Al-Hashir (el Convocador) es uno de los nombres del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), no uno de los nombres de Dios

Pregunta Uno de los nombres del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue al-Hashir (el Convocador), porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Yo soy el Convocador ante quien la gente se reúne”, o algo similar. Quisiéramos que nos…

Pregunta

Uno de los nombres del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue al-Hashir (el Convocador), porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Yo soy el Convocador ante quien la gente se reúne”, o algo similar. Quisiéramos que nos explique este reporte. Yo sé que Dios es llamado Al-Hashir también, y que Él es Aquel que reúne a la gente en el Día de la Resurrección. Espero que usted pueda clarificarnos este asunto, que Dios le recompense con el bien y coloque su respuesta en la balanza de las buenas obras.

Alabado sea Dios.

Este reporte (“Yo soy el Convocador ante quien la gente se
reúne”) es uno de los dos reportes que fueron consensuados por los imames
al-Bujari y Muslim (que Allah tenga misericordia de ellos). El reporte
completo es como sigue:

“El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah
sean con él) dijo: “Se me han concedido varios nombres, soy Muhámmad, soy
Áhmad y soy al-Mahi (el Purificador, aquel mediante el cual Dios purifica de
los pecados). Soy al-Hashir (el Convocador, el Reunidor) ante quien la gente
se reúne, soy al-‘Aqib (el Sucesor, es decir, quien sucedió a los profetas
de antaño, el último Profeta)”. Narrado por al-Bujari, 4896; Muslim, 2354.

Con respecto a la frase “Soy el Convocador ante quien la
gente se reúne”, lo que esto significa es que la gente se reunía ante él.
Esto está de acuerdo con lo que ha dicho en otro reporte: “La gente se
reunirá ante mí”.

Es posible que a lo que se refiera la palabra original del
reporte ‘mi pie’, signifique el tiempo, es decir, “cuando la era de mi
misión comience, cuando los signos de la reunión aparezcan”, se refieran al
hecho de que no habrá ningún profeta detrás de él. Esto fue sugerido por
al-Hafiz en su obra Al-Fath, 6/557.

Ibn al-Qayím dijo en Zaad al-Ma’ad, 1/94: “Es como si él
fuera enviado para reunir a la gente”.

En segundo lugar, cuando dices que Dios es también llamado
al-Hashir, esto no es correcto. Los nombres de Dios están determinados por
los textos del Sagrado Corán y la Tradición Profética, y no hay espacio para
la especulación o la analogía en este contexto. Debemos atenernos a lo que
se ha narrado en el Sagrado Corán y en la Tradición Profética sin agregar ni
quitar nada.

Los bellos nombres de Dios y Sus atributos sólo pueden ser
conocidos mediante la revelación de Dios, y no por medio de la investigación
humana. Una vez que la revelación se produjo debemos aceptar lo que ella nos
transmite.

Dios dijo (traducción del significado):

“No hagáis ni digáis nada si no tenéis conocimiento. Por
cierto que seréis interrogados en qué habéis utilizado el oído, la vista y
el corazón” (al-Isra’, 17:36).

“Diles: Mi Señor ha prohibido las obscenidades, tanto en
público como en privado, los pecados, la opresión, la idolatría y decir
acerca de Él lo que ignoráis” (al-A’raf, 7:33).

Llamar a Dios con nombres mediante los cuales Él no se ha
llamado a sí mismo puede conducir a transgredir Sus derechos, y por eso
debemos ser cuidadosos con este asunto y limitarnos a describirlo como Él
mismo se ha descripto en Su revelación.

La realidad de los atributos de Dios es más compleja y grande
que sus nombres, porque cada nombre refiere sólo a un atributo. Por ejemplo,
uno de los nombres de Dios es as-Sami’ (El Omnioyente). Este nombre afirma
que Dios lo oye todo y que posee la capacidad de oír todo.

Pero con respecto a las acciones que incluso la Revelación le
atribuye a Dios, no todas hacen referencia a un atributo concreto, porque
sus actos no tienen principio ni fin. Entre los actos que le son atribuidos
a Dios están cosas como venir, tomar, retener o perdonar, tal como Dios dijo
(traducción del significado):

“Y llegue tu Señor, y se presenten los Ángeles en filas”
(al-Fáyr, 89:22).

“¿Acaso esperan que Allah se les presente en la sombra de
una nube y vengan a ellos los Ángeles? Entonces, su situación quedaría
decidida [y serían aniquilados]. Todos los asuntos retornan a Allah”
(al-Báqarah, 2:210).

“Así sucedió con la gente del Faraón y con quienes les
precedieron, desmintieron Nuestros signos y Dios les castigó por sus
pecados. Dios es severo en el castigo” (Ali ‘Imrán, 3:11).

“¿No sabes que Allah os sometió cuanto hay en la Tierra, y
que las naves surcan el mar por Su designio, y que contiene el cielo para
que no caiga sobre la Tierra sino por Su Voluntad? Ciertamente Allah es
Compasivo y Misericordioso con los hombres” (al-Hach, 22:65).

“Por cierto que el castigo de tu Señor es terrible”
(al-Buruj, 85:12).

Estas acciones deben serles atribuidas a Dios en la misma
forma en que Dios se las atribuyó a Sí mismo, pero no debemos derivar
nombres de ellas y atribuírselos a la par de los bellos nombres que Él nos
ha revelado. En consecuencia no debemos decir que Dios es El Venidor porque
ha venido, El Golpeador porque ha golpeado, o El Retentor porque ha
retenido. Simplemente nos limitamos a reconocer lo que Él mismo ha afirmado,
y por lo tanto lo afirmamos en los mismos términos en que Él lo afirmó.

Ver: Risalat Qawa’id al-Mazlá, por el Shéij Muhámmed ibn
al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él), 2/283.

Y Allah sabe mejor.

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