Pregunta: “Soy hind�, �por qu� deber�a considerar convertirme en cristiano?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “Soy hind�, �por qu� deber�a considerar convertirme en cristiano?” Respuesta: Comparar el hinduismo y el cristianismo es dif�cil, en parte, porque el hinduismo es una religi�n dif�cil de entender para los occidentales. Representa una rica historia y una teolog�a elaborada. Tal vez no hay ninguna religi�n en el mundo que sea m�s variada…

2018 logo BW
topreadz.com/Espanol


Pregunta: “Soy hind�, �por qu� deber�a considerar convertirme en cristiano?”

Respuesta:
Comparar el hinduismo y el cristianismo es dif�cil, en parte, porque el hinduismo es una religi�n dif�cil de entender para los occidentales. Representa una rica historia y una teolog�a elaborada. Tal vez no hay ninguna religi�n en el mundo que sea m�s variada y adornada. Comparar el hinduismo y el cristianismo puede abrumar f�cilmente el novicio de religiones comparativas. Entonces, la pregunta propuesta debe considerarse cuidadosa y humildemente. La respuesta dada aqu� no pretende ser comprensiva, ni supone siquiera ”una comprensi�n exhaustiva” del hinduismo en cualquier momento determinado. Esta respuesta simplemente compara algunos puntos entre las dos religiones en un esfuerzo por mostrar c�mo el cristianismo merece una consideraci�n especial.

En primer lugar, el cristianismo debe considerarse para su viabilidad hist�rica. El cristianismo tiene personajes y eventos arraigados hist�ricamente dentro de su esquema que son identificables a trav�s de las ciencias forenses como la arqueolog�a y la cr�tica textual. El hinduismo tiene sin duda alguna una historia, pero su teolog�a, mitolog�a e historia son a menudo tan obscuras entre s� que resulta dif�cil identificar d�nde se detiene una y d�nde comienza la otra. La mitolog�a es admitida abiertamente dentro del hinduismo, que posee mitos elaborados utilizados para explicar las personalidades y las naturalezas de los dioses. El hinduismo tiene una cierta flexibilidad y adaptabilidad a trav�s de su ambig�edad hist�rica. Pero, cuando una religi�n no es hist�rica, es mucho menos comprobable. Puede que no sea refutable en ese momento, pero tampoco es comprobable. Es la historia literal de la tradici�n jud�a y eventualmente la tradici�n cristiana la que justifica la teolog�a del cristianismo. Si Ad�n y Eva no existieron, si Israel no tuvo un �xodo de Egipto, si Jon�s fue s�lo una alegor�a, o si Jesucristo no camin� en la tierra, entonces la religi�n cristiana entera podr�a desmoronarse potencialmente en esos puntos. Para el cristianismo, una historia falaz significar�a una teolog�a poco convincente. Tal arraigo hist�rico podr�a ser una debilidad del cristianismo, salvo que las partes hist�ricamente comprobables de la tradici�n cristiana se validan tan a menudo que la debilidad se convierte en una fuerza.

En segundo lugar, mientras que tanto el cristianismo y el hinduismo tienen personajes hist�ricos claves, se muestra que solo Jesucristo se ha levantado f�sicamente de los muertos. Muchas personas en la historia han sido maestros sabios o han comenzado movimientos religiosos. El hinduismo tiene su cuota de maestros sabios y l�deres terrenales. Pero Jesucristo se destaca. Sus ense�anzas espirituales se confirman con una prueba que solamente el poder divino podr�a pasar – la muerte y la resurrecci�n corporal � un hecho que �l profetiz� y cumpli� en s� mismo (Mateo 16:21; 20:18-19; Marcos 8:31; Lucas 9:22; Juan 20-21; 1� Corintios 15).

Por otra parte, la doctrina cristiana de la resurrecci�n se mantiene al margen de la doctrina hind� de la reencarnaci�n. Estas dos ideas no son lo mismo. Y es s�lo la resurrecci�n que puede deducirse convincentemente del estudio hist�rico y probatorio. La resurrecci�n de Jesucristo en particular tiene considerable justificaci�n mediante la erudici�n secular y religiosa por igual. Su comprobaci�n no hace nada para verificar la doctrina hind� de la reencarnaci�n. Considere las siguientes diferencias:

La resurrecci�n implica una muerte, una vida, un cuerpo mortal y un cuerpo nuevo inmortal glorificado. La resurrecci�n se realiza por intervenci�n divina, es monote�sta, es una liberaci�n del pecado y en �ltima instancia se produce s�lo en los �ltimos tiempos. La reencarnaci�n, por el contrario, implica m�ltiples muertes, m�ltiples vidas, m�ltiples cuerpos mortales y ning�n cuerpo inmortal. Adem�s, la reencarnaci�n ocurre por ley natural, es generalmente pante�sta (Dios es todo), opera sobre la base del karma y es siempre activa. Por supuesto, listar las diferencias no demuestra la verdad de ninguno de los dos relatos. Sin embargo, si la resurrecci�n es hist�ricamente demostrable, entonces el distinguir estas dos opciones de vida despu�s de la muerte, separa el relato justificado del relato injustificado. La resurrecci�n de Jesucristo y la doctrina cristiana m�s grande de resurrecci�n, merecen ser consideradas.

En tercer lugar, las Escrituras cristianas son hist�ricamente excepcionales y merecen una seria consideraci�n. En varias pruebas, la Biblia supera los Vedas hind�es y a todos los dem�s libros de la antig�edad. Se podr�a incluso decir que la historia de la Biblia es tan convincente que dudar de la Biblia es dudar de la historia misma, puesto que es el libro m�s hist�ricamente comprobable de toda la antig�edad. El �nico libro m�s hist�ricamente comprobable que el Antiguo Testamento (la Biblia hebrea) es el Nuevo Testamento. Considere lo siguiente:

1) M�s manuscritos existen para el Nuevo Testamento que para cualquier otro libro de la antig�edad � 5000 manuscritos griegos antiguos, 24.000 en total, incluyendo otros idiomas. La multiplicidad de los manuscritos permite una base de investigaci�n enorme por la cual podemos comparar los textos entre s� e identificar lo que dijeron los originales.

2) Los manuscritos del Nuevo Testamento est�n m�s cercanos en edad a los originales que cualquier otro documento de la antig�edad. Todos los originales fueron escritos dentro del tiempo de los contempor�neos (los testigos oculares), en el primer siglo d.C., y actualmente contamos con piezas de un manuscrito tan antiguas como el 125 d.C. Copias de libros enteros aparecen en el 200 d.C., y se puede encontrar el Nuevo Testamento completo que se remonta a 250 d.C. Tener todos los libros del Nuevo Testamento escritos inicialmente dentro del tiempo de los testigos oculares significa que no ten�an tiempo para transferirse en mito y folclor. Adem�s, sus afirmaciones de verdad fueron sostenidas por los miembros de la iglesia que, como testigos personales de los acontecimientos, pudieron comprobar los hechos.

3) Los documentos del Nuevo Testamento son m�s precisos que cualquier otro de la antig�edad. John R. Robinson en su libro Honesto A Dios, informa que los documentos del Nuevo Testamento son precisos en el 99.9% de su contenido (el m�s exacto que cualquier libro antiguo completo). Bruce Metzger, un experto en el Nuevo Testamento griego, sugiere un m�s modesto 99.5% de precisi�n.

En cuarto lugar, el monote�smo cristiano tiene ventajas sobre el polite�smo y el pante�smo. No ser�a justo caracterizar el hinduismo como s�lo pante�sta (“Dios es todo”) o s�lo polite�sta (teniendo muchos dioses). Dependiendo de la corriente del hinduismo a la que uno se adhiera, uno puede ser pante�sta, polite�sta, monista (‘todo es uno”), monote�sta, o una serie de otras opciones. Sin embargo, dos fuertes corrientes dentro del hinduismo son el polite�smo y el pante�smo. El monote�smo cristiano tiene ventajas marcadas sobre estos dos. Debido a consideraciones de espacio, estas tres cosmovisiones se comparan aqu� en lo que respecta a s�lo un punto, la �tica.

Tanto el polite�smo como el pante�smo tienen una base cuestionable por su �tica. Con el polite�smo, si hay muchos dioses, entonces �cu�l dios tiene el �ltimo est�ndar de la �tica que los seres humanos deber�an seguir? Cuando hay m�ltiples dioses, entonces sus sistemas �ticos entran en conflicto, o no entran en conflicto, o no existen. Si no existen, entonces la �tica es inventada y sin fundamento. La debilidad de esa posici�n es evidente. Si los sistemas �ticos no entran en conflicto, �en qu� principio se alinean? Cualquiera que sea ese principio de alineaci�n, ser�a m�s definitivo que los dioses. Los dioses no son el �ltimo, puesto que responden a alguna otra autoridad. Por lo tanto, hay una realidad superior a la que uno debe adherirse. Este hecho hace que el polite�smo parezca superficial, si no vac�o. En la tercera opci�n, si los dioses tienen conflictos en sus est�ndares del bien y del mal, entonces obedecer a un Dios es arriesgarse a desobedecer a otro, incurriendo en un castigo. La �tica ser�a relativa. El bien para un dios no necesariamente ser�a “bien” en un sentido objetivo y universal. Por ejemplo, sacrificar un hijo a Kali ser�a admirable para una corriente del hinduismo, pero reprochable para muchas otras. Pero seguramente, el sacrificio de ni�os, como tal, es objetable, sin duda alguna. Algunas cosas, por todas las razones y apariencias, son correctas o incorrectas, a pesar de todo.

El pante�smo no le va mucho mejor que al polite�smo, puesto que afirma que, en �ltima instancia, hay s�lo una cosa � una realidad divina � as� desestimando alguna distinci�n fundamental del ‘bien’ y del ‘mal’. Si el ‘bien’ y el ‘mal’ fueran realmente distintos, entonces no habr�a una realidad �nica, indivisible. El pante�smo en �ltima instancia no admite distinciones morales como el bien y el ‘mal’. El bien y el mal se disuelven en la misma realidad indivisible. Y aunque podr�an realizarse tales distinciones como el ‘bien’ y el ‘mal’, el contexto del karma anula el contexto moral de esa distinci�n. El Karma es un principio impersonal como una ley natural como la gravedad o la inercia. Cuando el karma influye en un alma pecadora, no es una retribuci�n divina que trae juicio. Por el contrario, es una reacci�n impersonal de la naturaleza. Pero la moral requiere personalidad � personalidad que el karma no puede ofrecer. Por ejemplo, no culpamos a un palo por ser usado en una paliza. El palo es un objeto sin capacidad oral ni deber. M�s bien culpamos a la persona que utiliza el palo de forma abusiva. Esa persona tiene una capacidad moral y un deber moral. Asimismo, si el karma es meramente la naturaleza impersonal, entonces es amoral (sin moral) y no es una base adecuada para la �tica.

El monote�smo cristiano, sin embargo, arraiga su �tica en la persona de Dios. El car�cter de Dios es bueno y, por tanto, lo que se ajusta a �l y a Su voluntad es bueno. Lo que se aparta de Dios y su voluntad es malo. Por lo tanto, el �nico Dios sirve como la base absoluta de la �tica, lo que permite una base personal para la moralidad y justificando el conocimiento objetivo del bien y del mal.

En quinto lugar, queda la pregunta ‘�Qu� haces con tu pecado?’ El cristianismo tiene la respuesta m�s fuerte a este problema. Como el budismo, el hinduismo tiene por lo menos dos ideas del pecado. El pecado se entiende a veces como ignorancia. Es pecaminoso si uno no ve o comprende la realidad como el hinduismo lo define. Pero queda todav�a una idea de error moral denominada ‘pecado’. Hacer algo deliberadamente malo, romper una ley espiritual o terrenal, o desear cosas malas ser�a un pecado. Sin embargo, esa definici�n moral del pecado apunta a una especie de error moral que requiere una expiaci�n real. �De d�nde puede venir la expiaci�n? �Puede venir por el cumplimiento de los principios k�rmicos? El karma es impersonal y amoral. Uno podr�a hacer buenas obras para ‘equilibrar la balanza’, pero uno nunca puede deshacerse del pecado. El karma a�n no proporciona un contexto en el cual el error moral es incluso moral. �A qui�nes hemos ofendido si pecamos en privado, por ejemplo? Al karma no le interesa una cosa o la otra porque el karma no es una persona. Por ejemplo, supongamos que un hombre mata al hijo de otro hombre. �l puede ofrecer dinero, propiedad o su propio hijo a la parte ofendida. Pero no puede deshacer lo que hizo – el matar al hombre joven. Ninguna cantidad de indemnizaci�n puede compensar ese pecado. �Puede venir la expiaci�n por la oraci�n o la devoci�n a Shiv� o Visn�? Incluso si esos personajes ofrecen perd�n, parece que el pecado seguir�a siendo una deuda pendiente. Ellos perdonar�an el pecado como si fuese excusable y luego har�an pasar a personas a trav�s de las puertas de la felicidad eterna.

El cristianismo, sin embargo, considera el pecado como un error moral contra un Dios �nico, supremo y personal. Desde Ad�n, los seres humanos han sido criaturas pecadoras. El pecado es real, y establece una brecha infinita entre el hombre y la felicidad eterna. El pecado exige justicia. Sin embargo, no puede ser ‘equilibrado’ con un n�mero igual o mayor de buenas obras. Si alguien tiene diez veces m�s obras buenas que obras malas, esa persona todav�a tiene el mal en su conciencia. �Qu� sucede con estas malas obras restantes? �Son perdonadas como si nunca fueran importantes? �Son permitidas en la felicidad eterna? �Son meras ilusiones, no quedando as� ning�n problema? Ninguna de estas opciones es adecuada. En cuanto a la ilusi�n, el pecado es demasiado real para nosotros como para ser explicado como una ilusi�n. Con respecto a la pecaminosidad, cuando somos honestos con nosotros mismos, todos sabemos que hemos pecado. En cuanto al perd�n, el simplemente perdonar el pecado sin costo alguno trata el pecado como si no tuviera ninguna consecuencia. Sabemos que esto es falso. Con respecto a la felicidad eterna, no es muy buena si el pecado se introduce clandestinamente. Parece que el karma nos deja con el pecado en nuestros corazones y la sospecha de que hemos violado alg�n est�ndar final personal del bien y del mal. Y la felicidad eterna no nos puede tolerar o debe dejar de ser perfecta para que podamos entrar.

Con el cristianismo, sin embargo, todo pecado es castigado, aunque ese castigo ya ha sido satisfecho en el sacrificio personal de Jesucristo en la cruz. Dios se hizo hombre, vivi� una vida perfecta y muri� la muerte que nosotros merec�amos. Fue crucificado en nuestro lugar, un sustituto para nosotros y una cobertura o expiaci�n por nuestros pecados. Y resucit�, demostrando que ni siquiera la muerte podr�a vencerlo. Adem�s, �l promete la misma resurrecci�n a vida eterna para todos los que tienen fe en �l como su �nico Se�or y Salvador (Romanos 3:10, 23, 6:23; 8:12; 10:9-10; Efesios 2:8-9; Filipenses 3:21).

Finalmente, en el cristianismo podemos saber que somos salvos. No tenemos que depender de alguna experiencia pasajera, ni tampoco confiamos en nuestras propias buenas obras o meditaci�n ferviente, ni ponemos nuestra fe en un dios falso que estamos tratando de “creer en la existencia”. Tenemos un Dios vivo y verdadero, una fe hist�ricamente anclada, una revelaci�n de Dios perdurable y comprobable (las Escrituras), una base teol�gicamente satisfactoria para la vida �tica y un hogar garantizado en el cielo con Dios.

Entonces, �qu� significa esto para ti? Jesucristo es la �ltima realidad. Jesucristo fue el sacrificio perfecto por nuestros pecados. Dios nos ofrece perd�n y salvaci�n si simplemente recibimos su regalo (Juan 1:12), creyendo que Jesucristo es el Salvador que dio su vida por nosotros � sus amigos. Si t� pones tu confianza en Jesucristo como tu �nico Salvador, tendr�s la absoluta garant�a de felicidad eterna en el cielo. Dios perdonar� tus pecados, limpiar� tu alma, renovar� tu esp�ritu, te dar� vida abundante en este mundo y la felicidad eterna en el cielo. �C�mo podemos rechazar un regalo tan precioso? �C�mo podemos dar la espalda a Dios quien nos am� lo suficiente para sacrificarse por nosotros?

Si no est�s seguro acerca de lo que crees, te invitamos a decir la siguiente oraci�n a Dios; “Dios, ay�dame a saber lo que es verdadero. Ay�dame a discernir lo que es err�neo. Ay�dame a saber cu�l es el camino correcto hacia la salvaci�n”. Dios siempre honrar� una oraci�n as�.

Si quieres recibir a Jesucristo como tu Salvador, simplemente habla con Dios, en voz alta o en silencio y dile que recibes el regalo de la salvaci�n a trav�s de Jesucristo. Si quieres una oraci�n para expresar este deseo, aqu� est� un ejemplo: “Dios, gracias por tu amor por m�. Gracias por sacrificarte por m�. Gracias por proporcionar mi perd�n y salvaci�n. Acepto el regalo de la salvaci�n a trav�s de Jesucristo. Recibo a Jesucristo como mi Salvador. �Am�n!”

©

Similar Posts

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.