Pregunta: “�Qu� significa que las misericordias de Dios son nuevas cada ma�ana?”

Respuesta:

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Pregunta: “�Qu� significa que las misericordias de Dios son nuevas cada ma�ana?”

Respuesta:
Lamentaciones 3:22-23 dice,

“Por la misericordia del Se�or no hemos sido consumidos,

porque nunca decayeron sus misericordias.

Nuevas son cada ma�ana;

grande es tu fidelidad”.

La misericordia y la compasi�n de Dios son “nuevas cada ma�ana”, una raz�n m�s para alabarle.

El profeta Jerem�as escribi� Lamentaciones en una �poca de dolor y luto nacional, despu�s de que la otrora gran ciudad de Jerusal�n cayera en manos de Babilonia, hacia el a�o 586 a.C. El libro describe una gran angustia -y una gran esperanza- de forma po�tica. El tema principal del libro es el juicio de Dios sobre el pecado de Jud�, as� como Su compasi�n por Su pueblo. Lamentaciones contiene “lamentos” o “fuertes clamores” por Jerusal�n y muchas expresiones de angustia y dolor, pero en el cap�tulo 3, justo en la mitad del libro, hay un hermoso pasaje de confianza y esperanza.

El tono de Jerem�as cambia de la desesperaci�n a la esperanza en Lamentaciones 3:21: “Esto recapacitar� en mi coraz�n, por lo tanto esperar�”. A partir de este vers�culo y los siguientes, sabemos que, incluso en los tiempos m�s oscuros, Dios es fiel y no desechar� a Su pueblo para siempre. Cada d�a, cada ma�ana, Dios muestra Su misericordia y compasi�n.

Si analizamos detenidamente Lamentaciones 3:22-23, observamos un par de temas importantes. En primer lugar, el “gran amor” del Se�or (“amor firme” en algunas traducciones) permanece incluso en tiempos de dificultad y juicio divino. Dios nunca dej� de amar a Israel, a pesar de Su disciplina. La palabra hebrea traducida como “gran amor” se utiliza unas 250 veces en el Antiguo Testamento; por supuesto, se refiere al amor, pero tambi�n incluye aspectos como la gracia, la misericordia, la bondad, el perd�n, la compasi�n y la fidelidad. El “gran amor” de Dios por Su pueblo fue lo que le libr� de ser totalmente exterminado por Babilonia. Seg�n la historia, Dios regres� despu�s a Su pueblo a lo que era su tierra y de nuevo los bendijo.

Un segundo tema es la infalible compasi�n o misericordia de Dios. En la Biblia, la misericordia es cuando Dios retiene un castigo justo. La palabra hebrea utilizada en Lamentaciones 3:22 tiene que ver con el amor tierno, la gran y tierna misericordia, o la piedad. La misma palabra se utiliza en Isa�as 63:7 y se traduce como “compasi�n”: “De las misericordias del Se�or har� memoria, de las alabanzas del Se�or, conforme a todo lo que el Se�or nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho seg�n sus misericordias, y seg�n la multitud de sus piedades”. El Se�or se apiada de Sus hijos que sufren; de hecho, Sus misericordias son nuevas cada ma�ana.

La afirmaci�n de Jerem�as de que las misericordias de Dios son “nuevas cada ma�ana” est� relacionada con la afirmaci�n que sigue: “Grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:23). Dios es inmutable, y Sus misericordias para con Israel no tienen l�mites. Su pacto con los descendientes de Abraham se mantendr�a (ver Jerem�as 31:35-37). Este era el radiante destello de esperanza que brillaba en medio del humo de las ruinas de Jerusal�n.

El amanecer de cada nuevo d�a se puede ver como un s�mbolo de la luz de Dios irrumpiendo en la oscuridad y de Su misericordia venciendo nuestros problemas. En cada ma�ana se manifiesta la gracia de Dios, un nuevo comienzo en el que las tinieblas deben huir. No es necesario que miremos m�s all� del aire que respiramos o del sol que nos ilumina, o de la lluvia que cae para alimentar la tierra. Las misericordias de Dios siguen llegando a nosotros mediante una gran cantidad de manifestaciones.

La misericordia de Dios hacia nosotros no tiene fecha de caducidad. Sus misericordias son nuevas cada ma�ana, ya que son perpetuas y siempre est�n disponibles para los necesitados. Tenemos nuestros altibajos, y hasta “los muchachos se fatigan y se cansan” (Isa�as 40:30), sin embargo, Dios es fiel a pesar de todo. Cada d�a que amanece viene acompa�ado de una nueva dosis de compasi�n que est� a nuestra disposici�n. La compasi�n de Dios se derrama desde un dep�sito infinito; Sus misericordias nunca se agotan. Algunas ma�anas nos levantamos de mal humor, y a�n as� encontramos que las misericordias de Dios nos esperan.

Los creyentes siguen pecando y entristeciendo al Esp�ritu Santo, pero el perd�n siempre est� disponible (1 Juan 1:8-9). La misericordia de Dios est� dispuesta a perdonar nuestros pecados, ya que la sangre derramada por Jesucristo en la cruz los ha expiado. Servimos a un Dios grande, amoroso y misericordioso, y gracias a Su gran amor no hemos sido consumidos. Nuestro Dios est� a favor de nosotros, no en contra de nosotros.

En Jesucristo tenemos la m�xima expresi�n de la misericordia y la compasi�n de Dios (ver Mateo 14:14), y �l es “el mismo ayer, hoy y siempre” (Hebreos 13:8). De hecho, las misericordias de Jes�s son “nuevas cada ma�ana”.

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