Pregunta: “�Qu� es la doctrina apost�lica?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� es la doctrina apost�lica?” Respuesta: La palabra ap�stol por su ra�z significa “uno que es enviado”. La doctrina es simplemente una ense�anza. As� que la doctrina apost�lica es una ense�anza que nos llega a trav�s de los ap�stoles, aquellos que fueron especialmente escogidos por Cristo para llevar Sus ense�anzas al mundo. Los…

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Pregunta: “�Qu� es la doctrina apost�lica?”

Respuesta:
La palabra ap�stol por su ra�z significa “uno que es enviado”. La doctrina es simplemente una ense�anza. As� que la doctrina apost�lica es una ense�anza que nos llega a trav�s de los ap�stoles, aquellos que fueron especialmente escogidos por Cristo para llevar Sus ense�anzas al mundo. Los doce disc�pulos se convirtieron en los ap�stoles (Marcos 3:14) con la excepci�n de Judas, el cual desert�. �l fue reemplazado por Mat�as en Hechos 1:21-26. Mat�as era un candidato a ser ap�stol porque hab�a “estado con nosotros [los otros ap�stoles] todo el tiempo que el Se�or Jes�s viv�a entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el d�a en que de entre nosotros fue recibido arriba”. El Esp�ritu Santo parec�a confirmar esta elecci�n. Sin negar la inclusi�n de Mat�as en el grupo, Dios tambi�n eligi� a Saulo de Tarso como ap�stol para llevar el mensaje a los gentiles (Hechos 9:15). Tenemos acceso a las ense�anzas de los ap�stoles a trav�s del Nuevo Testamento. En su mayor�a, el Nuevo Testamento fue escrito por los ap�stoles o por aquellos que estaban estrechamente asociados con los ap�stoles.

El Evangelio seg�n Mateo fue escrito por el ap�stol Mateo, uno de los doce disc�pulos originales.

El Evangelio seg�n Marcos fue escrito por Marcos, quien es mencionado en el libro de los Hechos como un colaborador ocasional del ministerio de Pablo. La historia de la iglesia tambi�n nos dice que Marcos era un colaborador de Pedro y que su evangelio tiene como base la predicaci�n de Pedro.

El Evangelio seg�n Lucas y los Hechos de los Ap�stoles fueron escritos por Lucas. Lucas fue un compa�ero de ministerio de Pablo y un testigo ocular de muchos de los eventos en los Hechos. Aunque no fue un testigo ocular de la vida de Jes�s, llev� a cabo cuidadosas entrevistas que podr�an haber incluido conversaciones con los ap�stoles (Lucas 1:3). Gran parte del material de su evangelio es similar al de Marcos y Mateo, de manera que est� claro que utiliz� fuentes apost�licas.

El Evangelio seg�n Juan, as� como las ep�stolas de 1, 2 y 3 Juan y el Apocalipsis fueron escritos por el ap�stol Juan, uno de los doce disc�pulos.

Romanos, 1 y 2 Corintios, G�latas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito y Filem�n fueron escritos por el ap�stol Pablo.

Santiago fue escrito por el medio hermano del Se�or, Santiago, quien era el l�der de la iglesia en Jerusal�n. Por supuesto, habr�a sido un testigo ocular de gran parte de la vida de Jes�s. Nunca se le llama ap�stol, pero se le llama anciano y trabaj� en conjunto con los ap�stoles. El ap�stol Pablo en G�latas 2:9 llama a Santiago una de las “columnas de la iglesia” junto con los ap�stoles Pedro y Juan. Resulta interesante que Santiago no fue creyente hasta despu�s de la resurrecci�n, cuando Jes�s se le apareci�. Primera de Corintios 15:7 dice que Jes�s se le apareci� a Santiago y luego “a todos los ap�stoles”, lo que podr�a indicar que Santiago era considerado un ap�stol en el momento en que Pablo estaba escribiendo 1 Corintios.

La Primera y Segunda de Pedro fueron escritas por el ap�stol Pedro.

Judas fue escrito por otro de los medio hermanos del Se�or que tambi�n habr�a tenido mucha experiencia como testigo ocular de la vida y las ense�anzas de Jes�s. Al igual que Santiago, no fue un creyente hasta despu�s de la resurrecci�n.

Hebreos es el �nico libro del Nuevo Testamento cuyo autor es desconocido. No fue un testigo ocular del ministerio terrenal del Se�or, pero su trabajo se basa en el testimonio de testigos oculares, como dice en Hebreos 2:3: “Esta salvaci�n, que fue anunciada por primera vez por el Se�or, nos fue confirmada por los que le escucharon”.

La doctrina apost�lica tiene autoridad y es esencial para comprender lo que Dios ha hecho por nosotros. Los escritores del Nuevo Testamento hablan de un cuerpo doctrinal establecido que se suele llamar “la fe” o “el evangelio”. Judas 1:3 habla de “la fe que ha sido una vez dada a los santos”. Pablo condena en�rgicamente a las personas que cambian o pervierten el contenido del evangelio en G�latas 1:6-9: “Estoy maravillado de que tan pronto os hay�is alejado del que os llam� por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un �ngel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, tambi�n ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que hab�is recibido, sea anatema”.

En la lista de dones a la iglesia, Pablo enumera el apostolado como uno de los dones fundamentales (Efesios 2:20). Una vez que este fundamento de la iglesia fue puesto y la ense�anza de los ap�stoles se registr� en las Escrituras, la funci�n de ap�stol ya no era necesaria. Hoy en d�a todav�a se necesita que los predicadores, maestros y misioneros lleven la Palabra de Dios (la doctrina apost�lica) a todo el mundo. (V�ase Mateo 28:19-20; Juan 17:20).

Algunas iglesias hoy en d�a tienen la palabra “apost�lico” en su nombre. Para algunos, esto podr�a significar que creen que el don apost�lico funciona en su iglesia. Si es as�, esto ser�a un malentendido de la ense�anza del Nuevo Testamento sobre el apostolado. Para otros, puede significar que quieren enfatizar la doctrina apost�lica como se encuentra en el Nuevo Testamento. Si eso es lo que realmente hacen, entonces esto es algo bueno. Una denominaci�n, la Iglesia Apost�lica, dice que est�n siguiendo de cerca la ense�anza de los ap�stoles, pero desafortunadamente creen que el bautismo por inmersi�n es necesario para la salvaci�n y que �sta vendr� acompa�ada de dones de se�ales. Aunque vemos ejemplos de los dones de se�ales siendo usados en el libro de los Hechos, no es la ense�anza de los ap�stoles que el bautismo es necesario para la salvaci�n o que todo cristiano exhibir� se�ales milagrosas. En este caso, aunque el nombre es “apost�lico”, la ense�anza no lo es.

Cuando la iglesia comenz�, seg�n Lucas, los primeros creyentes “se dedicaron a la ense�anza de los ap�stoles” (Hechos 2:42). Es decir, se comprometieron a aprender y seguir la doctrina apost�lica. En esto eran sabios. Si la iglesia de hoy fuera sabia, tambi�n se dedicar�an a la ense�anza de los fundadores terrenales de la iglesia, elegidos por el mismo Se�or.

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