Normas sobre trabajar en la policía

Pregunta Yo trabajo como oficial de policía en uno de los países árabes. Mi pregunta es: ¿es permisible que continúe con este trabajo sabiendo que el país está regido por leyes que han sido inventadas por el hombre, y como oficial de policía a mí se me exige hacer respetar estas leyes? Tome en cuenta…

Pregunta

Yo trabajo como oficial de policía en uno de los países árabes. Mi pregunta es: ¿es permisible que continúe con este trabajo sabiendo que el país está regido por leyes que han sido inventadas por el hombre, y como oficial de policía a mí se me exige hacer respetar estas leyes? Tome en cuenta que hay muchas áreas de trabajo en la policía. Algunos de nosotros combatimos el proxenetismo y la prostitución, algunos de nosotros luchamos contra el tráfico de drogas, y hay muchas otras cosas buenas que los policías hacemos, pero todo eso se hace de acuerdo con leyes que han sido escritas y aprobadas por seres humanos, no por la ley de Dios. Otros de nosotros trabajamos en las prisiones, cumpliendo órdenes judiciales de acuerdo a esas leyes hechas por el ser humano. ¿Es permisible que continúe con este trabajo o lo que debo hacer es abandonarlo? ¿O debo hacer lo mejor para encontrar el trabajo más apropiado que yo deba realizar dentro de la policía?

Alabado sea Dios.

Trabajar en la policía es como muchos otros trabajos: implica
algunas cosas que son permisibles, y otras que están prohibidas. Eso varía
de acuerdo a la naturaleza del trabajo.

En muchos países, desafortunadamente, quienes trabajan en
este campo están obligados a cumplir con normas ridículas e insensatas como
afeitarse la barba, saludar a la bandera, y ‘mostrar respeto’ a oficiales de
un rango más alto saludándolos en una forma inventada, aun si estos son
incrédulos o malhechores. Hemos explicado porqué estas cosas están
prohibidas en las respuestas a las preguntas No. 5481,
8230 y 8797.

Con respecto a tu trabajo, es bien sabido que trabajar en la
policía hoy en día, en la mayoría de los países, implica muchas injusticias
y también muchas formas de justicia. Si lo que un policía hace es perseguir
a ladrones y agresores, protegiendo a la gente inocente de que salgan
lastimadas, o proteger los derechos de gente honrada e inocente, o evitar
cualquier forma de agresión contra ellos, entonces indudablemente este
trabajo es algo permisible, y de hecho es algo elogiable, por lo cual el
musulmán será recompensado si lo hace con la sincera intención de cumplir
con la causa de la justicia establecida por Dios, glorificado y exaltado
sea. Todo esto es establecer la justicia en la Tierra, como Dios ha
mandado.

Pero si lo que el policía hace es expropiar ilegítimamente la
riqueza de la gente, transgredir sus derechos, amenazarlos o golpearlos,
levantar sospechas infundadas sobre su honor o meterlos en la cárcel
ilegítimamente, entonces indudablemente su trabajo es algo prohibido, y él
será uno de aquellos que estará en bancarrota cuando se reúna con Dios en el
Día de la Resurrección, en el Más Allá, cuando sus víctimas clamen contra
ellos, y Dios escuche sus testimonios, y toda bendición o buena obra a su
favor que tengan les será quitada y dada a sus víctimas, o algunos de los
pecados y de las cargas de sus víctimas les serán quitados y transferidos a
estos malhechores.

El shéij Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él)
dijo:

“Si el gobernante tiene el atrevimiento de apropiarse de lo
que han juntado los recolectores de rentas e ingresos del estado, para hacer
uso personal de ello o para su familia, no es permisible ayudarlos o
colaborar con ellos, porque cada uno de ellos será un malhechor, como un
ladrón que roba a otro ladrón, o como dos grupos que luchan el uno contra el
otro por malas razones, o por disputarse injustamente un liderazgo al que no
tienen derecho. No es permisible para ningún musulmán colaborar en el pecado
y la transgresión.

La colaboración entre las personas cae en una de dos
categorías:

1 – Ayudarse los unos a los otros en la rectitud y la piedad,
como la lucha por la causa de Dios, la aplicación de los castigos a los
malhechores comprobados, devolverle a la gente lo que le fue robado, y
devolver los derechos legítimos a aquellos que lo merecen. Todas estas cosas
han sido encomendadas por Dios y Su mensajero. Quien se abstenga de esto so
pretexto de temer ayudar a otros en alguna mala acción, está descuidando un
deber que es tanto individual como colectivo, aunque piense que simplemente
está siendo cauteloso. Cuán a menudo la cobardía y la falta de carácter se
disfrazan de prudencia, haciendo que la inacción se difunda entre la gente y
que nadie dé un paso al frente para defender al oprimido.

2 – Ayudarse los unos a los otros en el pecado y la
transgresión, como por ejemplo ayudar a alguien a combatir a una persona
inocente, o confiscar ilegítimamente la riqueza de otros, o azotar o golpear
a gente inocente, etc. Todo esto está prohibido por Dios y Su mensajero”.
Fin de la cita de Maymu’ al-Fatáwa, 28/283.

Consulta también la respuesta a la pregunta No.
103412.

Puede decirse acerca de tales trabajos que si la persona que
acepta este trabajo lo hace con la verdadera y genuina intención de ordenar
el bien y reducir el mal, con la intención de aliviar a quienes sufren
injusticias y para el bien de la humanidad, entonces en este caso no hay
nada de malo con que desempeñe este trabajo.

Pero si la persona que adopta este trabajo lo hace meramente
para buscar su propio beneficio personal y sin ningún ideal altruista que lo
motive, indudablemente acabará tomando ventaja de su posición de poder y
tratando injustamente a la gente, enriqueciéndose ilegalmente y utilizando
su cargo para evitar represalias. También defenderá obviamente las leyes
arbitrarias e injustas inventadas por el hombre, defenderá a los
malhechores, transgredirá los derechos del inocente, y otras clases de
barbaridades que suelen ser cometidas por muchos que realizan este trabajo.
Todo esto está indudablemente prohibido en la ley islámica, y existe el
razonable temor de que quien se involucra con un trabajo moralmente riesgoso
como este sin tener las cualidades necesarias para realizarlo con éxito, sea
uno de los que llegarán al Día de la Resurrección en bancarrota, con una
montaña de pecados y atropellos cometidos sobre sus espaldas, y terminen
siendo habitantes del Infierno.

Le pedimos a Dios que nos preserve sanos y salvos.

Y Allah sabe más.

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