Súplica pidiendo protección

Pregunta En una de las mezquitas encontré una hoja de papel en la cual estaba escrito: “Súplica at-Tahsín (oración para protección)”. La súplica decía lo siguiente: “Me refugio en Dios aparte de Quien no hay otra divinidad, mi Dios y el Dios de todas las cosas. Busco la protección de mi Señor y del Señor…

Pregunta

En una de las mezquitas encontré una hoja de papel en la cual estaba escrito: “Súplica at-Tahsín (oración para protección)”. La súplica decía lo siguiente:

“Me refugio en Dios aparte de Quien no hay otra divinidad, mi Dios y el Dios de todas las cosas. Busco la protección de mi Señor y del Señor de todas las cosas. Pongo mi confianza en el Viviente Quien no muere, y me protejo del mal con (las palabras), no hay poder ni fuerza excepto en Dios. Dios es suficiente para nosotros y Él es quien mejor dispone de todos los asuntos. Dios es suficiente para mí, Quien es suficiente para nosotros. El Señor es suficiente para mí y no tengo necesidad de Sus servidores. El Creador es suficiente para mí y no tengo necesidad de Su creación. El Proveedor es suficiente para mí y no tengo necesidad de aquellos a quien se les ha garantizado la provisión. Él es suficiente para mí, Quien es suficiente para mí. Él es suficiente para mí, en Cuyas manos está la soberanía sobre todas las cosas, Quien protege (todo), y contra Quien no hay protector (es decir, que si Dios salva a alguien, nada puede lastimarlo; y si Dios castiga a alguien, nadie puede salvarlo) (cf. Al-Mu’minún 23:88). Él es suficiente para mí. Dios oye a aquellos que lo invocan, y no hay esperanza más allá de Dios. Dios es suficiente para mí, no hay bien sino Él. En Él pongo mi confianza y Él es El Señor del Trono Poderoso”.

¿Es auténtico este reporte?

Alabado sea Dios.

No está probado que esta
súplica provenga del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con
él). Algo similar fue narrado por Ibn Abi ad-Dunia en al-Faráy ba’s
ash-Shíddah, a través de al-Jalíl ibn Múrrah, del jurista de la gente del
Jordán, quien dijo “oímos que el Mensajero de Dios (que la paz y las
bendiciones de Allah sean con él)…”. Fue clasificado como débil por
al-Albani en as-Sílsilah ad-Da’ífah, 4173; y en Da’íf al-Yami’, 4348.

Como no se ha probado en
ningún reporte auténtico que el Profeta (que la paz y las bendiciones de
Allah sean con él) haya dicho esto, no se le debe prestar ninguna atención.

Hay súplicas que han
sido narradas en reportes auténticos, y esto es suficiente, y no necesitamos
súplicas narradas en reportes débiles. Estas súplicas protegen a los
musulmanes, y el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)
siempre solía recitarlas, tales como las oraciones para recordar a Dios por
la mañana y por la noche, y otros reportes auténticos. Por ejemplo:

1 – Recitar los últimos
dos versos de Surat al-Báqarah cada noche. Se narró que Abu Mas’ud al-Badri
(que Allah esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y
las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Los últimos dos versos de Surat
al-Báqarah, quien los recite por la noche, eso será suficiente para él”.
Narrado por al-Bujari, 4008; Muslim, 807. An-Nawawi (que Allah tenga
misericordia de él) dijo: “Con respecto a las palabras del Profeta (que la
paz y las bendiciones de Allah sean con él) “será suficiente para él”, se ha
dicho que esto significa que estas palabras serán suficiente en lugar de
rezar toda la noche; y también se dijo que serán suficientes contra Satanás,
o contra cualquier daño. Puede entenderse como significando todas estas
cosas”.

2 – Súplica de al-karb
(oración en tiempos de angustia). Se narró de Ibn ‘Abbás que el Mensajero de
Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía decir en
tiempos de angustia:

“La iláha ílla Allahu
ul-‘Adhím al-Halím, la iláha ílla Alláh Rábbi il-‘arsh il-‘adhím, la iláha
ílla Allah Rább as-Samawáti wa Rább ul-árd, wa Rább ul-‘arsh il-karím (No
hay divinidad excepto Dios, el Todopoderoso, el Paciente; no hay divinidad
excepto Dios, Señor del Poderoso Trono; no hay divinidad excepto Dios, Señor
de los cielos, Señor de la Tierra y del Noble Trono)”. Narrado por
al-Bujari, 6346; Muslim, 2730.

Rescitar los capítulos
al-Ijlás, al-Fálaq y an-Nas. El Profeta (que la paz y las bendiciones de
Allah sean con él) solía recitarlos cuando se iba a dormir, y soplaba en sus
manos y luego se las frotaba por todo su cuerpo a donde pudiera llegar con
las manos. Se narró de ‘Aa’ishah que cada noche cuando el Profeta (que la
paz y las bendiciones de Allah sean con él) se iba a dormir, juntaba sus
manos, soplaba en ellas y recitaba el capítulo al-Ijlás, al-Fálaq y an-Nas,
y luego se frotaba el cuerpo con las manos hasta donde pudiera alcanzarse
con ellas, comenzando con su cabeza y rostro y con su pecho. Y hacía eso
tres veces.

Narrado por al-Bujari,
5018.

Y se narró que ‘Uqbah
ibn ‘Aamir dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de
Allah sean con él) dijo: “¿No han visto los versos que fueron revelados esta
noche, que no tienen igual? Son al-Ijlás, al-Fálaq y an-Nas”. Narrado por
Muslim, 814.

Y Allah sabe más.

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