¿Qué debe decirse cuando el imam se sienta entre los dos sermones durante la oración comunitaria del viernes?

Pregunta ¿Qué debe decirse cuando el imam se sienta entre los dos sermones durante la oración comunitaria del viernes? Alabado sea Dios. Está probado que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía dar dos sermones en el día viernes, y los separaba sentándose en el púlpito brevemente entre…

Pregunta

¿Qué debe decirse cuando el imam se sienta entre los dos sermones durante la oración comunitaria del viernes?

Alabado sea Dios.

Está probado que el
Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía dar dos
sermones en el día viernes, y los separaba sentándose en el púlpito
brevemente entre ambos.

Se narró que ‘Abd Allah
ibn ‘Umar (que Allah esté complacido con él) dijo: “El Profeta (que la paz y
las bendiciones de Allah sean con él) solía dar dos sermones y sentarse
entre ellos”. Narrado por al-Bujari (928).

No se ha narrado que el
Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) ni sus
compañeros, tanto como sabemos, pronunciaran una súplica específica u
oración para rememorar a Dios entre los dos sermones de la oración
comunitaria del viernes. Más bien, algunos de los eruditos han dicho que es
recomendable decir una súplica entre los dos sermones, buscando el momento
en que la súplica es respondida el día viernes. Una de las opiniones más
fuertes acerca de ese momento es que es desde que el imam sale a dar el
sermón hasta el final de la oración. Esto ha sido discutido en la respuesta
a la pregunta no. 112165.

Pero a causa de que esta
súplica no fue narrada del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él) ni de sus nobles compañeros, no podemos afirmarla ni adoptarla
como una tradición establecida; tampoco es permisible elevar la voz cuando
se la pronuncia ni perturbar a los presentes. Algunos eruditos han advertido
contra esto.

Ibn Háyar al-Haitami
narró que al-Qádi dijo que la tradición (sunnah) para los presentes es hacer
uso del tiempo en que el imam se sienta a pronunciar la súplica, porque se
ha afirmado que es respondida en ese momento. Si ellos dicen sus súplicas,
entonces es mejor que lo hagan en silencio, porque pronunciarla en voz alta
puede perturbar a otros, y porque decirla en voz baja es mejor en el caso de
las súplicas en general, a menos que haya una razón para ello”. Fin de la
cita.

Al-Fatáwa al-Fiqhíyah
al-Kubra, por al-Háfiz ibn Háyar al-Haitami (1/251-252).

El shéij ‘Abd Allah ibn
‘Abd er-Rahmán Abu Batín (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “La
súplica mientras (el imam) está sentado entre los dos sermones, no sé nada
acerca de eso, y quien haga esa búsqueda sobre el momento mencionado en el
día viernes (cuando la súplica es respondida) no debe ser objetado”. Fin de
la cita.

Rasá’il wa Fatáwa
ash-Sháij ‘Abd Allah Abu Batín (p. 163).

El shéij Muhámmad Rashíd
Rida (que Allah tenga misericordia de él) dijo:

“Sobre elevar las manos
y la voz durante una súplica, cuando el imam se sienta entre los dos
sermones, no conocemos ninguna tradición que apoye eso; no habría nada de
malo con eso si no fuera por el hecho de que distrae o molesta a los demás,
y porque ellos lo consideran como una tradición (proveniente del Profeta),
cuando no hay ninguna evidencia para eso.

Lo que se ha narrado es
pedir silencio cuando el imam sube al púlpito, pero el silencio es con el
propósito de que se oiga su sermón. Por eso decimos que no hay nada de malo
con decir una súplica en otro momento en que no se requiere la atención de
los presentes, pero uno debe hacer su súplica calladamente y no distraer a
los demás con su súplica. No todas las personas deben levantar las manos, de
tal manera que esto no se vuelva uno de los rituales del viernes, pues es
algo sobre lo que no hay ninguna enseñanza en la Tradición Profética. Más
bien, están yendo claramente contra la Tradición Profética, si cuando el
imam se pone de pie y comienza el segundo sermón ellos continúan con su
súplica. Es mejor para ellos que escuchen y mediten en el mensaje del sermón
durante ese momento, y piensen y reflexionen en mientras el imam está
tomando ese breve descanso. Lo menos que puede decirse sobre este acto es
que es una innovación inapropiada”. Fin de la cita.

Mayállat al-Manar,
6/792.

El shéij Ibn ‘Uzaimín
(que Allah tenga misericordia de él) fue interrogado sobre si hay una
súplica específica u oración que el orante pueda recitar entre los dos
sermones del viernes, ¿Se ha narrado que el imam deba decir una súplica
entre ambos sermones o no?

Él respondió:

“No hay una oración ni
súplica específica, más bien, la persona puede decir cualquier súplica que
quiera, porque este es un momento en que las súplicas son respondidas. El
Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Durante
el viernes hay un momento en que ningún musulmán le pide algo a Dios cuando
está parado rezando, sin que Él se lo conceda”.

En la obra Sahih Muslim
se ha narrado del reporte de Abu Musa: “Es en el momento entre que el imam
sale (es decir, entra a la mezquita y sale por el púlpito) hasta que la
oración termina”.

Este es un momento en el
que las súplicas son respondidas, y entonces uno debe aprovechar esta
oportunidad y hacer una súplica entre los dos sermones, pidiendo lo que sea
que quiera entre las cosas buenas de este mundo y del Más Allá.

Lo mismo puede decirse
del imam: él debe hacer una súplica entre los dos sermones, pero debe
hacerlo en silencio, pidiendo lo que sea que quiera de entre las cosas
buenas de este mundo y del Más Allá.

Lo mismo puede decirse
acerca de la postración durante la oración del viernes, después de recitar
las oraciones para recordar a Dios que fueron narradas del Profeta (que la
paz y las bendiciones de Allah sean con él), uno puede decir la súplica que
uno desee.

Y después del tasháhhud
y antes del salam, uno puede decir una súplica por cualquier cosa que uno
desee, después de decir la súplica para lo que se ha narrado en la ley
islámica”. Fin de la cita.

Él también dijo (que
Allah tenga misericordia de él):

“La súplica durante este
momento es recomendable, porque este es un instante en el que existe la
esperanza de que las súplicas sean respondidas. El Profeta (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) nos informó que en el día viernes hay un
período en el cual ningún musulmán le pide algo a Dios cuando está de pie
rezando, sin que Él se lo conceda.

El momento de la oración
es más probablemente el momento en que las súplicas son respondidas, a causa
del reporte narrado por Muslim de Abu Musa al-Ash’ari (que Allah tenga
misericordia de él), de acuerdo al cual el Profeta (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Es el tiempo entre que el imam sale
(al púlpito) hasta que la oración termina”.

Basándonos en esto, uno
debe aprovechar al máximo esta oportunidad y decir la súplica entre los dos
sermones.

Con respecto a elevar
las manos, no creo que haya nada malo con ello, por el principio básico de
que esto es parte del comportamiento a observar en las súplicas en general.
Por lo tanto, si una persona eleva sus manos, no hay nada malo en eso, y si
dice su súplica sin elevar las manos, tampoco hay nada de malo con eso.
Esto, en lo relativo a la súplica realizada entre los dos sermones”. Fin de
la cita.

Fatáwa Nur ‘ala ad-Dárb
(Fatáwa as-Saláh/Salat al-Yumu’ah).

Algunos juristas dijeron
que es recomendable recitar el Corán cuando el imam se sienta entre los dos
sermones, y algunos de ellos mencionaron el capítulo al-Ijlás en particular,
basándose en el reporte de Yábir ibn Samurah (que Allah esté complacido con
él) quien dijo: “El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con
él) solía dar dos sermones, sentándose entre ellos. Él recitaba el Corán y
se lo recordaba a la gente”. Narrado por Muslim (862). Una versión similar
fue narrada por Ibn Hibbán en su obra Sahih (7/42), que él incluyó en un
capítulo titulado “Mención de lo que el Profeta solía decir cuando se
sentaba entre los dos sermones”.

Al-Jatíb ash-Sharbini
(que Allah tenga misericordia de él) dijo:

“El tiempo en el que se
sentaba entre los dos sermones era de aproximadamente el largo del capítulo
al-Ijlás.

¿Debe uno recitar el
Corán o una oración en ese momento, o permanecer en silencio?

Ellos no lo discutieron,
pero en la obra Sahih de Ibn Hibbán dice que el Profeta (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él) solía recitar el Corán en ese momento”.
Fin de la cita.

Mughni al-Muhtáy, 1/557.

El punto de vista
correcto es que las palabras de Yábir ibn Samurah en el reporte “él recitaba
el Corán y se lo recordaba a la gente”, no hace referencia al momento en el
que se sentaba entre los dos sermones, sino que se refiere a lo mencionado
al comienzo del reporte “El Profeta solía dar dos sermones”, es decir, él
(que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) daba dos sermones desde
el púlpito, los cuales ambos incluían recitación del Corán, exhortaciones y
recordatorios para la gente.

Por eso al-Háfid
ad-Dhahábi dijo en Siyár A’lám an-Nubalá’ (16/102), en su biografía de Ibn
Hibbán, en una importante discusión sobre los errores que él cometió en su
obra Sahih: “Uno de los errores de su parte fue cuando catalogó este
reporte, porque escribió “Mención de lo que (el Profeta) solía recitar
cuando se sentaba entre los dos sermones”. Y no mencionó nada”. Fin de la
cita. Significando esto que el reporte no indica lo que él mencionó en el
encabezado del capítulo.

El punto de vista
correcto, y Dios sabe mejor, es que no hay ninguna tradición establecida por
el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) acerca de
este asunto. Quien quiera utilizar este breve momento de silencio para decir
una súplica, una oración o recitar algo del Corán, puede hacerlo en tanto y
en cuanto no distraiga ni moleste a los demás.

Y Allah sabe más.

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