Pregunta: “�Es pecado ver pornograf�a con mi c�nyuge?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Es pecado ver pornograf�a con mi c�nyuge?” Respuesta: Con la proliferaci�n de Internet y la decadencia de las normas morales de la sociedad, la pornograf�a se est� convirtiendo en una realidad cada vez m�s presente para muchas personas. Incluso las parejas cristianas se preguntan a veces si la pornograf�a puede tener un factor…

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Pregunta: “�Es pecado ver pornograf�a con mi c�nyuge?”

Respuesta:
Con la proliferaci�n de Internet y la decadencia de las normas morales de la sociedad, la pornograf�a se est� convirtiendo en una realidad cada vez m�s presente para muchas personas. Incluso las parejas cristianas se preguntan a veces si la pornograf�a puede tener un factor tranquilizador si se ve con el c�nyuge como parte de su relaci�n privada. Algunas parejas sienten la necesidad de hacer m�s excitante su relaci�n sexual y creen que ver pornograf�a juntos aumenta el disfrute de su propia relaci�n sexual. La pornograf�a apela a la lujuria de los ojos y de la carne. Sabemos que se condena la lujuria en las Escrituras (Job 31:1; Mateo 5:28), pero si la relaci�n sexual se limita a un marido y una mujer, �es malo ver pornograf�a con el c�nyuge?

S�, ver pornograf�a es un pecado por muchas razones, incluso cuando se ve con el c�nyuge. En primer lugar, la pornograf�a visual toma una uni�n sagrada e �ntima y la convierte en un deporte para espectadores. Por definici�n, la pornograf�a involucra al menos a dos personas no casadas que participan en un comportamiento sexual il�cito frente a una c�mara. Dios dise�� esta intimidad s�lo para un esposo y una esposa (Mateo 19:5; Efesios 5:31). Los actos sexuales son, por naturaleza, privados. Aquellos que endurecen sus corazones al grado de poder cometer tales actos privados frente a los espectadores, est�n abusando del dise�o de Dios. Y los que disfrutan viendo pornograf�a est�n participando en ese abuso. Romanos 1:32 puede aplicarse aqu�, ya que describe la espiral moral descendente de aquellos que se oponen a Dios: “Quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no s�lo las hacen, sino que tambi�n se complacen con los que las practican”.

Otro aspecto negativo de ver pornograf�a con el c�nyuge es que al hacerlo est�n invitando a extra�os a su dormitorio. Se crea un tr�o virtual; aunque nunca piensen en participar en un m�nage � trois en carne y hueso, lo est�n haciendo en sus mentes. Ver pornograf�a con tu pareja es una forma de adulterio virtual. Es como si uno dijera: “Mi c�nyuge no es lo suficientemente sexy, as� que he invitado a un extra�o m�s sexy para que me ayude”. Puede que los c�nyuges se toquen mutuamente, pero est�n tocando visualmente los cuerpos de extra�os ad�lteros. Nada de eso es placentero en absoluto para el Se�or. Jes�s dijo: “Bienaventurados los puros de coraz�n, porque ellos ver�n a Dios”. No hay manera de dejar que tu coraz�n se deleite con im�genes infames y pornogr�ficas y permanecer lo suficientemente puro para ver a Dios.

La tercera y m�s evidente raz�n por la que ver pornograf�a siempre es malo, ya sea con un c�nyuge o a solas, es que la motivaci�n para hacerlo es la lujuria (Colosenses 3:5; Mateo 5:28). La lujuria es un deseo irresistible de algo que Dios ha prohibido (Proverbios 6:25). Si ver la desnudez de otras personas es necesario para desear el sexo con el c�nyuge, entonces eso es lujuria. Ver pornograf�a es darle permiso a Satan�s para que se infiltre en nuestro pensamiento, da�e nuestro coraz�n y llame “sucio” a lo que Dios llama “muy bueno” (G�nesis 1:26-31).

Los par�metros de Dios para el sexo son para nuestra seguridad y bienestar. Est�n ah� para proteger a nuestras familias y nuestros propios corazones. Dios espera que practiquemos el dominio propio en todas las �reas de la vida, incluida la sexualidad (Proverbios 25:28; 1 Corintios 7:9). Cuando permitimos que la lujuria, la sexualidad o cualquier deseo nos controle, hemos entregado el se�or�o de nuestras vidas a algo que no es Jes�s.

El deseo de ver pornograf�a es una clara se�al de que las prioridades se han desviado. La excitaci�n sexual se ha convertido en algo m�s importante que la intimidad espiritual, la conexi�n emocional o el honor mutuo. Por lo general, uno de los c�nyuges insiste en la idea de ver pornograf�a con el otro, quien acepta simplemente para mantener la paz. Sin embargo, esto es una violaci�n del mandato de Dios de someterse el uno al otro por reverencia a Cristo (Efesios 5:21). Cristo nunca pedir�a a alguien que disfrutara y participara en el mismo pecado por el que muri� y perdon� (Efesios 5:22). El amor “no se goza de la injusticia” (1 Corintios 13:6). Hay formas m�s saludables de reconectarse con un c�nyuge en lugar de invitar al pecado a la relaci�n. Ver pornograf�a a solas o con cualquier otra persona, incluido el c�nyuge, es pecado.

Primera de Tesalonicenses 4:3-7 es tan relevante hoy como lo fue cuando se escribi�, y podemos aplicar su verdad al concepto de ver pornograf�a con un c�nyuge: “pues la voluntad de Dios es vuestra santificaci�n; que os apart�is de fornicaci�n; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasi�n de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;

que ninguno agravie ni enga�e en nada a su hermano; porque el Se�or es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificaci�n”. Dios nos llama a la santidad, y la pornograf�a es impura; por lo tanto, nunca es el deseo de Dios que nos involucremos con la pornograf�a por ning�n motivo.

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