Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre la valent�a/ser valiente?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre la valent�a/ser valiente?” Respuesta: La valent�a es la fortaleza mental o moral para afrontar el peligro, el miedo o la dificultad. A lo largo de las Escrituras, Dios anima a Su pueblo a ser valiente puesto que �l est� con �l (Isa�as 41:13; Lucas 12:7; Apocalipsis 2:10). El…

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Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre la valent�a/ser valiente?”

Respuesta:
La valent�a es la fortaleza mental o moral para afrontar el peligro, el miedo o la dificultad. A lo largo de las Escrituras, Dios anima a Su pueblo a ser valiente puesto que �l est� con �l (Isa�as 41:13; Lucas 12:7; Apocalipsis 2:10). El mandato para que seamos valientes o aguerridos por lo general iba acompa�ado de una instrucci�n que parec�a imposible, lo cual indica que Dios sabe lo fr�giles que a menudo nos sentimos cuando el desaf�o es grande.

Por naturaleza, algunas personas asumen riesgos. La valent�a les resulta f�cil la mayor parte del tiempo, aunque incluso los valientes tienen �reas que les hacen sentirse indefensos. En cambio, otros tiemblan ante la m�s m�nima amenaza. Las Escrituras nos ordenan no temer (Isa�as 41:10; 43:5; Lucas 12:7), sin embargo, Dios sabe de qu� estamos hechos (Salmo 103:14), y por eso nos da razones para ser valientes. Podemos recordar estas razones cada vez que tengamos que enfrentar una situaci�n con valent�a:

1. Dios est� con nosotros. En Josu� 1:1-9, Dios nos da la primera raz�n para ser valientes. Hab�a elegido a Josu� como sucesor de Mois�s, y la tarea era intimidante. Ser�a Josu�, y no Mois�s, quien conducir�a a los israelitas a la Tierra Prometida y expulsar�a a sus habitantes paganos. Tres veces en este pasaje el Se�or le ordena a Josu� que “sea fuerte y valiente”. Dios conoc�a los desaf�os a los que se enfrentar�a Josu� y la temible apariencia del enemigo. Pero como el Se�or ir�a con los hijos de Israel, Josu� pod�a avanzar con confianza. No estaba solo. El pueblo no tendr�a que librar una batalla arrolladora por su cuenta. Dios luchar�a por ellos (�xodo 14:14; Deuteronomio 1:30).

2. Experiencias pasadas. David, cuando era un joven pastor (1 Samuel 17:12-15), es un ejemplo de valent�a por su experiencia con el Se�or. Se ofreci� voluntariamente para enfrentarse al gigante Goliat porque hab�a visto que el Se�or lo hab�a librado antes. Su respuesta al incr�dulo rey Sa�l fue: “El Se�or, que me ha librado de las garras del le�n y de las garras del oso, �l tambi�n me librar� de la mano de este filisteo” (1 Samuel 17:37). David se enfrent� con valent�a al desafiante gigante, confiando en que, por estar confiado en la fortaleza del Se�or, saldr�a victorioso. Respondi� al desaf�o de Goliat con estas valientes palabras: “T� vienes a m� con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre del Se�or de los ej�rcitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien t� has provocado. El Se�or te entregar� hoy en mi mano, y yo te vencer�, y te cortar� la cabeza, y dar� hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabr� que hay Dios en Israel. Y sabr� toda esta congregaci�n que el Se�or no salva con espada y con lanza; porque del Se�or es la batalla, y �l os entregar� en nuestras manos” (1 Samuel 17:45-47). La valent�a de David no estaba motivada por la arrogancia o la autopromoci�n, sino por su convicci�n de que el honor de Dios estaba en juego. Alguien ten�a que hacer algo contra la blasfemia del gigante.

3. Los planes de Dios nunca fallan. Isa�as 46:9-11 nos asegura que, independientemente de lo que parezca estar sucediendo en nuestro mundo, Dios sigue teniendo el control. Podemos enfrentarnos a circunstancias terribles, no obstante, Dios no se intimida. �l est� actuando tras bambalinas para cumplir Sus grandes planes. Podremos ser valientes cuando recibamos los resultados del laboratorio, la notificaci�n de despido o la citaci�n judicial si deseamos los prop�sitos de Dios en nuestras vidas. Podemos saber que �l est� obrando todas las cosas para nuestro bien, y ese conocimiento nos hace valientes (Romanos 8:28).

La valent�a no es una bravuconada externa. La valent�a es actuar frente al miedo; es tener miedo de hacer algo y hacerlo de todos modos. El mundo nos ofrece muchas oportunidades para tener miedo. Muchos de esos miedos son amenazas reales para nuestras vidas y familias. No hay nada malo en tener miedo; lo malo es dejar que el miedo condicione nuestras decisiones. Y ah� es donde entra la valent�a. Somos valientes cuando nos recordamos a nosotros mismos todas las promesas de Dios y seguimos en la direcci�n que �l nos indica (Filipenses 3:14). La decisi�n de obedecer a Cristo en todo, sin importar el costo personal, es el m�ximo acto de valent�a (Lucas 9:23).

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