Pregunta: “�Qu� es el hilemorfismo antropol�gico?”

Respuesta:

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Pregunta: “�Qu� es el hilemorfismo antropol�gico?”

Respuesta:
Muy estrechamente asociado con las ense�anzas de Arist�teles y Tom�s de Aquino, el hilemorfismo antropol�gico es una visi�n de la relaci�n entre el cuerpo y el alma.

El hilemorfismo es la teor�a de que la “materia” (esencia pura y abstracta) se combina con la “forma” (lo que da a algo su naturaleza) para formar la “sustancia” (lo que normalmente consideramos materia). Por ejemplo, la arcilla no formada puede ser moldeada y endurecida para hacer un ladrillo: la arcilla es la “materia”, y la forma y la dureza son la “forma”; el ladrillo es la “sustancia” resultante.

El hilemorfismo antropol�gico aplica esta teor�a a la naturaleza del hombre. �C�mo se relacionan el cuerpo, el alma y el esp�ritu entre s�? La mayor�a de los debates cristianos sobre este tema giran en torno al debate de la tricotom�a versus la dicotom�a. Ambos puntos de vista indican cierta separaci�n entre el alma y el cuerpo. Arist�teles, Aquino y otros sostuvieron que el cuerpo es “materia” y el alma es la “forma” que le da al ser humano su naturaleza. Tambi�n cre�an que la forma y la materia est�n inseparablemente combinadas y dependen la una de la otra. Un ladrillo no puede ser un ladrillo sin la combinaci�n de arcilla y dureza y una forma particular. De la misma manera, un ser humano no puede ser un ser humano sin la combinaci�n de cuerpo y alma.

El t�rmino “hilemorfismo antropol�gico” en s� mismo significa “materia” (hylos,) y “forma” (morphos) de “hombre” (anthropos). Arist�teles adopt� estos t�rminos de Plat�n, cuyos puntos de vista sobre el tema fueron ilustrados en su par�bola de la cueva en La Rep�blica. Arist�teles ense�� que no puede existir la materia sin cumplir con una forma, y que la forma no puede existir sin tener una presencia en la materia. As�, Arist�teles ense�� que el cuerpo no puede vivir sin el alma, y el alma no puede vivir sin el cuerpo (no puede haber vida despu�s de la muerte).

Aquino no fue tan enf�tico sobre la forma y la inseparabilidad de la materia. Como sacerdote dominico, Aquino ten�a un gran respeto por las Escrituras, lo cual indica que una separaci�n es posible. Vers�culos como Mateo 10:28 ense�an que el cuerpo y el alma no son mutuamente dependientes: “Y no tem�is a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar”. Quiz�s el argumento m�s fuerte contra el riguroso hilemorfismo aristot�lico est� en 1 Corintios 15:40, donde Pablo escribe sobre la resurrecci�n: “Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales”.

Sin embargo, Aquino pudo combinar el hilemorfismo con principios cristianos esenciales. Afirm� que, aunque el alma y el cuerpo est�n unidos, el alma puede sobrevivir sin el cuerpo. El alma simplemente est� incompleta hasta que se reincorpora. El alma o “forma” de un humano existe en un estado no natural hasta que Dios resucite el cuerpo. De esta manera, Aquino explic� la transici�n entre la muerte del cuerpo terrenal y la resurrecci�n del cuerpo celestial. Tener un cuerpo, seg�n Aquino, es esencial para ser humano, y por lo tanto la humanidad no puede ser perfeccionada sin �l.

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