Pregunta: “�Qu� impacto tuvo el Renacimiento en el cristianismo?”

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topreadz.com/Espanol Pregunta: “�Qu� impacto tuvo el Renacimiento en el cristianismo?” Respuesta: El Renacimiento fue una �poca de un renovado inter�s por el estudio de las Humanidades, que comenz� en Italia y se extendi� por toda Europa entre los siglos XIV y XVI. El Renacimiento provoc� un avivamiento del arte, la literatura y el aprendizaje y…

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Pregunta: “�Qu� impacto tuvo el Renacimiento en el cristianismo?”

Respuesta:
El Renacimiento fue una �poca de un renovado inter�s por el estudio de las Humanidades, que comenz� en Italia y se extendi� por toda Europa entre los siglos XIV y XVI. El Renacimiento provoc� un avivamiento del arte, la literatura y el aprendizaje y constituy� la transici�n de la Edad Media a la era moderna. El impacto generalizado del Renacimiento afect� al cristianismo y contribuy� a cambiar el curso de la historia de la iglesia.

Una de las formas en que el Renacimiento afect� al cristianismo fue que increment� la curiosidad por los primeros escritos de la iglesia en griego. En el per�odo medieval, el �nfasis estaba en el Escol�stico. En el estudio de la teolog�a escol�stica, los alumnos estudiaban comentarios sobre las Escrituras. El libro de texto m�s utilizado era las Sentencias de Pedro Lombardo (siglo XII), que era un comentario sobre pasajes seleccionados de las Escrituras ordenados por temas. Lombardo hab�a acumulado comentarios de los padres de la iglesia y de pensadores m�s recientes. Un segundo libro de texto muy utilizado fue el comentario de Duns Escoto sobre las Sentencias de Pedro Lombardo. Los estudiantes de teolog�a de la Edad Media estudiaban los comentarios y los comentarios de los comentarios incluso m�s que las propias Escrituras.

El Renacimiento hizo hincapi� en volver a las fuentes originales. Muchos de los cl�sicos griegos llegaron a Europa occidental cuando las grandes bibliotecas griegas del Imperio Romano de Oriente se trasladaron al oeste para protegerlas del avance de los ej�rcitos musulmanes. Los eruditos empezaron a querer leer estos cl�sicos en las lenguas originales. Asimismo, los que quer�an estudiar las Escrituras empezaron a ver la necesidad de estudiarlas en el original griego y hebreo, no en lat�n. (En aquella �poca, la Vulgata latina, una traducci�n del siglo IV, era la Biblia oficialmente reconocida por la iglesia cat�lica).

En un esfuerzo por ayudar a este cambio a las fuentes originales, Erasmo de Rotterdam public� un Nuevo Testamento griego en 1516, utilizando los manuscritos griegos que ten�a disponibles. Aunque el texto de Erasmo distaba mucho de ser perfecto, constitu�a una gran mejora con respecto al lat�n y fue clave para el auge del humanismo cristiano en el Renacimiento. A medida que se estudiaba la Biblia en las lenguas originales, se descubr�an los errores de la traducci�n latina. Por ejemplo, Mart�n Lutero descubri� que donde el griego dice “arrepentirse”, la Vulgata latina dice “hacer penitencia”, que son dos cosas muy diferentes.

Es imposible separar el Renacimiento de la Reforma. El pensamiento naciente del Renacimiento ayud� a que se produjera la Reforma, que a su vez ayud� a que se produjera el Renacimiento completo. Hombres como Lutero comenzaron a estudiar la Biblia por s� mismos en lugar de confiar en la autoridad de la iglesia para que les dijera lo que dec�a la Biblia. Al estudiar, encontraron algo radicalmente diferente a lo que se les hab�a ense�ado en el dogma oficial de la iglesia. Estos hombres tambi�n se vieron obligados a proporcionar traducciones precisas de la Biblia en el idioma com�n del pueblo y, gracias a la reciente invenci�n de la imprenta de Gutenberg, tuvieron los medios para difundir la verdad. Lutero produjo un Nuevo Testamento alem�n en 1522, basado en la segunda edici�n del texto griego de Erasmo. Mientras tanto, William Tyndale trabajaba en una traducci�n al ingl�s; Pierre Robert Oliv�tan, en franc�s; Jacob van Liesveldtin, en holand�s; Laurentius y Olavus Petri, en sueco; Christiern Pedersen, en dan�s; Oddur Gotsk�lksson, en island�s; y Casiodoro de Reina, en castellano. El pueblo com�n, que no pod�a leer las Escrituras en el griego y el hebreo originales (o en lat�n), pod�a ahora tener una Biblia propia, y los �ndices de alfabetizaci�n se dispararon a medida que la gente se decid�a a leer la Biblia por s� misma.

La consecuencia natural del pensamiento de la Reforma, que ayud� a impulsar la expansi�n del Renacimiento, fue cuestionar la autoridad de la iglesia y acabar con las distinciones de clase entre las personas. Si cualquier persona pod�a acercarse a Dios sin necesidad de un sacerdote, si todos los creyentes son sacerdotes, y si la salvaci�n es a trav�s de la fe en Cristo sin la mediaci�n de la iglesia, entonces la autoridad de la iglesia medieval estaba gravemente debilitada. Asimismo, las ideas de igualdad en Cristo y en la sociedad pasaron a primer plano. Los reyes, que siempre hab�an dado por sentado que reinaban por derecho divino, se vieron ahora obligados a justificar sus acciones con las Escrituras; de este modo, su libertad autocr�tica se vio limitada. Del mismo modo, los gobernantes seculares sintieron que pod�an romper con la autoridad eclesi�stica en favor de su propia conciencia y comprensi�n de las Escrituras. En la Reforma se sembraron las semillas de la “separaci�n de la Iglesia y el Estado”.

Renacimiento significa un “renacer”, y eso es ciertamente lo que sucedi� a la sociedad y a la cultura cuando el arte y la ciencia llegaron a florecer. En la �poca del Renacimiento tambi�n se produjo un “renacer” de la iglesia, ya que los hombres comenzaron a pensar de forma b�blica e independiente del catolicismo romano. Desafortunadamente, el pensamiento del Renacimiento continu� donde la Reforma se detuvo. La Reforma dec�a que uno pod�a cuestionar a la iglesia cuando no estaba de acuerdo con las Escrituras. Los pensadores seculares del Renacimiento dijeron que la Escritura, tambi�n, pod�a ser cuestionada cuando no estaba de acuerdo con la forma en que uno la entend�a. Para los pensadores seculares del Renacimiento, el hombre era la autoridad final y el �rbitro de la verdad, no Dios ni la Escritura.

Los cristianos evang�licos de hoy son los herederos de la Reforma, que podr�a llamarse el Renacimiento cristiano, y la sociedad secular moderna es la heredera del Renacimiento secular.

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