “caminaban con Dios”, empezando por Enoc en G�nesis 5:24. Tambi�n se describe a No� como “var�n justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios camin� No�” (G�nesis 6:9). Miqueas 6:8 nos da una idea del deseo de Dios para nosotros: “Oh hombre, �l te ha declarado lo que es bueno, y qu� pide el Se�or de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Caminar con Dios no es una actividad reservada a unos pocos elegidos. Dios desea que todos Sus hijos caminen con �l.

�Qu� sucede cuando caminamos con alguien? Imagina que t� y un amigo cercano est�n disfrutando de un paseo por un sendero en el campo. Se encuentran muy cerca. Hablan, r�en, escuchan y comparten sus sentimientos. Tu atenci�n se centra en esa persona, excluyendo casi todo lo dem�s. Te fijas en la belleza que te rodea o en una eventual distracci�n, pero s�lo para dec�rselo a tu amigo. Ambos lo comparten. Est�n de acuerdo, y ambos disfrutan de la tranquila compa��a.

Caminar con Dios es as�. Cuando entramos en una relaci�n �ntima con Dios por medio de la fe en Su Hijo (Hebreos 10:22), �l se convierte en el mayor deseo de nuestro coraz�n. Conocerlo, escuchar Su voz, compartir nuestros sentimientos con �l, y buscar complacerlo, se convierte en nuestro objetivo principal. �l se convierte en todo para nosotros. Estar con �l no es una actividad reservada para el domingo por la ma�ana. Vivimos para estar en comuni�n con �l. A. W. Tozer afirma que la meta de todo cristiano debe ser “vivir en un estado de adoraci�n ininterrumpida”. Esto s�lo es posible cuando caminamos con Dios.

De la misma manera que caminar con un amigo cercano requiere decir “no” a muchas otras cosas, para caminar con Dios es necesario dejar de lado cualquier cosa que pueda ser una distracci�n. Si estuvieras en una caminata con un amigo, pero trajeras una flauta y la tocaras todo el tiempo, la caminata no ser�a satisfactoria para ninguno de los dos. Muchas personas quieren caminar con Dios, pero traen consigo h�bitos como la flauta, pecados, entretenimientos mundanos, o relaciones no saludables. Saben que estas cosas no son lo que Dios ha elegido para ellos, pero fingen que todo est� bien. La relaci�n tampoco es satisfactoria para ninguno de los dos. Caminar con Dios significa que tu y Dios est�n de acuerdo con respecto a tu vida. “�Andar�n dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Am�s 3:3). Caminar con Dios significa que has alineado tu voluntad con la de �l y buscas cada d�a considerarte “crucificado con Cristo” (G�latas 2:20). No tienes que ser perfecto, y ninguno de nosotros lo es (Romanos 3:10). Pero el deseo de tu coraz�n es ser agradable a Dios, y estar�s dispuesto a dejar que Su Esp�ritu te conforme a la imagen de Su Hijo (Romanos 8:29).

Cuando la Biblia habla de “caminar”, normalmente se refiere a un estilo de vida. Tambi�n podemos andar por los caminos del mundo (2 Reyes 8:27; Efesios 2:2; Colosenses 3:7). En el Nuevo Testamento, al caminar con Dios generalmente se le llama “caminar en el Esp�ritu” (G�latas 5:16; Romanos 8:4). Caminar con Dios quiere decir que elegimos glorificarlo de todas las maneras posibles, sin importar el costo personal. Y hay un costo. Caminar con Dios tambi�n significa que no podemos tener como amigos a personas malas (Salmo 1:1-3). Elegimos el camino estrecho en lugar del camino ancho que lleva a la destrucci�n (Mateo 7:13-14). No vivimos para complacer a nuestra carne pecaminosa (Romanos 13:14). Buscamos quitar de nuestras vidas todo lo que no mejora nuestro caminar con �l (Hebreos 12:2). Aplicamos literalmente 1 Corintios 10:31: “Si, pues, com�is o beb�is, o hac�is otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. Los caminos de Dios se reflejan en nuestros pensamientos, nuestras acciones, nuestras motivaciones y nuestras elecciones de vida porque pasamos mucho tiempo con �l.

No es dif�cil identificar a las personas que caminan con Dios. Sus vidas contrastan con el mundo que les rodea, que son como estrellas en un cielo nocturno (Filipenses 2:15). Producen el fruto del Esp�ritu (G�latas 5:22-23) y no el fruto del deseo de la carne (G�latas 5:19-21). En Hechos 4:13 Pedro y Juan hab�an sido arrestados por predicar y fueron llevados ante las autoridades. “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconoc�an que hab�an estado con Jes�s”. Cuando caminamos con Dios cada d�a, el mundo no puede dejar de reconocer que, a pesar de nuestras imperfecciones y falta de conocimiento en algunas �reas, hemos estado con Jes�s.

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