Pregunta: “�Qu� nos dice la Biblia sobre los hu�rfanos y las viudas?”

Respuesta:

topreadz.com/Espanol

Pregunta: “�Qu� nos dice la Biblia sobre los hu�rfanos y las viudas?”

Respuesta:
Las viudas son mujeres que han perdido a sus esposos, y los hu�rfanos son ni�os que por alguna raz�n no tienen a sus padres. En tiempos b�blicos, el principal motivo por el que un ni�o se quedaba hu�rfano era que sus padres se hab�an muerto. La Biblia nos muestra la actitud de Dios hacia los hu�rfanos y las viudas: Se preocupa mucho por ellos. Dios nos manda a proteger y cuidar de los hu�rfanos y las viudas (Salmo 82:3).

Los esposos y los padres juegan un papel fundamental en la familia. Cuando el hombre no est�, la esposa y el hijo pueden sufrir de muchas maneras. La Biblia nos dice que Dios mismo interviene para proteger y cuidar a los hu�rfanos y a las viudas. “Padre de hu�rfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada” (Salmo 68:5). En este mundo, los m�s indefensos est�n expuestos a que se aprovechen de ellos los que creen que pueden salirse con la suya. Sin embargo, nada se le escapa a Dios, y �l se vengar� de los hu�rfanos y las viudas. “El deseo de los humildes o�ste, oh Jehov�; T� dispones su coraz�n, y haces atento tu o�do, Para juzgar al hu�rfano y al oprimido, A fin de que no vuelva m�s a hacer violencia el hombre de la tierra” (Salmo 10:17-18).

Dios nos ordena que cuidemos a los hu�rfanos y a las viudas. Cuando entreg� la Ley a Mois�s y a los israelitas, les dio instrucciones de c�mo tratar a los hu�rfanos y a las viudas entre ellos, y les prometi� duras consecuencias si no cumpl�an con su responsabilidad (v�ase �xodo 22:22-23). En el Nuevo Testamento, Santiago dice que atender las necesidades de los hu�rfanos y las viudas forma parte de la religi�n “pura y sin m�cula” (Santiago 1:27). Cuidar de los m�s necesitados no es algo opcional para los creyentes.

En 1 Timoteo, Pablo da m�s detalles sobre c�mo cuidar a las viudas (1 Timoteo 5:1-16). En primer lugar, Pablo enfatiza que la familia de la viuda debe cuidar de ella, en vez de dejarlo todo en manos de la iglesia. “Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios” (1 Timoteo 5:4). Pablo indica que, para que una viuda sea mantenida por la iglesia local, debe tener m�s de 60 a�os y haber sido fiel a su esposo y llevado una vida piadosa. Y no puede tener ning�n familiar que la cuide (1 Timoteo 5:9-10). En resumen, todas las viudas necesitan ser atendidas, sin que la responsabilidad sea una carga para nadie.

El cuidado de los hu�rfanos y las viudas no debe considerarse simplemente como un mandato de Dios que debemos cumplir “o de lo contrario tendremos que asumir las consecuencias”. Servir y defender a los hu�rfanos y a las viudas es una gran bendici�n. A la hora de pensar en cu�l deber�a ser nuestra actitud hacia los hu�rfanos y las viudas de nuestro entorno, resulta conveniente acordarnos de que todos hemos sido adoptados por Jesucristo en la familia de Dios (Efesios 1:3-7) y comprometidos con Cristo (Efesios 5:32; Apocalipsis 19:7). Es para nosotros un gozo y un privilegio trabajar con Dios en el amor, el servicio y la protecci�n de los hu�rfanos y las viudas entre nosotros.

©