Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre los lazos de alma?”
Respuesta:
topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre los lazos de alma?” Respuesta: La frase “lazos del alma” no se encuentra en la Biblia; m�s bien, la idea de los lazos del alma es una especulaci�n inventada por el hombre, que algunos maestros imponen a la Escritura con la intenci�n de explicar ciertos comportamientos humanos. Se…
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Pregunta: “�Qu� dice la Biblia sobre los lazos de alma?”
Respuesta:
La frase “lazos del alma” no se encuentra en la Biblia; m�s bien, la idea de los lazos del alma es una especulaci�n inventada por el hombre, que algunos maestros imponen a la Escritura con la intenci�n de explicar ciertos comportamientos humanos. Se dicen que los lazos del alma son conexiones del alma de una persona con (o hacia) el alma de otra persona, un concepto que no tiene base en las Escrituras.
La Biblia s� habla de amistades cercanas, como la de David y Jonat�n. “el alma de Jonat�n qued� ligada con la de David, y lo am� Jonat�n como a s� mismo” (1 Samuel 18:1). Esto es simplemente una forma de expresar el compromiso total de Jonat�n con David y su profunda amistad con �l. Intentar hacer que este pasaje sirva para ense�ar una uni�n m�stica del alma real no tiene sentido.
La Biblia tambi�n nos advierte del peligro de las relaciones imp�as. “Hijo m�o, si los pecadores te quisieren enga�ar, No consientas. … no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas” (Proverbios 1:10, 15). Este y otros vers�culos nos advierten de los amigos equivocados, pero no hablan de ning�n tipo de uni�n espiritual de las almas.
Tambi�n tenemos una clara advertencia contra la fornicaci�n en las Escrituras. “�No sab�is que el que se une a una prostituta es uno con ella en cuerpo? Porque se dice que los dos ser�n una sola carne” (1 Corintios 6:16). Notemos que el cuerpo est� unido; la Biblia no dice nada de que las almas est�n unidas.
La Biblia describe el mal como algo adictivo; sin embargo, en ning�n lugar la Biblia habla de almas “fragmentadas” o de “dividir” el alma. En resumen, la Biblia nos da una direcci�n clara para nuestras vidas, y sabemos que la soluci�n para el pecado es confesarlo y abandonarlo (1 Juan 1:9; Juan 8:11). No es necesario utilizar teor�as humanas muy complicadas como los “lazos del alma”.
