Pregunta: “�Dice la Biblia algo sobre una raza pread�mica?”

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topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Dice la Biblia algo sobre una raza pread�mica?” Respuesta: El concepto de una raza pread�mica es la idea de que Dios cre� una raza de humanos que viv�a en la tierra antes de crear a Ad�n, el primer hombre. Esta hip�tesis ha sido promovida por varios eruditos en distintos momentos de la historia….

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Pregunta: “�Dice la Biblia algo sobre una raza pread�mica?”

Respuesta:
El concepto de una raza pread�mica es la idea de que Dios cre� una raza de humanos que viv�a en la tierra antes de crear a Ad�n, el primer hombre. Esta hip�tesis ha sido promovida por varios eruditos en distintos momentos de la historia. El emperador romano Juliano el Ap�stata (circa 331-363 d.C.) y el te�logo calvinista Isaac de La Peyr�re (1596-1676) son dos de los ejemplos m�s notables.

Examinaremos dos facetas populares de la Hip�tesis Preadamita: la hip�tesis tal y como la propuso Isaac de La Peyr�re y la forma que adopta en la “Teor�a de la Brecha” (tambi�n conocida como interpretaci�n de la Ruina-Reconstrucci�n). Seg�n La Peyr�re, Dios cre� a los gentiles en el sexto d�a cuando dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (G�nesis 1:26). No cre� a los jud�os hasta despu�s del s�ptimo d�a, su d�a de descanso. En alg�n momento despu�s del s�ptimo d�a, Dios cre� a Ad�n, el padre de los jud�os.

La Peyr�re cit� las Escrituras para apoyar su hip�tesis. El miedo de Ca�n a ser linchado, su matrimonio con una mujer desconocida y el hecho de que fundara una ciudad (G�nesis 4:14-17) se interpretan como pruebas de que coexisti� otra raza de hombres con Ad�n y su familia.

Posteriormente, La Peyr�re reinterpret� otros pasajes de las Escrituras a la luz de su particular interpretaci�n del relato del G�nesis. Consideremos un pasaje muy conocido, Romanos 5:12-14: “Por tanto, como el pecado entr� en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, as� la muerte pas� a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Pues antes de la ley, hab�a pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, rein� la muerte desde Ad�n hasta Mois�s, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresi�n de Ad�n, el cual es figura del que hab�a de venir”.

Tradicionalmente se interpreta este pasaje en el sentido de que la muerte comenz� con el pecado de Ad�n y rein� sin control entre los hombres (incluso entre los que no han comido realmente el fruto prohibido, los que han pecado, pero no “a semejanza de la ofensa de Ad�n”) hasta que se dio la Ley a Mois�s. La Peyr�re interpret� este pasaje de otra manera. Seg�n La Peyr�re, los gentiles pre ad�micos pecaron contra Dios, pero de una manera menos atroz que Ad�n (por eso el pecado de Ad�n trajo la muerte mientras que el de ellos no). Ellos simplemente pecaron contra la voluntad moral de Dios, mientras que Ad�n pec� contra Su ley. Ad�n desobedeci� la prohibici�n de Dios al comer el fruto prohibido. Rompi� lo que La Peyr�re llam� la Ley del Para�so. Por lo tanto, seg�n La Peyr�re, los gentiles pre ad�micos eran aquellos que “no hab�an pecado a la manera de la ofensa de Ad�n”.

A estas alturas es obvio c�mo la mala interpretaci�n de uno o dos pasajes de las Escrituras puede llevar a todo tipo de interpretaciones err�neas. Son numerosos los problemas b�blicos con las interpretaciones de La Peyr�re.

En primer lugar, a Ad�n se le llama el “primer hombre” (1 Corintios 15:45). Esto es incoherente con la idea de que Dios cre� a los hombres antes que a Ad�n. En segundo lugar, seg�n La Peyr�re, los gentiles deb�an vivir fuera del Jard�n del Ed�n mientras Ad�n disfrutaba del para�so (un privilegio que conllevaba la responsabilidad de obedecer la Ley del Para�so-no comer el fruto prohibido). Sin embargo, G�nesis 2:5-8 dice claramente que antes de que Dios creara “al hombre que hab�a formado”, el mismo hombre que puso en el jard�n, no hab�a hombres en la tierra para labrar la tierra. En tercer lugar, Dios cre� a Eva para Ad�n porque estaba solo, no hab�a nadie m�s como �l en su entorno (“No es bueno que el hombre est� solo…mas para Ad�n no se hall� ayuda id�nea para �l” G�nesis 2:18, 20). En cuarto lugar, Ad�n llam� a su mujer “Eva” “por cuanto ella era madre de todos los vivientes” (G�nesis 3:20). La lista contin�a, pero estos pasajes deber�an ser suficientes para refutar la mala interpretaci�n de La Peyr�re.

En cuanto al miedo de Ca�n a ser linchado, su matrimonio con una mujer desconocida y el hecho de que fundara una ciudad (G�nesis 4:14-17), Ad�n ten�a casi 130 a�os cuando Ca�n mat� a Abel (Ad�n tuvo a Set, su siguiente hijo tras la muerte de Abel, cuando ten�a unos 130 a�os; G�nesis 4:25; 5:3). Y sabemos que Ad�n tuvo hijos e hijas (G�nesis 5:3). Con 130 a�os podr�a haber tenido nietos y bisnietos para cuando Ca�n mat� a Abel. Ca�n ten�a muchos familiares a los que pod�a temer despu�s de matar a su hermano.

Al parecer, Ca�n se cas� con un miembro de la familia (una necesidad en aquella �poca) en alg�n momento antes del asesinato de Abel. Hoy nos parece extra�o, pero el incesto no fue prohibido por Dios hasta la Ley de Mois�s. Puede haber sido por esa �poca que las generaciones de mutaciones gen�ticas degenerativas comenzaron a hacer mella en nuestro ADN. Dios prohibi� el incesto para nuestra protecci�n. Se volvi� (y sigue siendo) peligroso para los parientes cercanos procrear debido a los defectos gen�ticos que comparten y que se expresan en sus hijos causando deformidades severas y otros problemas.

En cuanto a la fundaci�n de una ciudad por parte de Ca�n, si �l vivi� hasta la edad promedio de la �poca, probablemente vivi� unos 900 a�os. Para cuando muri�, su familia habr�a sido una peque�a ciudad. Si Ca�n tuvo un hijo a los 30 a�os, y su hijo tuvo un hijo a los 30 a�os y as� sucesivamente, Ca�n podr�a haber producido 30 generaciones en el momento de su muerte (30 generaciones por 30 a�os cada una es igual a 900 a�os).

La interpretaci�n de la Reconstrucci�n de la Ruina adopta un enfoque algo diferente al de la teor�a de la raza pread�mica. Seg�n la teor�a de la brecha, entre G�nesis 1:1 y 1:2 transcurri� un tiempo no especificado, durante el cual Dios cre� una raza pread�mica de hombres que vivieron en la tierra hasta que Dios los destruy� en un juicio. Se dice que otras criaturas extintas, como los dinosaurios, tambi�n vivieron durante este tiempo. Despu�s, seg�n la teor�a, Dios remodel� la tierra en seis d�as. Cre� a Ad�n en el sexto d�a, y el resto es historia. Algunos dicen que la ca�da de Satan�s se produjo en alg�n momento durante este vac�o impreciso.

Una “traducci�n err�nea” en la versi�n inglesa King James ha sido la causa de esta mala interpretaci�n. En la versi�n King James de la Biblia, Dios le dice a Ad�n: “Fructificad y multiplicaos y rellenad la tierra”. Los defensores de la teor�a de la brecha hacen hincapi� en la palabra “rellenad”. Interpretan el texto como que Ad�n y Eva deb�an volver a llenar la tierra. Deb�an llenarla de nuevo. El problema con este punto de vista es que, independientemente de lo que dice la versi�n King James, la palabra hebrea es m�l�’, y simplemente significa “llenar” o “estar lleno”. Adem�s, los traductores al ingl�s de la versi�n King James sab�an que la palabra significa “llenar”. Escogieron “rellenad” porque, en el ingl�s de la �poca isabelina del siglo XVII, “rellenar” significaba “llenar”. Casi todas las traducciones modernas traducen m�l�’ simplemente como “llenar” para el pasaje mencionado (G�nesis 1:28).

Los defensores de la teor�a de la brecha responden se�alando que Dios dijo a No� despu�s del diluvio: “Fructificad y multiplicaos, y llenad [m�l�’] la tierra” (G�nesis 9:1). Es evidente que No� deb�a rellenar la tierra despu�s del diluvio. �No podemos entonces interpretar que el mismo mandato a Ad�n significa lo mismo: que Ad�n deb�a repoblar la tierra despu�s del juicio de Dios? El hecho es que, independientemente de la condici�n del planeta antes del diluvio de No�, Dios no le dijo a No� que “rellenara” la Tierra. Simplemente dijo que la llenara. Dios eligi� las palabras que eligi� y no otras. Si hubiera dicho “rellenar”, eso habr�a sido algo, pero como s�lo dijo “llenar”, ese argumento se queda en nada.

El verdadero problema con la Teor�a de la Brecha es que coloca la mortalidad humana (la mortalidad humana pre-ad�mica) antes del pecado de Ad�n. La Biblia es bastante clara en cuanto a que la muerte entr� por el pecado de Ad�n. “Porque por cuanto la muerte entr� por un hombre, tambi�n por un hombre la resurrecci�n de los muertos. Porque as� como en Ad�n todos mueren, tambi�n en Cristo todos ser�n vivificados” (1 Corintios 15:21-22). M�s all� de que creamos o no en la mortalidad de los animales antes del pecado, la Biblia es bastante expl�cita sobre la mortalidad humana antes del pecado de Ad�n. No exist�a. Negar esto es negar una doctrina cristiana central.

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