Pregunta: “�Hab�a dinosaurios en el arca de No�?”

Respuesta:

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Pregunta: “�Hab�a dinosaurios en el arca de No�?”

Respuesta:
Esta pregunta presupone una Tierra joven en la que coexistieron los dinosaurios y la humanidad y un diluvio universal en la �poca de No�. No todos los cristianos defienden ambos puntos de vista, o alguno de ellos. Por lo tanto, esta pregunta no es relevante para todos los cristianos. Sin embargo, creemos que, si la Biblia se interpreta literalmente, conduce al creacionismo de la tierra joven y a la creencia de que el diluvio en la �poca de No� fue realmente global. As� que, teniendo esto en cuenta, s�, creemos que hab�a dinosaurios en el arca. No se les habr�a llamado “dinosaurios” porque ese t�rmino no existi� hasta aproximadamente 1841. Aqu� hay algunas razones por las que creemos que los dinosaurios estaban en el arca de No�:

Sabemos que “en seis d�as hizo Jehov� los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay” (�xodo 20:11). Tomando estos d�as como per�odos literales de veinticuatro horas, los dinosaurios habr�an sido creados en el sexto d�a con el resto de los animales terrestres (G�nesis 1:24-25). El hombre fue creado el mismo d�a (vers�culos 26-27). No hay nada en la Biblia que sugiera una separaci�n de millones de a�os entre la �poca de los dinosaurios y la existencia de la humanidad. Las descripciones del behemoth y el leviat�n en Job 40 – 41 dan credibilidad a la idea de que los hombres y los dinosaurios caminaron juntos por la tierra.

Las antiguas representaciones de animales parecidos a los dinosaurios en los dibujos de las cuevas tambi�n apoyan la posibilidad de que los dinosaurios y el hombre vivieran juntos y, por tanto, estuvieran en el arca de No�. Varias civilizaciones antiguas de Europa, Am�rica del Sur y Am�rica del Norte dejaron atr�s petroglifos de lo que parecen dinosaurios. Tambi�n vemos criaturas parecidas a los dinosaurios en la arquitectura de los castillos de Europa y las pir�mides de Sudam�rica. Leemos relatos sobre la interacci�n humana con los “dragones”, que provienen de Europa, China y Oriente Medio. Ser�a extra�o que todas estas civilizaciones diferentes representaran cosas que nadie hab�a visto nunca, sobre todo porque las representaciones se parecen mucho a los restos f�siles que encontramos ahora.

El relato de No� y el arca se encuentra en el G�nesis 6 – 7. Dios le dice a No� que debe subir a bordo a representantes de todos los seres vivos: “Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meter�s en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra ser�n. De las aves seg�n su especie, y de las bestias seg�n su especie, de todo reptil de la tierra seg�n su especie, dos de cada especie entrar�n contigo, para que tengan vida” (G�nesis 6:19-20). Si los dinosaurios estaban en la tierra en ese momento, entonces No� los llev� en el arca.

Una objeci�n com�n a la idea de que hab�a dinosaurios en el arca -adem�s de la opini�n de que los humanos y los dinosaurios nunca existieron al mismo tiempo- es que los dinosaurios eran demasiado grandes para el arca. La idea de que todos los dinosaurios ten�an tres pisos de altura, con un car�cter feroz y empe�ados en comerse todo lo que ve�an persiste en la mente de muchos. El hecho es que el tama�o medio de los dinosaurios adultos era comparable al de un caballo.

No obstante, la mayor�a de los dinosaurios del arca de No� habr�an sido incluso m�s peque�os que un caballo. Para iniciar una nueva poblaci�n de animales, No� no habr�a comenzado con los animales viejos que ya hab�an pasado a mejor vida. Habr�a empezado con los animales m�s j�venes (y por tanto m�s peque�os) de cada especie. Ese enorme esqueleto de Apatosaurus que vemos en el museo podr�a haber sido de un animal de varios cientos de a�os. Un dinosaurio de tal tama�o y edad no habr�a sido un buen candidato para la cr�a de No�. Naturalmente, No� habr�a llevado a bordo del arca apatosaurios j�venes. Incluso si los dinosaurios que No� llev� a bordo ten�an un a�o de edad, la mayor�a habr�an sido m�s peque�os que un cerdo adulto. Eso significar�a que hab�a mucho espacio para ellos (y para su comida) en el arca.

Como la Biblia no dice claramente que lo que llamamos dinosaurios estuvieran en el arca, dejamos abierta la posibilidad de que no lo estuvieran. Pero, teniendo en cuenta una interpretaci�n de la Tierra joven de los primeros cap�tulos del G�nesis, no tenemos ninguna raz�n para rechazar la idea de que No� llev� dinosaurios al arca.

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