Pregunta: “�Cu�l es la condici�n humana de acuerdo a la Biblia?”

Respuesta:

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Pregunta: “�Cu�l es la condici�n humana de acuerdo a la Biblia?”

Respuesta:
Cuando en un principio Dios cre� a Ad�n y Eva, la condici�n de la humanidad era ideal: el entorno perfecto, una naturaleza pura e �ntima comuni�n con el Creador. Despu�s que Ad�n desobedeci� voluntariamente a Dios, la condici�n humana cambi�. Desapareci� el entorno perfecto, la inocencia y la comuni�n con Dios. Desde entonces, la condici�n humana est� perdida, ciega, llena de pecado, culpable, esclavizada, moralmente arruinada y muriendo. Por la gracia de Dios y la salvaci�n que Cristo provee, tenemos la esperanza que la condici�n humana sea restaurada a su estado original.

Jean-Jacques Rousseau plante� la teor�a de que el hombre es bueno por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe. Otros est�n de acuerdo con la teor�a de Arist�teles y John Locke de que nacemos como una pizarra vac�a, que somos libres de definir el contenido de nuestro car�cter, y que las fuerzas externas nos moldean. Sin embargo, la Biblia dice que la condici�n humana natural es pecaminosa y est� alejada de Dios. No nacemos naturalmente buenos o moralmente neutrales. Nacemos siendo pecadores, y como consecuencia el destino de cada persona es la muerte y la ira (Salmo 51:5; Romanos 3:23; 6:23; Juan 3:16-18; Efesios 2:1-5).

La doctrina b�blica de la depravaci�n total define la verdadera condici�n humana. Como consecuencia del pecado de Ad�n, la humanidad est� contaminada por el pecado en todas las �reas de su vida: la mente, las emociones y la voluntad han sido contaminadas. Siempre pensamos, sentimos y elegimos el pecado. Por naturaleza amamos la oscuridad (Juan 3:19), y no entendemos las cosas de Dios (1 Corintios 2:14).

La condici�n humana est� perdida; todos nos hemos extraviado (Isa�as 53:6). Estamos espiritualmente ciegos (2 Corintios 4:4). Somos pecadores, habiendo quebrantado la ley de Dios (1 Juan 1:8; 3:4). Somos culpables ante Dios, el Juez justo (Romanos 5:12, 18). Somos esclavos del pecado (Juan 8:34). Estamos moralmente arruinados (Romanos 7:18). Estamos muriendo f�sica y espiritualmente (1 Pedro 1:24; Efesios 2:1).

En nuestra condici�n humana natural, nunca buscamos a Dios o la voluntad de Dios (Romanos 3:10-11). Por nuestra naturaleza pecaminosa, somos “enemigos de Dios” (Romanos 8:7). Afortunadamente para nosotros, Dios ama a Sus enemigos, y demostr� Su gran amor por nosotros al enviar a Su Hijo unig�nito para morir por nosotros (Juan 3:16-21; Romanos 5:8). Est�bamos perdidos, y el Buen Pastor junt� Sus ovejas; est�bamos espiritualmente ciegos, y el Sanador nos encontr�; nos presentamos culpables ante Dios, y el Juez nos ha justificado; est�bamos esclavizados, y el Redentor ha pagado el precio por nuestra liberaci�n; est�bamos moralmente arruinados, y �l nos ha restaurado; est�bamos muertos, y la Resurrecci�n y la Vida nos ha resucitado.

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