Pregunta: “�Qu� dice la Biblia acerca del juego? �Es pecado el juego?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� dice la Biblia acerca del juego? �Es pecado el juego?” Respuesta: �Qu� hay de malo con los juegos de azar? Jugar es un asunto complejo, a�n si se lo hace con moderaci�n y solamente de vez en cuando. Es un despilfarro de dinero, pero no es necesariamente “perverso”. La gente malgasta el…

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Pregunta: “�Qu� dice la Biblia acerca del juego? �Es pecado el juego?”

Respuesta:
�Qu� hay de malo con los juegos de azar? Jugar es un asunto complejo, a�n si se lo hace con moderaci�n y solamente de vez en cuando. Es un despilfarro de dinero, pero no es necesariamente “perverso”. La gente malgasta el dinero en todo tipo de actividades. Jugar no es ni m�s, ni menos despilfarro de dinero que ver una pel�cula (en muchos casos), comer una comida innecesariamente costosa, o comprar un art�culo in�til. Al mismo tiempo, el hecho de que se desperdicie el dinero en otras cosas, no justifica el juego. El dinero no deber�a ser malgastado. El dinero excedente deber�a ser guardado para necesidades futuras, o dado a la obra del Se�or, no para apostar.

Aunque la Biblia no menciona expl�citamente el juego de azar, �sta menciona eventos de “azar” o “suerte”. Tenemos unos ejemplos: en Lev�tico, Aar�n ech� suertes sobre los dos machos cabr�os, uno para Jehov� y el otro para Azazel. Josu� echaba suertes para determinar la asignaci�n de tierras a las diferentes tribus. Nehem�as echaba suertes para determinar qui�n vivir�a dentro de los muros de Jerusal�n y qui�n no. Los ap�stoles echaban suertes para determinar el reemplazo de Judas. Proverbios 16:33 dice, “Las suertes se echan sobre la mesa, pero el veredicto viene del Se�or”.

�Qu� dir�a la biblia sobre los casinos y las loter�as? Los casinos utilizan todo tipo de planes de marketing para tentar al jugador a que arriesgue tanto dinero como sea posible. A menudo ellos ofrecen bebidas alcoh�licas econ�micas y a�n gratuitas, lo cual estimula la embriaguez, y de ese modo, ocasiona una disminuci�n en la habilidad de tomar decisiones sabias. En un casino, todo est� perfectamente aparejado para recibir dinero en grandes sumas y no devolver nada, a excepci�n de placeres moment�neos y vac�os. Las loter�as intentan presentarse a s� mismas como una forma de financiar programas educativos y/o sociales. Sin embargo, estudios muestran que los participantes de la loter�a son, por lo general, aquellos quienes menos recursos tienen para gastar dinero en billetes de loter�a. Para aquellos que est�n desesperados, el encanto de “volverse rico r�pido” es una tentaci�n demasiado grande como para resistirse. La oportunidad de ganar es infinitesimal, lo cual resulta en que las vidas de mucha gente terminen arruinadas.

�Por qu� las ganancias de la loter�a no agradan a Dios? Mucha gente afirma comprar la loter�a o jugar, a fin de poder dar dinero a la iglesia, o para alguna otra buena causa. Mientras este puede ser un buen motivo, la realidad es que pocos utilizan las ganancias del juego con prop�sitos piadosos. Estudios muestran que la vasta mayor�a de ganadores de la loter�a, pocos a�os despu�s de haber ganado el premio gordo, se encuentran en una situaci�n econ�mica a�n peor de la que estaban al principio. Pocos, si es que hay alguno, en realidad dan el dinero a una buena causa. Adem�s, Dios no necesita nuestro dinero para financiar Su misi�n en el mundo. Proverbios 13:11 dice, “El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece”. Dios es soberano y va a proveer para las necesidades de la iglesia a trav�s de medios honestos. �Ser�a Dios honrado al recibir dinero donado de la droga, o dinero sustra�do en el asalto a un banco? Por supuesto que no. Dios no necesita o desea dinero que fue “robado” a los pobres por la tentaci�n de las riquezas.

1� Timoteo 6:10 nos dice, “Porque el amor al dinero es la ra�z de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado much�simos sinsabores”. Hebreos 13:5 declara “Mant�nganse libres del amor al dinero, y cont�ntense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: Nunca te dejar�, jam�s te abandonar�”. Mateo 6:24 proclama, “Nadie puede servir a dos se�ores, pues menospreciar� a uno y amar� al otro, o querr� mucho a uno y despreciar� al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas”.

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