Pregunta: “Si dudas de tu salvaci�n, �quiere decir que no eres verdaderamente salvo?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “Si dudas de tu salvaci�n, �quiere decir que no eres verdaderamente salvo?” Respuesta: La mayor�a de los creyentes, en un momento u otro, han dudado de su salvaci�n. Las causas de la duda pueden ser varias, algunas v�lidas y otras no. Si dudas de tu salvaci�n, hay algunos pasos que puedes dar para…

2018 logo BW
topreadz.com/Espanol



Pregunta: “Si dudas de tu salvaci�n, �quiere decir que no eres verdaderamente salvo?”

Respuesta:
La mayor�a de los creyentes, en un momento u otro, han dudado de su salvaci�n. Las causas de la duda pueden ser varias, algunas v�lidas y otras no. Si dudas de tu salvaci�n, hay algunos pasos que puedes dar para encontrar consuelo, disipar las dudas y descansar en las promesas de Dios.

En primer lugar, es bueno saber que el hecho de tener o no dudas no es lo que determina tu salvaci�n. Algunos creyentes genuinos luchan con la duda, mientras que algunos incr�dulos que presumen de ser salvos nunca tienen ni un momento de duda (y alg�n d�a tendr�n un duro despertar-ver Mateo 7:21-23). Por lo tanto, no es un hecho autom�tico que la presencia de la duda indique una falta de salvaci�n, o que la ausencia de duda atestig�e la salvaci�n.

Una raz�n por la que la gente duda de su salvaci�n es la presencia del pecado en sus vidas. Hebreos 12:1 habla del “pecado que nos asedia”. Muchos cristianos verdaderos luchan contra las “asechanzas”, es decir, los pecados habituales, y esto puede hacer que duden de su salvaci�n. Es importante reconocer aqu� que, a pesar de que el cristiano es una nueva creaci�n en Cristo, todo el mundo sigue pecando. “Todos ofendemos muchas veces” (Santiago 3:2). Nadie alcanza un estado de perfecci�n sin pecado en este mundo. La diferencia para el creyente es la actitud hacia el pecado y la respuesta al mismo.

Tambi�n es importante saber que la presencia del pecado en la vida de uno puede ser una se�al de que uno no es salvo. La Biblia es clara al decir que el pecado voluntario y sin arrepentimiento es un indicador de un coraz�n no transformado (ver 1 Juan 3:6, 9; Romanos 6:1-2). Si est�s viviendo un estilo de vida que la Biblia condena como pecaminoso, entonces hay un problema espiritual. �Pecan los cristianos? S�. �Contin�an voluntariamente en el pecado? No.

Si dudas de tu salvaci�n debido al pecado en tu vida, entonces confiesa el pecado a Dios y p�dele perd�n por amor a Jes�s. Despu�s, haz lo necesario para no repetir el pecado: “Demuestren con su forma de vivir que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios – NTV” (Lucas 3:8). El mero hecho de que reconozcas el pecado y luches contra �l en tu propia vida es prueba de que el Esp�ritu Santo est� obrando. Coopera con lo que �l est� haciendo.

Otra raz�n por la que la gente duda de su salvaci�n es la falta de buenas obras en sus vidas. La vida cristiana implica m�s que apartarse del pecado; incluye hacer el bien. Jes�s dijo que “todo buen �rbol da buenos frutos” (Mateo 7:17), y Pablo escribi�: “Aprendan tambi�n los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto” (Tito 3:14). Hay algunos que inspeccionan el “fruto” de sus propias vidas, lo encuentran escaso, y se preguntan si son verdaderamente salvos. Su desconfianza de que son un “buen �rbol” pudiera ser porque 1) se han puesto un est�ndar m�s alto que Dios para s� mismos, minimizando lo que Dios est� haciendo a trav�s de ellos; 2) se est�n midiendo tontamente a s� mismos contra otros y su fruto (ver 2 Corintios 10:12); 3) est�n siendo laxos en su b�squeda de buenas obras; o 4) no son salvos y por lo tanto no tienen el amor de Cristo que los motiva.

Si dudas de tu salvaci�n por falta de buenas obras, confiesa el pecado de omisi�n a Dios y p�dele perd�n por amor a Jes�s. Entonces, es el momento de avivar “el fuego del don de Dios que est� en ti” (2 Timoteo 1:6). Hay mucho por hacer en favor del Reino (Lucas 10:2), y la Biblia da muchas instrucciones sobre la voluntad de Dios, en general, para los cristianos. Ten cuidado de no establecer falsos est�ndares de rendimiento o comparar tus buenas obras con las de los dem�s. Preg�ntale a Dios qu� quiere que hagas, y hazlo.

Algunas personas, especialmente aquellas que fueron salvas cuando eran muy j�venes, dudan de su salvaci�n porque no recuerdan muy bien su conversi�n, y se preguntan si la decisi�n que tomaron cuando eran ni�os fue genuina. Estos sentimientos son comunes en adultos que fueron salvos de ni�os. En tales casos, es bueno repasar las promesas de Dios y recordar que Jes�s invita a los ni�os a venir a �l (Marcos 10:14). La salvaci�n se basa en la gracia de Dios y la fe en Cristo, no en nuestro conocimiento, sabidur�a o complejidad (Efesios 2:8-9). Jes�s prometi� que los que son Suyos “no perecer�n jam�s” (Juan 10:28). Si persistes en dudar de la autenticidad de tu conversi�n cuando eras ni�o, aseg�rate de tu fe. Independientemente de lo que hicieras de ni�o, �crees ahora que Jes�s muri� por tus pecados y resucit�? �Pones tu fe s�lo en �l?

Otra raz�n para la presencia de la duda con respecto a la salvaci�n es la culpa constante por los pecados pasados. Todos nos arrepentimos de nuestras malas acciones pasadas, y todos tenemos un enemigo espiritual al que la Biblia llama “el acusador” (Apocalipsis 12:10). La mezcla de remordimientos y acusaciones puede suscitar muchas dudas. Afortunadamente, “el que est� en vosotros es mayor que el que est� en el mundo” (1 Juan 4:4). Si dudas de tu salvaci�n a causa de sentimientos de culpa, preg�ntate: “�Acaso esos pecados por los que me siento culpable se los confes� a Dios?”. Si es as�, entonces debes saber esto: Dios ha alejado de ti ese pecado “tan lejos como el oriente est� del occidente” (Salmo 103:12). Esta promesa es eterna: “Si confesamos nuestros pecados, �l es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

A veces, dudar es bueno. Al igual que el dolor, la duda puede alertarnos de un problema que hay que resolver. Debemos probarnos a nosotros mismos para estar seguros de que estamos “en la fe” (2 Corintios 13:5). Aseg�rate de que has nacido de nuevo. Si has confiado en Cristo como tu Salvador, entonces tienes vida eterna, y Dios quiere que est�s seguro de tu salvaci�n (Romanos 8:38-39; 1 Juan 5:13).

©

Similar Posts

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.